Cirugía estética para perros, una práctica peligrosa y cada vez más cuestionada

Cirugía estética para perros, una práctica peligrosa y cada vez más cuestionada

España acaba de prohibir el corte de orejas y de colas de canes. En Tucumán el 90% de los veterinarios ya no las realiza. Mutilaciones ilegales

CUESTIÓN DE RAZA. A algunos perros les hacen intervenciones para que las orejas queden erectas y sean más vistosas; es sólo por motivos estéticos. CUESTIÓN DE RAZA. A algunos perros les hacen intervenciones para que las orejas queden erectas y sean más vistosas; es sólo por motivos estéticos.
06 Febrero 2018

Los primeros cortes de colas y orejas se practicaron en perros de caza y ovejeros hace siglos. Cuentan los veterinarios que la idea era colocarlos en ventaja frente a animales enemigos. Estas prácticas fueron avaladas durante muchos años bajo la creencia de que así los canes crecían más saludables y escuchaban mejor. Nada más errado, según los expertos, que por estos días celebran los avances en el mundo en contra de este tipo de mutilaciones. España acaba de prohibirlas a través de un convenio sobre protección de animales. En ese país ya no será posible la amputación del cuerpo de perros o gatos por cualquier motivo que no sea médico.

Pese a que en Tucumán y Argentina no hay norma que lo impida, ese tipo de mutilaciones es cada vez menor, cuenta Miguel Guerinau, presidente del Colegio de Veterinarios de Tucumán.

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“El 90% de los profesionales de aquí ya no lo hace. No obstante, es una práctica que se sigue realizando fuera de los consultorios: lo hacen algunos criadores de perros, por ejemplo, sin usar anestesia y sin las medidas de seguridad correspondientes. Cuando nos enteramos, los denunciamos por práctica ilegal de la profesión”, remarcó.

Según Guerinau, los dueños piden el corte de orejas y de cola solamente por una cuestión estético. “No tiene ningún fundamento científico. Es algo cruento y los animales suelen sufrir en el posoperatorio y se arriesgan a padecer una infección”, explicó.

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Argumentos

El argumento de las orejas caídas también se usó para los perros de peleas, resalta la veterinaria Rosandra Molina. Decían que con las orejas erguidas eran inaccesibles frente a su adversario y lo mismo se pensaba de la cola. “Lo hacían para que el enemigo no tuviera de dónde agarrarse”, precisa.

“Es una cirugía innecesaria. Dejé de hacerla principalmente porque los posoperatorios dependen de los dueños de los animales y no siempre los cuidaban como corresponde; entonces, los perros terminaban sufriendo infecciones”, comentó.

Las mutilaciones de cola suelen hacerse en los cachorros durante los primeros días de vida; las de orejas cuando son un poco más grandes. Doberman, dogos, ovejeros, boxer, rottweiler y gran danés suelen ser las razas a las que más les practican estas cirugías. Se lo hace por una cuestión estética en la actualidad.

“Es una forma de maltrato al animal, más allá de alguna complicación”, señala Noelia Tacacho, reconocida rescatista de animares. “En la mayoría de las veterinarias ya no figura ni en el listado de prestaciones”, celebró.

Definiciones

Los cortes de orejas y cola en los perros se denominan otectomías y caudectomías caninas. En el primer caso se les remodela el contorno del pabellón auricular para lograr que la oreja sea erecta, en proporción a la cabeza y el cuerpo del perro. Tras ese procedimiento, la oreja amputada es fijada con cintas hasta que los músculos y el cartílago queden firmes.

“En un tiempo se decía que era para que tenga el conducto auditivo más aireado y que no padezcan otitis, ¿qué de cierto hay en esto?”, le preguntamos a la veterinaria Molina. “No es cierto, para nada. Esta cirugía sólo le aporta más elegancia a una raza determinada”, comentó la experta. También celebró que España haya prohibido el corte de cuerdas vocales de perros, una práctica que comienza a aparecer entre las mascotas que viven en edificios. Sus dueños piden la cirugía para no afrontar problemas con sus vecinos como consecuencia de los ladridos constantes. “Me parece un horror. Sé de casos que ya se dieron en Tucumán”, afirmó la especialista.

En cuanto a la prohibición de extirpar uñas y dientes por fines estéticos, Molina opinó que es necesario analizar bien cada caso, porque pueden llegar a ser necesarios para evitar el sufrimiento del animal.

En un punto coincidieron todos los expertos consultados: sería bueno tener una norma completa y actualizada de protección animal.

POR RAZONES MÉDICAS.- La ley que se aprobó recientemente en España es muy específica. Se prohíben las intervenciones quirúrgicas para modificar la apariencia u otros fines no curativos; sólo se autorizarán si un veterinario las considera beneficiosas por razones de medicina, por el beneficio de un animal determinado o para impedir su reproducción. Las operaciones en las que los animales sufran dolor exigirán anestesia administrada por un veterinario.

Sacrificios.- Sobre el sacrificio de mascotas, el Convenio Europeo expone que sólo podrá hacerlo un veterinario o persona competente excepto para poner fin al sufrimiento del animal en casos de urgencia en los que no pueda obtenerse rápidamente la asistencia de un profesional. Asimismo, la norma prohibe como método de sacrificio el ahogamiento u otros métodos de asfixia, el uso de venenos o drogas y la electrocución, a menos que vaya precedida de pérdida inmediata de conocimiento.

Uñas y dientes.- Los responsables de mascotas tampoco podrán extirpar uñas y dientes por fines estéticos o más allá de lo estrictamente curativo, ni tampoco regalarlas como premio o gratificación.

Adiestramiento.- En particular, la ley prevé que España deberá prestar atención a que el adiestramiento de perros se haga por personas dotadas de conocimientos idóneos.

Que no sean regalos.- Otro punto importante de la norma es que se deberá desalentar el regalo de animales a menores de 16 años sin consentimiento expreso de sus padres, y el regalo de animales de compañía a modo de premio, recompensa o gratificación.


Investigación
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Un estudio reciente realizado en Hungría y publicado por la Royal Society reveló que los patrones de sueño de los perros se ven alterados cuando estos padecen estrés.  El estudio analizó los hábitos de sueño de perros que estaban expuestos tanto a experiencias emocionales positivas (que lo acaricie el dueño) como negativas (que algún desconocido intimidante se acercase a ellos). Los resultados demostraron que los primeros lograban un sueño más profundo y prolongado, mientras que los que estaban estresados antes de dormir eran más propensos a despertarse y a dormir mal.
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