"Con que el 3% de la población donara sangre, no habría escasez"

"Con que el 3% de la población donara sangre, no habría escasez"

No existe un sustituto artificial, así que quienes necesitan transfusiones dependen de nuestra decisión. Campaña de verano. Verdades y mitos

ACTO DE AMOR. El tiempo relajado de vacaciones es ideal para adoptar hábitos solidarios en pro de la salud. conclusion.com.ar ACTO DE AMOR. El tiempo relajado de vacaciones es ideal para adoptar hábitos solidarios en pro de la salud. conclusion.com.ar
16 Enero 2018

Si algo salvará la especie humana, eso es la solidaridad. Y no hablamos sólo -ni fundamentalmente- de los grandes actos públicos. Más bien de esos en los que, como dice el Evangelio de Mateo (Mt, 6,3), “la mano izquierda no sabe lo que hace la derecha”. ¿Qué te parece la propuesta de aprovechar las vacaciones para ser solidarios?

Uno de los casi infinitos problemas con los que la gente necesita ayuda es, al mismo tiempo, fácil de resolver si todos ayudamos un poquito: la falta de sangre disponible para transfusiones. El problema de base es que, por mucho que ha avanzado la ciencia, no existe un sustituto artificial, así que no hay otra forma de obtenerla que la donación habitual y voluntaria. “Es la única forma de asegurarnos de que contamos con sangre segura, de calidad y en cantidad”, señaló Pablo Romero, que es promotor de hemodonación de la Dirección de Educación Sanitaria del Siprosa.

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Pero lamentablemente la cantidad de donantes sigue siendo escasa. “En la provincia, para cubrir la demanda, necesitaríamos unos 70 donantes diarios. Y hay días que no llegamos a los 40”, resaltó Graciela Ávila, jefa del Servicio de Hemoterapia del hospital Padilla.

Dónde hacerlo en enero

La Maternidad Nuestra Señora de las Mercedes y el hospital Eva Perón son postas permanentes de donación los lunes miércoles y viernes. Pero las necesidades son muchas y urgentes, así que durante enero (como mínimo) se sumó el Padilla y, los miércoles, el Hospital de Niños. Las donaciones se reciben por las mañanas.

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A Macarena Cárdenas la enfermedad del papá de un amigo la movió hace unos días a donar por primera vez en su vida.

“No lo dudé. Sebastián (Moyano, su esposo) es donante habitual; lo hace sistemáticamente cada seis meses. Pero para este señor con la sangre de él no era suficiente, así que le dije ‘voy con vos’. Lo único que dolió un poquito fue el pinchazo en el dedo, con el que controlaron si no estaba anémica”, contó Macarena, y destacó el papel fundamental de la técnica que hizo la extracción. “Su amabilidad y su capacidad de contención fueron fundamentales para terminar de perder el miedo a lo desconocido”, agregó.

Necesidades

Trasplantes de órganos, accidentes graves de tránsito, cesáreas complicadas... Son muchas las situaciones, de urgencia o no, que pueden requerir una transfusión. “Es importante que tomemos conciencia de la necesidad de nuestros enfermos -insistió Ávila-. Con que sólo el 3% de la población se acercara a donar sangre, en la provincia no sufriríamos la angustia de la escasez”.

Donar es muy sencillo: en las postas de donación te darán un cuestionario donde dejarás asentado tu consentimiento y la confidencialidad de tus datos; luego te harán una breve entrevista. En algunos casos pueden proponerte ser donante de médula. Luego viene el proceso de extracción propiamente dicha, que se realiza en un ambiente cómodo, fresco y relajado e insume entre 10 y 20 minutos. Y cuando este termina, te ofrecerán un refrigerio para que recuperes tus hidratación. La sangre que se extrajo será analizada para asegurarse de que no se corre el riesgo de transmisión de chagas, hepatitis B y C, sífilis, VIH, VPH y brucelosis, entre otras enfermedades. Esta información es un reaseguro sanitario, tanto para el donante como para el receptor.

Salvando vidas

“Contar con sangre suficiente para que los hospitales de alta complejidad puedan llevar adelante sus prácticas es el objetivo”, señaló Romero, y destacó que con lo que dona una persona (aproximadamente 400 ml, el 7% del volumen total de sangre) se puede salvar la vida de tres adultos o de seis niños.

Calculado de otra forma: si donás sangre dos veces al año desde los 18 hasta los 65, se ayuda a salvar más de 282 vidas. ¿No vale la pena un pequeño pinchazo?

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