Dime de qué trabajas y te diré por qué engordas

Dime de qué trabajas y te diré por qué engordas

Un estudio realizado en Europa indica cuáles son las profesiones que, por sus características, propician el sobrepeso y la obesidad

OFICINISTAS. El problema de este sector laboral es la falta de horarios adecuados para hacer las comidas.  OFICINISTAS. El problema de este sector laboral es la falta de horarios adecuados para hacer las comidas.
17 Febrero 2018

Los militares, personal de seguridad, camioneros, cocineros, manipuladores de alimentos y oficinistas son los profesionales que más riesgo tienen de engordar, según un informe del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) que reproduce en su portal el diario Panorama.

Las causas tienen que ver con que cuentan con un espacio de trabajo reducido, que limita la movilidad; que por sus horarios o circunstancias no pueden llevar hábitos saludables como practicar actividad física, suelen apelar a la comida rápida, picar entre horas, y tienen un uso sedentario de su tiempo libre.

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“La obesidad en el ejército se ha planteado como una cuestión de prestigio e imagen, pero en el fondo sigue siendo un problema de salud derivado de un entorno restrictivo hostil y unos hábitos de vida inadecuados”, comentó el portavoz del IMEO, Rubén Bravo.

En concreto, entre los trabajadores de los servicios de seguridad y militares, algunas de las causas que más podrían influir en el sobrepeso y obesidad de sus miembros son la inestabilidad de sus horarios, con turnos de día y noche y jornadas maratonianas; el tiempo reducido para cocinar, la mala planificación de las comidas y la tendencia de picar entre horas; el estrés físico y emocional al que se ven sometidos; y la insuficiente práctica de ejercicio físico.

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“Son profesiones sometidas a una continua presión y estado de alerta que puede derivar en mayor ansiedad por la comida, conduciendo a una sobreingesta, tanto en cantidad como en calorías”, sostuvo la nutricionista clínica del IMEO, Carmen Escalada, que aconseja a estos profesionales llevar una dieta variada y equilibrada, comiendo cada 3 horas con el fin de evitar pasar hambre y ansiedad.

En tanto, cocineros y manipuladores de alimentos se pasan toda la jornada laboral en contacto directo con la comida: manipulan, cocinan, huelen, saborean y prueban el producto o plato final. En tal situación, estas personas son más vulnerables a sufrir ataques repentinos de picoteos entre horas por ansiedad. “En la pauta nutricional tanto de cocineros como de manipuladores de alimentos, recomendaríamos organizar bien los horarios de comidas (lo ideal sería cada dos o tres horas) y planificar las comidas”, declaró la nutricionista Estefanía Ramo.

Sugiere una colación ( media mañana y la merienda) de un lácteo desnatado, fiambre magro o gelatina sin azúcar añadido o una fruta. Y si el Asimismo, es recomendable, independientemente si se hace turno de mañana, tarde o noche, llegar al puesto de trabajo habiendo realizado la correspondiente comida en casa para se evita en esa ingesta picoteos innecesarios.

Poco tiempo para comer

Los camioneros tienen características particulares, ya que apenas disponen de tiempo libre para realizar actividad física. Debido a la naturaleza de su labor, pasan mucho tiempo sentados y en reposo y su tasa metabólica tiende a ir disminuyendo con la edad, y sobre todo a medida que incrementan el peso y la masa grasa. “Además, uno de sus principales problemas es que disponen de poco tiempo para comer y de escasas opciones para comer bien”, contó la nutricionista del IMEO Andrea Marqués.

Los nutricionistas aconsejan llevar ciertos alimentos “a bordo” para cuando comer o cenar en un restaurante resulte imposible como, por ejemplo, fruta, lomo, yogur desnatado o frutos secos.

En relación a los oficinistas y cargos directivos, los expertos del IMEO enfatizan que el problema de este tipo de empleo se encuentra fundamentalmente en los horarios de las comidas. “La mayoría realiza un desayuno mínimo que puede constar de un café simplemente, a media mañana otro café junto con picoteos, seguido de un sándwich o una ensalada ya elaborada para comer. Y cuando a la tarde llegan a la casa tienen un hambre voraz unido con ansiedad, se devora la nevera entera”, comentó la nutricionista del IMEO Mireia Elías.

Los especialistas recomiendan alimentos que ayudan a mejorar el rendimiento laboral, la memoria y la concentración, como tomate, salmón y atún, avena, leche descremada, café y té con moderación, cacao, nueces y almendras, bananas y arándanos.

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