Así te podés proteger de un asesino silencioso, el monóxido de carbono

Así te podés proteger de un asesino silencioso, el monóxido de carbono

Las tragedias que ocurrieron en estos días por inhalar monóxido de carbono reavivaron el temor en la sociedad ¿Qué precauciones hay que tomar para evitar una intoxicación?

Así te podés proteger de un asesino silencioso, el monóxido de carbono

Le llaman el asesino silencioso. Porque es muy difícil percibirlo. Pero puede provocar la muerte en cuestión de minutos. El monóxido de carbono protagonizó las noticias de estos días. El fin de semana murieron intoxicados con este gas una periodista pampeana, Lucía Trotz, y la mujer y el hijo del senador radical de Formosa, Luis Naidenoff.

Estos casos encendieron la alarma y el temor. Es que con la llegada del frío suele incrementarse el peligro de sufrir intoxicaciones por monóxido de carbono. Según los datos difundidos por el Ministerio de Salud de la Nación, el año pasado hubo 200 fallecimientos por esta causa. En lo que va de 2018, ya se confirmaron 63 casos hasta la semana 14, cuando todavía no comenzó el invierno.

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En una vivienda en la que hay un equipo de gas mal instalado o sin mantenimiento o con una estufa o un brasero encendido durante la noche sin ventilación toda la familia está en riesgo. Por eso, lo primero que recomienda el ingeniero Mario Murillo -jefe de seguridad, higiene y medio ambiente de Gasnor- es verificar que las instalaciones estén en correcto funcionamiento. “Esto tiene que ser hecho por un gasista matriculado, al menos una vez al año”, sugiere.

Otro consejo que da Murillo es estar siempre atentos al color de las llamas: si es azul, el artefacto está andando bien. Cuando el color se torna rojo estamos en presencia de monóxido de carbono. “También debemos fijarnos que no se genere ennegrecimiento alrededor del aparato”, remarca.

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“Además, hay que controlar periódicamente las ventilaciones de los artefactos; que no estén obstruidas. Si no tenemos rejillas de ventilación en la casa, habría que ponerlas. Muchas viviendas no las tienen. Tenerlas o no puede ser la diferencia entre la vida y la muerte”, comenta.

Dos cuestiones que también son fundamentales, según Murillo: cuando compramos un dispositivo conviene verificar que esté homologado por el IGA (Instituto de Gas Argentino) y que lo instale un gasista matriculado. “Hace unos meses, en el sur tucumano una pareja falleció por inhalación de monóxido de carbono como consecuencia de un calefón que no tenía ventilación. Eso no debería ocurrir”, explica.

Precisamente, los calefones son en la actualidad los que más accidentes por intoxicación causan. Pero no son los únicos. También es un peligro querer calentar la casa prendiendo el horno y dejando la puerta de este abierto; el uso de braseros en lugares que no están ventilados y calentar el motor del auto en un garage cerrado.

“Una poca cantidad de monóxido de carbono (600 partes por millón) puede causar la muerte en pocas horas”, sostiene Murillo. Y añade: “la clave es no dejar un lugar totalmente cerrado. Con abrir cinco centímetros una ventana ya se renueva el aire”.

La locura de las cocineras

El toxicólogo Alfredo Córdoba cuenta que la intoxicación por monóxido de carbono fue descripta por primera vez en 1857, por Claude Bernard.

Entonces, se la conocía como “la locura de las cocineras” por los síntomas que presentaban las mujeres que pasaban horas cocinando a leña. Mostraban trastornos psiquiátricos y olvidos, entre otras cosas.

Es la intoxicación con mayor morbimortalidad en el mundo porque se subdiagnostica y se la confunde con otras patologías. Las víctimas no se dan cuenta de que se están envenenando hasta que aparecen los primeros síntomas, describe Córdoba. Estas señales son:

1- Irritabilidad, cambio de humor repentino.

2- Dolor de cabeza intenso; se siente un latido en las sienes.

3- Náuseas, palpitaciones, vómitos y mareos.

4- Si la intoxicación avanza, la persona se ve invadida por el sueño y el cansancio.

5- Dolor de pecho.

6- Desmayo.

“En general, estas señales pasan desapercibidas o se las confunde con malestares estomacales o síntomas gripales. Aunque hay algo muy característico: el paciente primero está pálido y después tiene una coloración rosada intensa”, especifica. Es un problema que deja muchas secuelas, tanto neurológicas como cardiológicas. Por eso, según Córdoba, si uno se da cuenta de que está sufriendo una intoxicación, además de salir en busca de aire libre, debe ir al médico sí o sí a hacerse un chequeo.

“Le dicen el asesino silencioso porque el monóxido de carbono es un gas no detectable por las personas; tiene una afinidad importante con la hemoglobina del glóbulo rojo presente en la circulación sanguínea. Desplaza al oxígeno y genera carboxihemoglobina. Eso hace que al disminuir el oxígeno afecte en primer lugar al cerebro, con síntomas como mareos, náuseas y vómitos, y en segundo lugar al corazón, incrementando el riesgo de que se produzcan arritmias cardíacas, infarto de miocardio y la persona fallezca”, detalla.

La intoxicación por monóxido de carbono puede resultar letal en pocos minutos. Aunque siempre depende del volumen de monóxido que se esté produciendo, de las dimensiones del espacio en el que se esté dando ese escape y de la persona. Los niños, los ancianos, las embarazadas y las personas que sufren trastornos cardiovasculares son las más vulnerables a este veneno.


qué es 
hay equipos que detectan las fugas 
El monóxido de carbono (CO) es un gas altamente tóxico producido por una mala combustión de cualquiera de las sustancias susceptibles de ser quemadas para generar calor, como carbón, madera, querosén, alcohol o gas, que son materiales combustibles ricos en carbono y que necesitan oxígeno para quemarse. Si la cantidad de oxígeno disponible es insuficiente, la combustión será incompleta y generará monóxido de carbono. Los accidentes por intoxicaciones por CO son producidos en un 87% por calefones, 8% por calefactores y 5% por cocinas. Germán Mansilla, quien trabaja en instalación de artefactos de gas, cuenta que en la actualidad se pueden conseguir en el mercado aparatos que vienen con un dispositivo que detecta las fugas de monóxido de gas. Sin embargo, estos se suelen estropear y los dueños los terminan anulando si no consiguen en repuesto. “El chequeo periódico de los artefactos sigue siendo la mejor medida de prevención”, sugiere. “Igualmente, yo no dormiría con un calefactor a gas en mi pieza”, concluye.
RECOMENDACIONES
-Verificar que la llama de los artefactos sea siempre azul. Si su tonalidad es roja o anaranjada, los equipos funcionan en forma defectuosa.
- Asegurar la ventilación permanente de los ambientes (a través de rejillas compensadoras reglamentarias).
- Los conductos de ventilación de un artefacto no deben tener ningún tipo de angostamiento, escalonamiento o acople en su recorrido hacia el exterior, ya que cualquier tipo de obstrucción generará que los gases quemados se acumulen en el interior de la vivienda.
- Si se realizan obras de remodelación de la vivienda, no se debe modificar ni restringir la ventilación de los artefactos instalados.
- Asegurarse que la llave de paso de la cocina se encuentre a un lado del artefacto y al alcance de la mano, a fin de poder cerrar la salida de gas de manera ágil.
- No usar artefactos que no sean de tiro balanceado en dormitorios y baños.
- Verificar que no estén obstruidos los conductores o rejillas de ventilación.
- Mantener siempre algún ambiente ventilado. Dejar al menos 5 o 10 centímetros abierta una ventana.
- Revisar una vez por año por un gasista matriculado todo tipo de estufas,, pantallas infrarrojas y salidas al exterior de aparatos calefactores.
- Evitar el uso de braseros o estufas a querosén. Si no se puede hacer, apagarlo antes de dormir.
- Nunca usar hornallas y/o el horno para calefaccionar. Es preferible abrigarse con más ropa.
- Al encender el automóvil, hay que verificar que el garage esté ventilado.
- Cuando se usan grupos electrógenos, deben colocarse al aire libre y no dentro del domicilio.-
Qué hacer frente a un caso de intoxicación 
Ante la sospecha de intoxicación por monóxido de carbono, se recomienda abandonar lo más rápido posible el ambiente contaminado e irse hasta un lugar donde se puedan respirar aire limpio y fresco. Si es posible, abrir ventanas y puertas, y apagar todas las fuentes que puedan ser emisoras de monóxido de carbono. Llamar a la ambulancia de inmediato; nunca sabemos qué es lo que pudo haber causado la 
intoxicación en nuestro organismo.

> Qué es | Hay equipos que detectan las fugas 

El monóxido de carbono (CO) es un gas altamente tóxico producido por una mala combustión de cualquiera de las sustancias susceptibles de ser quemadas para generar calor, como carbón, madera, querosén, alcohol o gas, que son materiales combustibles ricos en carbono y que necesitan oxígeno para quemarse. Si la cantidad de oxígeno disponible es insuficiente, la combustión será incompleta y generará monóxido de carbono. Los accidentes por intoxicaciones por CO son producidos en un 87% por calefones, 8% por calefactores y 5% por cocinas. Germán Mansilla, quien trabaja en instalación de artefactos de gas, cuenta que en la actualidad se pueden conseguir en el mercado aparatos que vienen con un dispositivo que detecta las fugas de monóxido de gas. Sin embargo, estos se suelen estropear y los dueños los terminan anulando si no consiguen en repuesto. “El chequeo periódico de los artefactos sigue siendo la mejor medida de prevención”, sugiere. “Igualmente, yo no dormiría con un calefactor a gas en mi pieza”, concluye.

> Recomendaciones 

-Verificar que la llama de los artefactos sea siempre azul. Si su tonalidad es roja o anaranjada, los equipos funcionan en forma defectuosa.
- Asegurar la ventilación permanente de los ambientes (a través de rejillas compensadoras reglamentarias).
- Los conductos de ventilación de un artefacto no deben tener ningún tipo de angostamiento, escalonamiento o acople en su recorrido hacia el exterior, ya que cualquier tipo de obstrucción generará que los gases quemados se acumulen en el interior de la vivienda.
- Si se realizan obras de remodelación de la vivienda, no se debe modificar ni restringir la ventilación de los artefactos instalados.
- Asegurarse que la llave de paso de la cocina se encuentre a un lado del artefacto y al alcance de la mano, a fin de poder cerrar la salida de gas de manera ágil.
- No usar artefactos que no sean de tiro balanceado en dormitorios y baños.
- Verificar que no estén obstruidos los conductores o rejillas de ventilación.
- Mantener siempre algún ambiente ventilado. Dejar al menos 5 o 10 centímetros abierta una ventana.
- Revisar una vez por año por un gasista matriculado todo tipo de estufas,, pantallas infrarrojas y salidas al exterior de aparatos calefactores.
- Evitar el uso de braseros o estufas a querosén. Si no se puede hacer, apagarlo antes de dormir.
- Nunca usar hornallas y/o el horno para calefaccionar. Es preferible abrigarse con más ropa.
- Al encender el automóvil, hay que verificar que el garage esté ventilado.
- Cuando se usan grupos electrógenos, deben colocarse al aire libre y no dentro del domicilio.-

> Qué hacer frente a un caso de intoxicación 

Ante la sospecha de intoxicación por monóxido de carbono, se recomienda abandonar lo más rápido posible el ambiente contaminado e irse hasta un lugar donde se puedan respirar aire limpio y fresco. Si es posible, abrir ventanas y puertas, y apagar todas las fuentes que puedan ser emisoras de monóxido de carbono. Llamar a la ambulancia de inmediato; nunca sabemos qué es lo que pudo haber causado la 
intoxicación en nuestro organismo.


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