Los porqués de un fracaso

ISAAC RISCO

DPA - ESPECIAL PARA LG MUNDIALISTA

Había llegado como uno de los grandes favoritos y soñaba con ganar su sexto título. Pero Brasil terminó volviendo a casa con las manos vacías pese a haber disputado un buen Mundial.

En el torneo de las grandes sorpresas, la “Canarinha” se derrumbó ante Bélgica y terminó doblegada por los aciertos del rival y por algo de mala fortuna en un vibrante partido de cuartos de final. Cuatro claves explican este hundimiento de la última selección sudamericana que quedaba en Rusia.

• Bélgica, a la altura de los grandes. La “generación dorada” belga demostró que merece el cartel de candidato. El equipo de Kevin de Bruyne y de Eden Hazard le jugó de igual a igual a la pentacampeona, un “monstruo” de los Mundiales, porque la historia suele pesar en el fútbol. Pero no le pesó a Bélgica. “Los jugadores creyeron que podían ganar”, celebró su técnico, el español Roberto Martínez. Y en un duelo que pudo inclinarse a cualquier lado, los “diablos rojos” demostraron carácter. Y como le pasa a los grandes, la fortuna también les sonrió en el primer gol.

• Error táctico de Tite. Bélgica jugó con corazón, pero también con mucho cerebro. Y en el choque de dos de las ofensivas con más pólvora del torneo, Martínez le ganó la apuesta táctica a su par brasileño, Tite. El belga adelantó al volante De Bruyne y el jugador de Manchester City fue el hombre del partido. Tite se confió demasiado en el poderío de su equipo en ataque, y no corrigió hasta el segundo tiempo, con la entrada de Renato Augusto. Pero durante la primera mitad, los endemoniados delanteros de Bélgica ya habían triturado la zaga brasileña, huérfana por las subidas de Paulinho y por la horrible noche de Fernandinho, sustituto de Casemiro.

• La baja de Casemiro. La ausencia del volante de Real Madrid, suspendido por acumulación de amarillas, fue clave para la caída de Brasil. Casemiro es el cerrojo del mediocampo “canarinho”, el encargado de guardar las espaldas de Neymar, Philippe Coutinho y Gabriel Jesus. Por el contrario, Fernandinho, autor del gol en contra que puso en ventaja a Bélgica, fue una puerta abierta para la potencia de Romelu Lukaku, e Hazard y De Bruyne. Lo había avisado el mítico ex lateral “verdeamarelho” Roberto Carlos al inicio del Mundial: “la referencia defensiva de Brasil no son los centrales, es Casemiro”.

• Neymar, desaparecido. El astro de Brasil tuvo una noche para el olvido ante Bélgica. No estuvo fino. Intentó muchas gambetas, sin fortuna. Disparó una sola vez al arco, en tiempo de descuento, y se topó con el enorme arquero belga Thibaut Courtois. Sólo dio 14 pases en el último tercio del campo. Muy poco para alguien que aspiraba a convertirse en la estrella de Rusia. Como para comparar, su compañero Douglas Costa pateó tres veces al arco belga en los 38 minutos que jugó. 

Pero pese a la dolorosa primera derrota de Tite en un partido oficial, el DT hizo un gran trabajo al frente de la “seleçao” y resucitó a Brasil en los últimos dos años. La Confederacion Brasileña de Fútbol está decidida a mantenerlo, y sólo espera su respuesta.