Un mundo en el que los ricos son inmortales

Un mundo en el que los ricos son inmortales

Netflix apuesta a una serie de ciencia ficción, que recuerda a la película “Blade Runner”.

PRIMER EPISODIO. Un millonario busca aclarar su supuesto suicidio.  PRIMER EPISODIO. Un millonario busca aclarar su supuesto suicidio.
02 Febrero 2018

En el año 2384, los seres humanos se han modificado y la existencia misma se ha transformado, al punto que es posible vivir eternamente aunque el cuerpo esté muerto. Ello sucede en “Altered Carbon”, la nueva serie de Netflix que se estrena hoy.

Desde el primer capítulo las sombrías escenas se plantean en un mundo futurista, decididamente oscuro y violento, con un dejo inconfundible del recordado filme “Blade Runner”.

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Los críticos han señalado que esta historia, que contará con 10 episodios, profundiza en la línea de “Black Mirror”, y tiene muchos elementos para convertirse en la serie del año de Netflix. Es una novela de ciencia ficción escrita por Richard K. Morgan en 2002, por la que recibió el Premio Philip K. Dick. La historia ha sido llevada a Netflix por Laeta Kalogridis y es una de las grandes expectativas de ciencia ficción para todo el año.

En la serie, el conocido actor Joel Kinnaman interpreta a Takeshi Kovacs, es decir, al nuevo cuerpo con el que este personaje se despierta de un gran letargo, 250 años después, en un futuro distópico. Kovacs no es un chico bueno, sino que su vida pasada estuvo marcada por funciones más cercanas a las de un sicario. No tiene miedo de matar o de mentir. Kinnaman impregna a su personaje de una notable interpretación, en la que destaca su atormentado pasado al que viaja a través de flashbacks.

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Investigación

En el relato se presenta la idea de seres humanos que han encontrado la manera de mantener su conciencia viva, una muestra más de la obsesión del hombre por encontrar la inmortalidad. Ahora que los cuerpos son intercambiables y las conciencias se pueden digitalizar, cualquiera podría seguir la pista de su propia muerte; tal es el caso de Laurens Bancroft (James Purefoy).

El tema es que sólo aquellos con suficiente dinero pueden tener prácticamente esa vida eterna. En otras palabras: en el siglo XXV, las personas ya no mueren, pues tienen la posibilidad de transferir su mente y conciencia a otro cuerpo; pero no todo es perfecto, ya que es un servicio sólo para multimillonarios.

En la presentación hay por ahí algún diálogo que puede pecar de demasiado expositivo -y un uso muy mejorable de la voz en off-, pero lo cierto es que funciona y prepara para lo que se verá: una enorme investigación de un crimen difícil de explicar.

Supuesto suicidio

Bancroft es un millonario de 500 años de edad que, supuestamente, se suicidó. Aunque él no recuerda nada de su muerte, está convencido de que todo fue planeado y busca ayuda para descubrir lo que en realidad pasó. El millonario contrata a Kovacs, policía de Bay City, que era miembro de una unidad militar especial antes de ser asesinado e insertado en otro cuerpo.

Las escenas de acción son increíbles con coreografías casi imposibles, advierte la crítica especializada, elogiando los efectos especiales y técnicos desarrollados en grandes dimensiones con los que se realizaron las escenas. Y destaca que, mientras cuentan una historia principal, va ramificándose en otras más, dejando preguntas sin responder hasta llegar al final de la serie.

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