La UNT se apresta para contener a sus alumnos viajeros

Pablo Romano había comenzado a estudiar ingeniería Civil en la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología (UNT). Pero, como a muchos tucumanos de la generación de los “sub 30”, el sueño de vivir la experiencia europea le tiraba mucho más. Así llegó a Milán. Y cuando ya había apostado a desarrollarse como emprendedor “sin título”, se le cruzó una oportunidad impensada hasta hace poco tiempo. “Mientras estaba viviendo en Milán me enteré del acuerdo de doble titulación que habían suscripto la Facultad de Ciencias Exactas de la UNT (Facet) con la Universidad de Salerno. Vi la posibilidad, y gracias la confianza que me dio la UNT pude seguir cursando la carrera”, cuenta Pablo, que festejó las fiestas de fin de año con su familia en Tucumán. La experiencia que él está viviendo es parte de los programas de “internacionalización” que están desarrollando casi todas las universidades del mundo, y que en el caso de la UNT lleva ya muchos años, pero en el plano del posgrado. Según las autoridades de la Facet, este acuerdo de doble titulación con Salerno es el primero para el nivel de Grado en la UNT.

Acompañado por el decano de la Facet, Sergio Pagani, por el secretario de Relaciones Internacionales de esa Facultad, Eduardo Martel, y por el profesor Fernando Bach, Pablo compartió con LA GACETA su experiencia en el país de la bota, donde ya cursó nueve materias más la práctica final (trabajará sobre el desarrollo de un biodigestor a partir de heces de búfala). Ahora le queda el proyecto final y planea quedarse a vivir en Italia. Por lo pronto, reconoce que tiene con la UNT una deuda moral por todo lo que esta le ha dado.

- ¿Qué gana la universidad pública estimulando acuerdos que muchas veces no contemplan el retorno de esa masa crítica al país?

- Pagani: de hecho, ya hay convenios de intercambio con Francia, Alemania, México, Colombia y España. El objetivo a trabajar con Eduardo era la internacionalización de la Facet. Lo habíamos logrado con el posgrado, pero nos faltaba algo que involucrara a los estudiantes de grado. Pensamos que el intercambio es una fortaleza muy importante, porque aporta a la riqueza cultural del alumno. Pero también les permite a la Facet y a la UNT compartir experiencias con Facultades de otros países. Y quedan echados los vínculos con aquellos que empezaron como alumnos aquí y se radicaron en Europa. La importancia de la internacionalización no es menor, y aporta a los tres ejes de la universidad: investigación, docencia y extensión. Los rankings de universidades que se hacen anualmente tienen en cuenta el nivel de internacionalización de las universidades evaluadas.

Nuevos aires

El acuerdo con Salerno, afirmó Pagani, es parte de los cambios que se les imponen a las carreras de Ingeniería en todo el mundo. Uno de esos cambios es el impulso al emprendedurismo. En esa dirección, anticipó que la Facet está desarrollando una incubadora de empresas con base tecnológica, con la idea de que la universidad sea un ámbito que ayude al incubador a tener su propia empresa.

Pagani afirma que son conscientes de que la universidad debe emitir señales de cambio. Por eso, la comunidad de la Facet está embarcada en la renovación de sus planes de estudio, y esperan que estén concluidos a fines de este año.

“Estamos cambiando los planes de estudio de todas las carreras de la Facet, con la idea de este nuevo paradigma de enseñanza centrada en el estudiante y en el desarrollo de competencias, que no es sólo contenidos, sino, también, valores”, añade.

Sin embargo, no sólo la UNT debe cambiar. “Para muchas empresas argentinas -reflexionó el ingeniero Bach- la Facet es el principal semillero de profesionales. Sin embargo, no hemos reportado las suficientes respuestas por parte del empresariado local. A la universidad la siguen viendo sólo como una proveedora de graduados. Está faltando esa sensibilidad de devolución por parte de las empresas del medio, en general”.