Entre la fe y el trabajo

Entre la fe y el trabajo

La selección tucumana masculina Sub-17 de voley, pese a los cambios, pudo defender su corona.

JUNTOS. Las selecciones tucumanas se unieron para la última foto en la cancha de Instituto Pellegrini. La copa de los varones acompañó a las damas que terminaron octavas en el torneo que fue una fiesta. Fotos de Luciana Ramón JUNTOS. Las selecciones tucumanas se unieron para la última foto en la cancha de Instituto Pellegrini. La copa de los varones acompañó a las damas que terminaron octavas en el torneo que fue una fiesta. Fotos de Luciana Ramón
27 Junio 2018

“La verdad, no tenía mucha fe: era un equipo prácticamente nuevo”, reconoció Walter Tejerina. Él, junto a un puñado de tucumanos unidos por el voley son los responsables de que Tucumán se haya consagrado por segunda vez consecutiva campeón Nacional Sub-17. Tejerina también dirigió al seleccionado en la edición pasada disputada en Jujuy y era consciente de que, por más de ser locales en 2018, el hecho que ocho de los “viejos” campeones subieron de categoría, era un punto negativo. “Estuvimos, pese a ello, a la altura y logramos lo que tanto queríamos”, destacó sobre el logro conseguido. Con más confianza había encarado el torneo Pablo Urchevich. “No me sorprendió porque estábamos convencidos de que podíamos ganar”, sostuvo el armador del bicampeón.

Aunque el DT tenía poca fe encaró junto a su cuerpo técnico el trabajo con la misma seriedad que en aquel primer ciclo. “De los jugadores que se fueron, cuatro eran titulares indiscutidos. Había que rearmar el plantel de nuevo y darles volumen de juego”, detalló Tejerina. ¿Cuál fue el plan? “Apenas terminó el Nacional del año pasado, pedimos permiso a la Federación Tucumana para que empezaran a competir en el torneo de Primera local”, explicó.

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El roce competitivo logrado -llegaron a cuartos de final- fue clave para llegar con el mismo nivel que las otras 13 Federaciones. Ir “volteando” rivales hizo que la fe de Tejerina creciera, al igual que la exigencia de cada partido que enfrentaba Tucumán. “La intención era quedar entre los cuatro primeros y a medida que fueron pasando los partidos, se iban poniendo las nuevas metas”, especificó el técnico. “Sabíamos que iba a ser difícil, pero aún así también nos sentíamos candidatos a ganar”, aportó Urchevich que ni tenía en los planes ser el mejor jugador del certamen. “Yo sólo quería el bicampeonato”, sentenció el ex jugador de Instituto Pellegrini, precisamente, donde se jugó la final. “El momento que viví, salir bicampeones en mi casa, en mi club al cual iba desde los tres años con mi familia, fue un sueño”, reconoció el jugador de 17 años y que actualmente defiende la camiseta de Lomas Voley.

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