Las compras on line acercan las marcas al consumidor

Las compras on line acercan las marcas al consumidor

Hay quienes buscan una etiqueta en particular porque les garantiza calidad. Otros prefieren seguir la moda con prendas más básicas

EN LOCALES. Esta modalidad lleva mucho más tiempo, por eso los más jóvenes prefieren el e-commerce. la gaceta / foto de Adrián Lugones (archivo) EN LOCALES. Esta modalidad lleva mucho más tiempo, por eso los más jóvenes prefieren el e-commerce. la gaceta / foto de Adrián Lugones (archivo)
07 Febrero 2018

El gusto por comprar ropa de marcas existe, sin dudas, en todos los rincones del mundo. Pero, ¿realmente somos todos víctimas de los gigantes de la industria textil? ¿Es necesario vestir prendas de marcas? ¿Qué significa ser un consumidor nato de ropa importada o cara? ¿Cómo nos comportamos los tucumanos respecto de este tema?

Eugenia Flores, diseñadora de indumentaria de la provincia, considera que actuamos de manera diferente frente a las marcas, y un factor que tiene gran incidencia -a su criterio- es el grupo etario. “Los millennials -nacidos entre 1980 y 2000 aproximadamente- consumen variado. Algunos no tienen fidelidad a tal o cual marca, sino al producto en sí. Para ellos ese producto se convierte en un objeto de deseo. Al contrario de las generaciones anteriores, la mayoría son fieles a determinadas marcas y/o tipologías de indumentaria. En este caso la prenda es objeto de seguridad”, afirma.

Publicidad

Flores agrega que el grupo de jóvenes de la llamada generación “Y” elige camisas de vanguardia, pantalones con diseños originales, zapatos que son íconos a nivel mundial, cortes slim fit (al cuerpo) en todas las tipologías de prendas, entre las opciones que el mercado ofrece, sobre todo el de la plataforma online. “Tener un vestido o un short de una marca en particular ya no es impedimento gracias a las compras vía web. Los jóvenes se manejan muy bien con esa opción. Sobre todo aquí en Tucumán donde el número de locales de ropa propia es escaso”, puntualiza.

Las generaciones anteriores a los millennials optan por las camisas básicas con pinzas, los zapatos clásicos y los pantalones rectos, y compran estas prendas en los locales de siempre, muchos de ellos arraigados a una marca en particular, por cuestiones de confianza y/o tradición.

Publicidad

E-commerce al top

Comprar a través del celular o la computadora facilita la búsqueda y ahorra tiempo para encontrar esa remera exclusiva que se necesita con urgencia. En ese caso -explica Flores- los más jóvenes aprovechan las herramientas digitales para consumir prendas de diferentes firmas. El e-commerce (la compra online) hoy ofrece miles de opciones para poder estar a la moda. “En los showrooms, por ejemplo, tienen un sinfín de marcas importadas o nacionales, con las mismas facilidades de pago que ofrece un local del centro. Además, los influencers de Instagram o Facebook, de reconocimiento mundial, muestran tendencias que el mismo showroom puede proporcionar. Hoy veo mucho más ese e-commerce en la sociedad que su contracara: la tradicional compra que se hace en el local comercial”, asegura Flores, la diseñadora que hace 11 años trabaja en el rubro de la moda.

Utilizar las redes sociales es una cuestión de comodidad y rapidez: “tenés la posibilidad de pasar con el dedo 70 imágenes de proveedores de todo el país. De lo contrario -explica- tenés que ir a recorrer el centro y gastar más tiempo”.

El tema de la distancia y conseguir una prenda de determinada marca ya no es limitante hoy gracias a las herramientas online: “Tenemos la posibilidad de ver tendencias de Tucumán, de Buenos Aires o de Nueva York”

Bruno G -cantante pop- siempre busca aquello innovador, llamativo y original. “Muchas veces las grandes marcas no tienen eso que busco. Las más reconocidas (sobre todo en Tucumán) traen lo clásico. Si consigo estampados distintos, colores alegres, con brillos, mangas o cortes no convencionales me conformo sin darle importancia a la marca sino al estilo, sobre todo si son prendas para mis shows en donde juega más lo artístico. Busco el qué y no el de quién”, cuenta. Sin embargo, en materia de prendas deportivas, a Bruno sí le pesa la etiqueta. “El diseño, la durabilidad y la calidad del producto, como las zapatillas, vale la pena”, afirma.

Las prendas de la temporada y la calidad van de la mano para Guadalupe Moreno que no discrimina entre la ropa de etiqueta y la del bando contrario. No suele elegir ropa original o que se destaque entre las demás, sino que sigue los estándares de la moda del momento, algo más básico. “Para todos los días priorizo la comodidad y el buen calce. Para esto no necesito gastar en marcas determinadas. Con la ropa deportiva, los bolsos, carteras o jeans me pasa lo contrario: busco que sean de determinada etiqueta para aprovechar la durabilidad y las terminaciones de los productos”, cuenta.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios