Las deportistas tucumanas sufren la discriminación económica

La boxeadora, Cecilia “Pantera” Mena intenta seguir su camino, a pesar de las adversidades económicas. “Para cada pelea se pauta una bolsa, que es la que te vas a llevar cuando el combate termine. La bolsa en las peleas de mujeres suele ser de un monto muy inferior a la que existe en las masculinas”, reconoce Mena en una entrevista que brindó desde Brasil a LG Deportiva. Según Cecilia, tal desigualdad económica tiene un motivo: el hecho de que se ve al boxeo como un deporte exclusivo de hombres. Aunque tiene una mirada crítica sobre el tema, se ilusiona con que la problemática desaparezca. “Ahora hay cientos de mujeres que se animan al boxeo. Creo que es cuestión de tiempo para que cambios como ese se sigan dando”, dice.

Silvana Gómez Juárez, la tucumana que fluye por el mundo de las artes marciales mixtas, opina en tono similar. “El premio es, aproximadamente, un 50% menor para nosotras. Ellos ganan el doble, y hasta el triple”, cuenta “La Malvada”. Silvana no cree que esto tenga que ver con un mayor interés de la audiencia hacia los espectáculos masculinos; al contrario. “Cuando fui a competir a Brasil escuché gente decir que las peleas femeninas resultaban más atractivas”, subraya.

Ni Cecilia ni Silvana pueden conformarse con el deporte: consiguieron un trabajo, fuera de los rings, que les deja ingresos extra.

Cuestión de tiempos

La ex tenista Mercedes Paz, que estuvo entre las mejores del ranking WTA, no niega la brecha salarial, pero considera que se debe a que el tenis masculino apareció antes que el femenino. “Siempre se luchó para tratar de alcanzar la igualdad. En los 80, Martina Navratilova y Billie Jean King, tenían una idea muy fuerte respecto a la igualdad. En la generación de Steffi Graf, de Gabriela Sabatini y de Monica Seles -cuando yo estaba en la WTA- no existía esa convicción. En los 90, Martina Hingis, las Williams... vinieron con mucho énfasis a luchar por eso”, explica.

Mercedes reconoce que en lo económico, el tenis no le produjo dolores de cabeza. “Hoy hay mucha más plata, pero en mi época, si estabas dentro de las 150 primeras (del ranking) podías vivir del tenis. Hoy yo creo que las 150 mejores también pueden hacerlo”, puntualiza.