“Todo debería funcionar como el inodoro, pero estamos preocupados por el expediente”

“Todo debería funcionar como el inodoro, pero estamos preocupados por el expediente”

 la gaceta / foto de DIEGO ARAOZ la gaceta / foto de DIEGO ARAOZ
28 Abril 2018

“todo debería funcionar como el inodoro, pero estamos preocupados por el expediente”
El ministro de Seguridad de la provincia, Claudio Maley, sumó una intervención espontánea a la jornada de capacitación organizada por la Asociación de Jueces Federales de la República Argentina (Ajufe). El jueves y después de que expusieran los panelistas de la mesa de narcotráfico, Maley pidió el micrófono y desarrolló algunas ideas. Antes, el camarista federal tucumano Ricardo Sanjuán había dicho que el ministro no tenía nada para festejar y que las peleas de narcos no eran una novedad en la provincia (se informa por separado). A su turno, el ex gendarme retomó el ejemplo sanitario que había dado el juez federal porteño Ariel Lijo: “cuando todo debería funcionar como la mochila del inodoro, resulta que estamos preocupados por quién inició el expediente; por a quién está dirigido este y por quién habla con quién”. Al referirse a las disputas entre bandas de narcotraficantes (no mencionó específicamente a las familias Toro y Acevedo), Maley recordó que ya se habían desbaratado asociaciones ilícitas en el pasado. “El clan Ale ya no funciona”, ejemplificó. Y añadió: “tiene que haber una decisión de enfrentar el problema y de poner orden en la casa”.El ministro en cuya área funciona la Policía provincial manifestó que en Tucumán hacía falta aumentar la presencia de las fuerzas nacionales. También dijo que la Casa Rosada no tenía planes de construir una cárcel nueva en esta jurisdicción y que el sistema penitenciario argentino acarreaba falencias desde hacía 50 años. Maley informó a la concurrencia que el Gobierno provincial estaba ocupándose de ello: que proyectaba levantar un nuevo establecimiento carcelario en la Ruta 9 y que iba a construir módulos en el penal de Villa Urquiza. También manifestó que promovían actividades de recreación y “laborterapia” entre los presos (mencionó talleres de música y de producción, y deportes). “La Justicia nos está poniendo mucha presión para que mejoremos el servicio penitenciario”, agregó Maley, que participó en la capacitación de Ajufe de principio a fin. Su comentario, de hecho, puso fin al acontecimiento.

El ministro de Seguridad de la provincia, Claudio Maley, sumó una intervención espontánea a la jornada de capacitación organizada por la Asociación de Jueces Federales de la República Argentina (Ajufe). El jueves y después de que expusieran los panelistas de la mesa de narcotráfico, Maley pidió el micrófono y desarrolló algunas ideas. Antes, el camarista federal tucumano Ricardo Sanjuán había dicho que el ministro no tenía nada para festejar y que las peleas de narcos no eran una novedad en la provincia (se informa por separado). A su turno, el ex gendarme retomó el ejemplo sanitario que había dado el juez federal porteño Ariel Lijo: “cuando todo debería funcionar como la mochila del inodoro, resulta que estamos preocupados por quién inició el expediente; por a quién está dirigido este y por quién habla con quién”.

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Al referirse a las disputas entre bandas de narcotraficantes (no mencionó específicamente a las familias Toro y Acevedo), Maley recordó que ya se habían desbaratado asociaciones ilícitas en el pasado. “El clan Ale ya no funciona”, ejemplificó. Y añadió: “tiene que haber una decisión de enfrentar el problema y de poner orden en la casa”.

El ministro en cuya área funciona la Policía provincial manifestó que en Tucumán hacía falta aumentar la presencia de las fuerzas nacionales. También dijo que la Casa Rosada no tenía planes de construir una cárcel nueva en esta jurisdicción y que el sistema penitenciario argentino acarreaba falencias desde hacía 50 años. Maley informó a la concurrencia que el Gobierno provincial estaba ocupándose de ello: que proyectaba levantar un nuevo establecimiento carcelario en la Ruta 9 y que iba a construir módulos en el penal de Villa Urquiza. También manifestó que promovían actividades de recreación y “laborterapia” entre los presos (mencionó talleres de música y de producción, y deportes). “La Justicia nos está poniendo mucha presión para que mejoremos el servicio penitenciario”, agregó Maley, que participó en la capacitación de Ajufe de principio a fin. Su comentario, de hecho, puso fin al acontecimiento.

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“Los fiscales se equivocan, pero, ¿quién los controla?”

Abel Torres, vicepresidente de la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba, rechazó este jueves, en una capacitación en esta ciudad, que los jueces federales se resistan a dejar la facultad de desarrollar investigaciones penales (en el presente pueden, si lo desean, conservarla o bien delegarla al Ministerio Público Fiscal). “No nos oponemos a la implementación del sistema acusatorio (el juez asume el rol de un árbitro imparcial), sino que los fiscales también se equivocan, pero, ¿quién los controla?”, explicó a propósito de una pregunta formulada por el fiscal general federal Gustavo Gómez, que asistió a la actividad organizada por la Asociación de Jueces Federales de la República Argentina. Torres dijo que los jueces eran evaluados por las partes y por los tribunales superiores, y que era necesario que el fiscal también sea controlado por la magistratura. “El cambio procesal lo postula como titular de la acción penal, pero no puede ser el dueño de la acusación. Tiene que haber controles”, opinó.


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