Una típica historia de verano

Una típica historia de verano

Encuentros y desencuentros de jóvenes que retoman sus estudios universitarios

ESCENARIO La Facultad de Filosofía y Letras de la UBA es el eje en torno del cual transcurre la historia que narra Olguín. filo.uba.ar ESCENARIO La Facultad de Filosofía y Letras de la UBA es el eje en torno del cual transcurre la historia que narra Olguín. filo.uba.ar
25 Febrero 2018

NOVELA

Filo

SERGIO OLGUÍN

(Alfaguara - Buenos Aires 

Se trata de una historia que gira alrededor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, en la década de los 90, con toda su mitología. Sus personajes son alumnos, jóvenes y no tan jóvenes que retoman el estudio de la carrera de Letras, levemente rebeldes, y en ese ir y venir de la vida se dan encuentros y desencuentros. Marcela, el personaje central, ha dejado el estudio hace años para casarse y regresa a la Facultad cuando cumple 27 años, aburrida de su vida. Allí encuentra, como era previsible, un antiguo novio con quien retoma la relación. Otros personajes giran a su alrededor; su padre, un hombre mayor que ha perdido su trabajo y no se atreve a comentarle a su mujer, una profesora joven, ayudante de cátedra, un alumno interesante y erudito, algún delincuente de poca monta… etcétera.

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Su autor tiene varios premios y reconocimientos –según consta en su presentación– pero esta novela, que no es la última de su autoría, es superficial. No acontece nada importante a ningún personaje, nada que lleve al lector a reflexionar sobre asuntos relevantes de la vida, sobre dilemas existenciales, nada que lo atrape y lo sumerja en un mundo de ficción del que no pueda escapar. La narración tiene, por momentos, un ritmo sostenido y logra escenas interesantes –algunas eróticas– de alguien con oficio, pero sin conmover. Los caracteres de los personajes carecen de complejidad, son de una sola cara. Incluso el final es edulcorado; cuando se espera un desenlace espectacular porque han pasado cosas entre cómicas y trágicas, el cierre de la historia decepciona: deja tranquilo al lector. Una novela sin mayor trascendencia, apta para leer en el verano.

© LA GACETA

Cristina Bulacio

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