Trump diseña un plan para vender más armas

Trump diseña un plan para vender más armas

Relajarán normas para exportar equipos fabricados en EEUU La Casa Blanca busca cumplir con la promesa de campaña de generar más empleo comerciando bienes al exterior

TODA UNA METÁFORA. La azotea del edificio Trump, en llamas.  Reuters TODA UNA METÁFORA. La azotea del edificio Trump, en llamas. Reuters
09 Enero 2018

El Gobierno de Donald Trump está por concretar un nuevo plan de “compre estadounidense” que insta a militares y diplomáticos del país a ayudar a recaudar miles de millones de dólares más en ventas de armas al exterior.

El presidente anunciaría en febrero un esfuerzo de “todo el Gobierno” para relajar las normas de exportación en materia de compras extranjeras de equipamiento militar fabricado en EEUU, desde aviones de combate y drones hasta buques de guerra y artillería.

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Trump apunta a cumplir la promesa de campaña de crear empleos en EEUU vendiendo más bienes y servicios al exterior, para reducir el déficit de la balanza comercial desde un máximo en seis años de 50.000 millones de dólares. El Gobierno también está bajo presión de contratistas del área de defensa, que enfrentan una creciente competencia de China y Rusia.

Sin embargo, cualquier alivio en las restricciones a la venta de la industria armamentista desafiaría las políticas garantistas en materiade derechos humanos y control de armas, a la vez que podría avivar la violencia en regiones particularmente conflictivas, como Oriente Medio y el sur de Asia.

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Funcionarios que hablaron bajo condición de anonimato dijeron que otra faceta del plan es poner en marcha un realineamiento de las Regulaciones Internacionales sobre el Tráfico de Armas (ITAR).

La estrategia de que el Pentágono y el Departamento de Estado estadounidense tengan un rol más activo en respaldar los acuerdos internacionales de venta de armas podría beneficiar especialmente a importantes contratistas locales del área de defensa, como Lockheed Martin y Boeing Co.

“Queremos que estos hombres, los delegados comerciales y militares, (...) sean promotores” de la industria armamentista estadounidense, dijo un funcionario de Washington cercano a las deliberaciones internas y que también pidió no ser identificado.

Las implicancias

La Casa Blanca y el Pentágono rechazaron realizar comentarios. Funcionarios de la industria de defensa y lobistas dieron la bienvenida al plan.

En tanto, un analista de seguridad nacional dijo que aliviar las restricciones a las exportaciones para permitir a los contratistas de material de defensa tener más ganancias a nivel internacional, aumentaría el riesgo de que armas estadounidenses de primer nivel lleguen a gobiernos con nefastos indicadores de derechos humanos o sean usadas por extremistas en atentados terroristas.

“Esta administración ha demostrado desde el comienzo que los derechos humanos han quedado rezagados ante las preocupaciones económicas”, advirtió Rachel Stohl, directora del programa de defensa convencional del Centro Stimson en Washington. “Y la cortedad de miras de la nueva política de exportación de armas podría tener implicaciones serias a largo plazo”, agregó.

Las acciones de las cinco mayores empresas contratistas del área de defensa de Estados Unidos (son Lockheed, Boeing, Raytheon Co, General Dynamics Corp y Northrop Grumman) han más que triplicado su valor en los últimos cinco años y actualmente cotizan en sus máximos históricos, o muy cerca de esas utilidades récord.

Las ventas militares al exterior en el año fiscal 2017, que comprende gran parte del primer año de mandato de Trump y los últimos meses del Gobierno de Barack Obama, treparon a 42.000 millones de dólares, desde 31.000 millones de dólares el año previo, según la Agencia de Cooperación en Seguridad y Defensa de Estados Unidos. (Reuters)

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