Rusia y Arabia: el debut más devaluado de la historia

Rusia y Arabia: el debut más devaluado de la historia

El mundial tendrá un arranque poco atractivo con los peores del ranking FIFA entre los 32 calificados.

PRIMERIZO. Pizzi, DT de Arabia, nunca había dirigido una selección en un Mundial. reuters PRIMERIZO. Pizzi, DT de Arabia, nunca había dirigido una selección en un Mundial. reuters
14 Junio 2018

MOSCÚ.- La cuenta regresiva acabó. El Mundial de fútbol, esa enorme maquinaria de pasión y dinero que cada cuatro años paraliza el planeta durante un mes, sale a la conquista de una Rusia que no puede darse el lujo de fallar.

A las 12 de hoy empezará a rodar la pelota en el verde del estadio Luzhniki, con el partido inaugural entre la selección local y su par de Arabia Saudita. Desde ese momento, y hasta el domingo 15 del mes que viene, el país más grande del planeta albergará por primera vez el Mundial de fútbol.

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La pasión aún no desborda, sin embargo, las calles de Moscú y de las otras ciudades; a excepción de los fanáticos latinoamericanos, por supuesto. Más numerosos y visibles que los europeos, aquellos agitan sus banderas y cantan en los alrededores de la Plaza Roja.

El partido inaugural asoma devaluado. Lo protagonizarán las dos selecciones de peor ranking de la FIFA, de entre las que participan en el torneo: Rusia ocupa el puesto 70°; Arabia Saudita, el 67° ¿Será el inicio de una historia de éxitos? Muy pocos rusos lo creen.

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Hace una década Rusia entusiasmaba al mundo del fútbol en la Eurocopa 2008. El equipo en torno de Andrei Arshavin y Roman Pavliuchenko mezclaba originalidad con técnica. Cayó semifinales nada menos que ante España, que se consagró campeón. Pero la “Sbornaya” -tal el apodo de esta selección- se quedó ahí. Dos años atrás, en la Eurocopa de Francia, fracasó rotundamente. Y al papelón deportivo le sumó un escándalo por hinchas violentos.

El Mundial pretende sacar al fútbol ruso del letargo. Pero los últimos resultados de amistosos no son alentadores: en marzo, cayó ante Francia 3-1 y ante Brasil; y recientemente perdió 1-0 con Austria e igualó 1-1 con Turquía. En la Copa Confederaciones del año pasado fue derrotada por Portugal (1-0) y por México (2-1); y sólo le ganó a Nueva Zelanda (2-0).

Pero allende los resultados, los dirigidos por Stanislav Cherchesov mostraron clase, en lo individual. Los líderes del equipo son el arquero Igor Akinfeyev y el defensor Serguei Ignashevich. En el mediocampo actúa Alexander Samedov; y en el ataque las esperanzas están en Alan Dsagoyev, en Fiodor Smolov, y en los mellizos Alexej y Anton Miranchuk. “No soy un soñador. Puedes soñar cuando estás en el jardín de infantes, pero en el fútbol profesional no soñamos, nos marcamos objetivos”, dijo el entrenador. La meta de máxima que se fijaron en este equipo es llegar a cuartos de final.

El cruce ante Arabia podría ser el más accesible para Rusia en el Grupo A, que se completa con Egipto y Uruguay. Pero en su último amistoso, ante Alemania, Arabia mostró que puede ser un rival de cuidado: cayó por un estrecho 2-1. Durante los últimos meses, el equipo de Juan Antonio Pizzi (ver nota aparte) se preparó para dar un golpe en Rusia y clasificarse, de mínima, a octavos de final como en 1994. El príncipe heredero, Mohammad bin Salman, invirtió mucho dinero en mejorar la preparación del equipo, aunque los constantes cambios de DT fueron un lastre. Pizzi asumió tras la ida de Edgardo Bauza y del holandés Bert van Marwijk, y tuvo menos de un año de trabajo. (DPA)

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