Cartas de lectores
02 Julio 2018

Nuestro himno nacional

En las justas deportivas internacionales, tal como ocurrió en este Campeonato Mundial de Fútbol que se disputa en Rusia que, desafortunadamente, el sábado último terminó para nosotros, los argentinos, se acostumbra emitir a todo volumen un fragmento del Himno Nacional propio de cada país participante, que es cantado a coro, con orgullo, por sus connacionales, deportistas y público asistente. Los lectores de LA GACETA habrán notado que el nuestro no da lugar a canto alguno, pues es simplemente la introducción, que consumió el tiempo estipulado. ¿Qué les queda a nuestros compatriotas asistentes? Pues corear un desagradable, aunque acompasado, “oooooo”. ¿Pensarán los extranjeros que somos tan inútiles que ni tenemos letra en el Himno Nacional, a diferencia del de ellos, que a viva voz corean el suyo? Es un error mayúsculo enviar a estos actos la simple introducción, y reemplazarla por las primeras y muy elocuentes estrofas: Oíd mortales el grito sagrado, libertad, Libertad, libertad... ¿Acaso no es hermoso, elocuente y emocionante nuestro Himno Nacional Argentino? Ni una palabra más.

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Darío Albornoz

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Malos olores

Tucumán se inunda de malos olores. Este sábado pasado, la zona este de la Provincia (Alderetes, Banda del Río Salí, Famaillá, Bella Vista) y parte de San Miguel, en horas de la tarde-noche se tornó en un ambiente irrespirable. Lamentablemente, los ingenios y las citrícolas siguen perjudicando el medio ambiente. Las redes sociales explotaron imponiendo este fenómeno creado por el hombre; los que pagan las consecuencias somos nosotros, los vecinos, que nos fumigan como insectos, nos obligan a respirar materia orgánica putrefacta. Claro, total las industrias dan trabajo, pero siguen contaminando, ese es el detalle. Banda del Río Salí, más allá de los progresos que están a la vista, es una ciudad industrializada, que necesita de más pulmones verdes (árboles). Sin embargo, se dieron el lujo de talar ejemplares sanos, justificando una poda, luego subieron esas fotos a las redes sociales. En Famaillá y Acheral, también los vecinos se ahogan de los malos olores, las citrícolas aportan su gran cuota, eso que ahora exportan, pero una de las cláusulas de los que compran era la “no contaminación”. Sin embargo, eso no se cumple. Bella Vista también creció y las pruebas están a la vista, pero también crecieron los malos olores, que aportan el ingenio y la citrícola. Circular de noche por la Ruta 157, aparte del mal olor, flota una densa nube de vapor que sale de un zanjón sobre la ruta, y en cualquier momento puede provocar una desgracia. Está a la vista que todas estas industrias no tratan sus efluentes y, por lo tanto, la DQO es muy alta; entonces, la descomposición del material orgánico es muy elevado. La DQO provoca que los cromóferos sean de alta intensidad en el aire, conformando olores insoportables para los vecinos. Cabe destacar que esos olores están provocando enfermedades respiratorias en las poblaciones adyacentes, donde ya que es muy alto el material orgánico en descomposición de los efluentes sin tratar, que en los alveolos pulmonares se alojan los virus producto de esa descomposición. O sea, que estas industrias no solamente aportan al deterioro del medio ambiente, sino que ahora perjudica directamente al hombre. Es llamativo que estas enfermedades sólo se dan en Tucumán, porque aquí es la única provincia que pareciese no se tratan los efluentes. Aunque ellos, los industriales, digan que sí, al mal olor no se lo puede tapar; o sea, ¿quién miente? ¿Los industriales, los vecinos o los ambientalistas? Los ambientalistas somos asesorados y apuntalados por profesionales de muchas ramas, que preocupados por el mundo que les dejaremos a las generaciones que nos siguen, aportan sus conocimientos en forma noble y desinteresada. Por ello, manejamos mucha información certera, y también monitoreamos constantemente las zonas perjudicadas.

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Pedro Martínez

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La pobreza

En la nota de Federico Türpe de LA GACETA del sábado último, entre otras cosas, se dice que desde hace 44 años, la pobreza en Argentina es superior al 30%, nunca bajó con todos los gobiernos que pasaron, pero los únicos que no toman nota de esta situación son los funcionarios públicos. A ellos, lo único que les interesa es cobrar buenos sueldos, ingresar a sus parientes a la administración y viajar por Argentina y el mundo. Se hizo un inmenso edificio para la Legislatura, no acorde con el nivel de pobreza, pero se usa muy poco para legislar. Dicen que este año hubo seis reuniones plenarias. Dicen que ¿trabajan en las comisiones? Por otro lado, tenemos la Municipalidad (¿todavía existe?) y la SAT (¿existe?). Es realmente lamentable el estado de la ciudad, por las pérdidas de líquidos cloacales y agua es insoportable. Salió una foto en LA GACETA de una pérdida en calle Marcos Paz 640; señalaba que estaba desde hacía 15 días, pero en realidad pierde desde hace dos meses. No hablemos de las veredas, en todo el microcentro son un desastre. Reitero, por si no lo saben, esa es responsabilidad de los propietarios frentistas, pero la Municipalidad debe intimarlos, es un simple trámite y no lo pueden hacer. En calle San Martín al 700 está la “obra” paralizada, si se la puede llamar así, desde hace tres o cuatro años. Ahora es el colmo: cómo hay peligro de derrumbe, pusieron unas cintas cerrando la vereda, y los transeúntes deben bajar a la calle para circular, con el peligro que ello implica. Esa propiedad, que entiendo es de la Caja Popular, debe ser demolida y ampliada la vereda. La circulación en vehículos, es otro capítulo con aplazo para la Municipalidad. Las motos circulan con escape abierto de día y de noche, por las calles o por las veredas, con dos o tres y hasta cuatro personas, casi siempre sin casco. Los autos estacionan en cualquier lado, en doble o triple fila, y ahora también, de noche en las veredas, en la zona norte. Los ómnibus circulan a alta velocidad y se cruzan de carril cuando les place. A todo esto, el Gobernador y su larga comitiva pasean por los Estados Unidos, Italia, y algo más. ¿Qué solución trae para Tucumán? Y, ¿cómo combate la pobreza? Esta no es responsabilidad, solo del Gobierno Nacional, es compartida con la Provincia, pero ni uno ni otro hacen nada.

Rodolfo Dagum

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El respeto por la vida

Señor Presidente: vivo en San Miguel de Tucumán y recuerdo su discurso del 19 de Junio de 2016, en esta ciudad, frente a 350.000 personas donde se comprometió a “defender la vida desde el momento de la concepción”. Me llama la atención estas palabras suyas y en que otras ocasiones comunicó estar a favor de la vida, pero argumenta que el aborto es una cuestión que debe debatirse y en caso de aprobarse, usted no la vetará. Permítame el atrevimiento de preguntarle ¿qué opina si el Senado estuviera debatiendo darle muerte a un ser querido suyo?. Siendo usted coherente, debería permitir el debate y en el caso que la votación resulte a favor, no debería vetarla. ¿Lo haría? Yo creo que no. Aquí mi duda: usted afirma estar convencido que hay vida desde el momento de la concepción, es decir que es consciente que el aborto es un asesinato de una persona; pero fomenta dicho cometido. Esta dicotomía lleva a dos conclusiones: 1) Usted ha mentido al pueblo argentino, 2) Por encima de la vida, usted antepone otros intereses. La segunda es inadmisible en un Presidente, por lo que resta llegar a la primera conclusión. Señor. Presidente, ha mentido al pueblo argentino. Los obras demuestran que usted no está a favor de la vida. Si quien gobierna está errado en estos dos valores fundamentales, ¿qué podemos esperar?

Oscar Grimaux

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