Los Villafañe integran una delegación provincial en Madrid

España recibirá nuevamente esta semana a Noralía y el Mono Villafañe, embajadores musicales de la zamba tucumana que caminarán las calles de Madrid para participar en esta oportunidad de la edición número 38 de la Feria Internacional de Turismo (Fitur) uno de los encuentros de la materia más importantes del mundo, como expresión sonora de la delegación provincial.

En tres días, jueves, sábado y domingo de esta semana, padre e hija tendrán cinco presentaciones, con el acompañamiento de Ariel “Furia” Alberto en guitarra y la participación artística de Mario Albarracín en danzas tradicionales y a través de la expresión pictórica con sus cuadros sobre la provincia.

“Nuestro repertorio estará netamente integrado por composiciones de poetas y músicos tucumanos como Rolando “Chivo” Valladares, Osvaldo “Chichí “Costelo, Rubén Cruz y Lucho Díaz, entre otros, así como de los hermanos Núñez y Atahualpa Yupanqui. Sus canciones son las que forman parte de nuestros discos y de nuestras presentaciones, y es lo que mi papá llama sentido de pertenencia. En este viaje, más que nunca, llevaremos a Tucumán en nuestros corazones y nuestras voces”, destaca la cantante folclórica.

Noralía siente la responsabilidad de representar culturalmente a su origen a cada paso: “cuando salgo de Tafí Viejo para cantar a la capital, ya me siento embajadora de mi ciudad, así que imaginate lo que significa llevar esa bandera por el mundo y en nombre de la provincia entera”. “El Fitur es una vidriera mundial, donde queremos mostrar el paisaje tucumano hecho música y generar nuevas oportunidades de exposición para la cultura y el arte de la provincia, al mismo tiempo de mostrar la calidad de nuestros creadores”, detalla.

“Ya estuvimos en Barcelona en abril de 2017 y nos fue hermoso. Esta vez en Madrid será especial porque llegaremos apoyados y esponsoreados por el Gobierno, lo que es un sueño hecho realidad para nosotros. Tener el apoyo del Ente de Turismo a través de su presidente, Sebastián Giobellina, implica estar acompañados por todo un equipo de trabajo desde acá y en España. Eso nos hace sentir que vale la pena seguir adelante por nuestros sueños, y que el esfuerzo, el trabajo y la constancia en algún momento dan sus frutos”, agrega.

La convocatoria surgió desde una idea distinta, que no tenía en los planes el viaje. Los Villafañe le pidieron una audiencia a Giobellina en busca de un auspicio para seguir con sus presentaciones. Al llegar a la reunión, el funcionario les tenía lista la propuesta completa y se pusieron a trabajar de inmediato. “Fue una gran sorpresa. Con mi padre nos mirábamos y sé que sentimos lo mismo. Fue una de las pocas veces que pensamos que vale la pena lucharla, que alguien nos escuchó. Fue como que nos dieron un gran premio. Más que nada, estoy contenta por el reconocimiento y el respeto a mi papá porque hace muchos años que se lo merece”, sostiene.

“Uno busca, siempre busca, dónde actuar, dónde grabar, dónde llevar su música. Desde hace cuatro o cinco meses que venimos trabajando en estas presentaciones, pero cuando ya se está tan cerca de la fecha del viaje, los nervios y la ansiedad se mezclan con la alegría, con el amor por la música, con las expectativas... Es un todo lleno de emociones”, concluye.