Cómo enseñarle a tu perro para que no sea un “malcriado”

Cómo enseñarle a tu perro para que no sea un “malcriado”

Dos entrenadores cuentan lo que se debe hacer para que la mascota entiende quién es el que manda y da las órdenes.

EN CLASE DE ADIESTRAMIENTO. Alfredo Falcón con uno de los perros a los que enseña a comportarse. EN CLASE DE ADIESTRAMIENTO. Alfredo Falcón con uno de los perros a los que enseña a comportarse.

A LA CUCHA | EL RINCÓN DE LAS MASCOTAS

Lo presentás como tu hijo. Duerme en tu cama. Lo llenás de mimos, lo alzás para besarlo, le festejás el cumpleaños, le comprás ropa y juguetes. Y te cuesta ponerle límites. Resultado: una mascota malcriada, que hace sus necesidades donde quiere, rompe cualquier objeto que esté a su alcance y ladra insistentemente.

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Si es tu caso, no te alarmés. Primero, porque no sos el único al que le pasa. Segundo, porque tiene solución. De hecho, los adiestradores de perros ya están acostumbrados a recibir pedidos de gente para “reeducar” a sus mascotas.

“Esto es una consecuencia de la creciente humanización de los perros. Estamos viendo cada vez más animales malcriados”, detalla el adiestrador Alfredo Falcón.

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“El perro debe tener una función dentro de la jauría. La carencia de una jerarquía adecuada en el hogar desvirtúa esta condición y genera serios problemas”, remarca.

Misael Mendoza, también adiestrador canino, advierte que la mejor forma de tener un perro equilibrado es criándolo con estos tres pilares: ejercicio, disciplina (límites) y cariño.

“Cuando una persona lleva un perro a la casa debe mimarlo, pero nunca olvidarse de ponerle límites y exigirles que la obedezca. Ante ellos hay que cumplir una función de liderazgo”, explica. Le ha pasado en varias oportunidades que las personas le piden ayuda porque ni siquiera pueden sacar a dar una vuelta a su mascota.

“En vez de sacar a pasear el perro, parece que es el can el que lleva a pasear a su dueño... no lo pueden dominar”, ejemplifica. Otra dificultad frecuente es no saber cómo impedir que las mascotas rompan todo lo que encuentran en la casa, o cómo enseñarles el lugar indicado para hacer sus necesidades fisiológicas. “Al final, es como que no pueden disfrutar del animal. Me dicen que sus mascotas son un caso perdido, que deben arrastrarlos para que les hagan caso”, cuenta.

Según su experiencia, al animal cuando se porta mal o no obedece hay que corregirlo en el momento, dentro de los tres segundos, para que tenga efectividad el reto. “Un perro equilibrado es un perro sumiso, que obedece y que no rompe cosas”, resume.

Cada vez humanizados

Basta repasar algunas cifras para entender mejor la realidad. Los animales de compañía son cada vez más importantes en la vida de las personas. Una encuesta elaborada en el país por Millward Brown Argentina, para dos reconocidas marcas de alimento balanceado, mostró que en ocho de cada 10 hogares hay mascotas. La mitad de los argentinos que tiene un animal siente que este es un miembro más de la familia. El 40% de los perros vive adentro de las casas y un 18% de la gente los considera “como un hijo”.

El adiestrador Falcón está en contra de humanizar las mascotas. Sostiene que tal vez este comportamiento puede estar bien para satisfacer las necesidades del dueño, pero no las de los animales de compañía. “Siempre que alguien me dice que quiere una mascota le digo que debe evaluarlo bien: si tiene tiempo, dinero y espacio necesario para criarla”, advierte.

“Generalmente, como están las cosas, a los cinco meses ya deben buscar ayuda profesional para formar al animal en determinadas pautas de obediencia, para vivir armónicamente con otras personas y con otros perros”, resalta.

Correcciones básicas

Según detalla, con su trabajo logra corregir algunas cosas básicas de interacción del perro con su dueño; por ejemplo, que le haga caso cuando le diga que se detenga, que camine al lado del propietario -sin adelantarse ni tirando de la correa- y que haga sus necesidades donde debe y no donde quiere.

Falcón da algunos consejos sobre cómo hacer para que no hagan pis en cualquier parte de la casa. “Conviene adiestrarlos desde pequeños, con piedras santiarias o arena. Hay que estar atentos y cuando uno ve que están por orinar, hay que alzarlos y llevarlos adonde están las piedras. Así una y otra vez hasta que aprendan”, sugiere.

“Si muerde todo, una buena opción es hacerles un juguete casero con una botella pequeña que tenga alimento adentro y con pequeños agujeros para que perciba el olor de la comida”, añade. “Y la única manera de que dejen de ladrar por todo es que sociabilicen, que tengan contacto con el mundo exterior… porque así van perdiendo miedo”, destaca.

¿Quién es el que manda?- Demostrale que sos el jefe. Tocalo de vez en cuando, cuando quieras, acaricialo y hacé que se acueste panza arriba; esto es muestra de sumisión. Es importante que no permitás que él te toque siempre que quiera. Cuando es cachorro y jugás con él no permitás que se te ponga encima, ya que esta es una posición de dominio.
Premio cuando obedece.- Cuando es cachorro debés procurar que te obedezca, quiera o no. Sólo de esta manera sabrá quién da las órdenes. Así que no lo premiés, aunque sea con una caricia cuando no se la haya ganado. Y, por el contrario, cuando se porte bien y te obedezca, premialo y consentilo.
Si quiere jugar, sólo con sus juguetes.- No lo dejés jugar con cualquier cosa que encuentre en la casa: zapatillas, medias o esponjas. Debe entender que sólo puede hacerlo con sus juguetes. Dejáselos a mano y si intenta jugar con cualquier otra cosa que no le hayás dado, es mejor que se la saqués.
Dale órdenes.- Desde pequeño acostumbralo a recibir órdenes de cualquier tipo: “sentate”, “levantá la patita”, “vení”. Si cumple tus órdenes, dale todas las caricias que quieras. Esto te servirá para educarlo.
Tiempo de calidad.- Dedicale un tiempo de calidad a tu perro a través de juegos, caricias, educación y socialización. Recordá que el lazo creado entre vos y tu mascota hará que desarrolle su conducta.
Jerarquía dentro de la casa.-  Deben asumir un rol de sumisión dentro de la jerarquía del hogar. Tratá de no confundirlo y asegurate de que tu cachorro tenga bien claro quién es el “jefe de la manada”, de lo contrario cuando sea adulto hará lo posible para ser el que manda.
Buena alimentación y sociabilidad.- Dale alimentación balanceada de acuerdo con su peso y con su raza. Procurá exponerlo a otras personas y animales. Un perro sociable es un perro sano. Hoy muchos de los problemas de comportamiento de los perros están relacionados con la falta de socialización.

> SÉ EL "LÍDER DE LA MANADA"

- ¿Quién es el que manda?.- Demostrale que sos el jefe. Tocalo de vez en cuando, cuando quieras, acaricialo y hacé que se acueste panza arriba; esto es muestra de sumisión. Es importante que no permitás que él te toque siempre que quiera. Cuando es cachorro y jugás con él no permitás que se te ponga encima, ya que esta es una posición de dominio.
- Premio cuando obedece.- Cuando es cachorro debés procurar que te obedezca, quiera o no. Sólo de esta manera sabrá quién da las órdenes. Así que no lo premiés, aunque sea con una caricia cuando no se la haya ganado. Y, por el contrario, cuando se porte bien y te obedezca, premialo y consentilo.
- Si quiere jugar, sólo con sus juguetes.- No lo dejés jugar con cualquier cosa que encuentre en la casa: zapatillas, medias o esponjas. Debe entender que sólo puede hacerlo con sus juguetes. Dejáselos a mano y si intenta jugar con cualquier otra cosa que no le hayás dado, es mejor que se la saqués.
- Dale órdenes.- Desde pequeño acostumbralo a recibir órdenes de cualquier tipo: “sentate”, “levantá la patita”, “vení”. Si cumple tus órdenes, dale todas las caricias que quieras. Esto te servirá para educarlo.
- Tiempo de calidad.- Dedicale un tiempo de calidad a tu perro a través de juegos, caricias, educación y socialización. Recordá que el lazo creado entre vos y tu mascota hará que desarrolle su conducta.
- Jerarquía dentro de la casa.-  Deben asumir un rol de sumisión dentro de la jerarquía del hogar. Tratá de no confundirlo y asegurate de que tu cachorro tenga bien claro quién es el “jefe de la manada”, de lo contrario cuando sea adulto hará lo posible para ser el que manda.
- Buena alimentación y sociabilidad.- Dale alimentación balanceada de acuerdo con su peso y con su raza. Procurá exponerlo a otras personas y animales. Un perro sociable es un perro sano. Hoy muchos de los problemas de comportamiento de los perros están relacionados con la falta de socialización.

> Registro

Más de 10.000 animales

El Registro Único de Mascotas (RUM) ya superó los 10.000 animales en Tucumán, informó la Secretaría General de la Gobernación. Se abrió con el objetivo de disminuir el índice de animales callejeros y generar conciencia sobre el cuidado de las mascotas. Si querés registrar tu mascota entrá al sitio www.mascotas.tucuman.gov.ar. Allí ponés su nombre, la raza, la edad, si está vacunado y si tuvo alguna intervención quirúrgica.

> Estrés canino

Tu mascota también se aburre

¿Sabías que los perros se aburren? ¿Y que la ciudad puede ser un entorno difícil para ellos? Los especialistas afirman que un ambiente poco estimulante puede causar problemas psicológicos, estrés e incluso depresión en los canes y hasta problemas de comportamiento. No obstante, lo que se conoce como enriquecimiento ambiental es un proceso que ayuda a los perros de ciudad a liberar el estrés que implica para ellos vivir en un ambiente urbano. Entre otras cosas, deberías: fomentar sus relaciones con otros perros y humanos de forma divertida, hacerlos trabajar por su comida, enseñarles nuevos trucos y hasta crear pistas de rastreo durante los paseos.



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