Irregularidades que perjudican a vecinos de Yerba Buena

Irregularidades que perjudican a vecinos de Yerba Buena

Las presuntas irregularidades en obras de pavimentación en Yerba Buena provocan daños directos e indirectos en la comunidad. Afectan de manera directa porque las calles se observan deterioradas, pese a que son recientes, lo que redunda en que los conductores de vehículos deban realizar maniobras bruscas o sufran roturas los autos. Indirectamente también son perniciosas, porque lesionan la credibilidad de los vecinos en sus representantes y en las acciones de gobierno que llevan adelante.

Lo que llama la atención de los vecinos, en este caso, es que existan cuadras pavimentadas hace más de 10 años en perfectas condiciones, mientras que otras que se realizaron hace cinco o seis años son intransitables. Según funcionarios de la Municipalidad de Yerba Buena, la falta de la cantidad adecuada de hormigón en esas obras podría ser uno de los motivos. Otra explicación sería la de la existencia de defectos técnicos que estarían relacionados con un mal manejo de los fondos públicos. En septiembre pasado, el laboratorio de Ensayo de Materiales de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNT realizó un estudio en base a cerca de 50 muestras en cuadras pavimentadas durante la gestión municipal anterior. Según funcionarios de Yerba Buena, los resultados les permiten afirmar que en esas obras faltan materiales y, por ende, dinero pagado y no invertido en las obras.

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De acuerdo a ese informe, en la mayoría de los testigos (bloques de hormigón) extraídos, la altura rondaba los 12 centímetros, cuando debería tener 18. Eso sucedió, por ejemplo, en la calle Frías Silva al 600. En Frías Silva al 1.150, el testigo de hormigón dio 11 centímetros. En la calle Roca al 200, el resultado obtenido en esa cuadra es aún más llamativo que los anteriores: ocho centímetros de hormigón. En todos los casos, las calles deberían haber tenido 18 centímetros de altura, que es la supuestamente adecuada para soportar el peso de vehículos sin sufrir baches y rasgaduras.

Esa falta de hormigón en las obras habla de muchas cosas. Por ejemplo, de la falla en los mecanismos de control del municipio para verificar que las empresas contratistas realicen el trabajo de manera adecuada, con el material necesario y con los plazos y calidad acorde a lo que todos los vecinos pagaron, a través de sus impuestos, para que sea una mejora para la comunidad. Peor aún sería pensar que, en realidad, podría haber habido connivencia de los ex funcionarios con el grupo de empresas que realizó los trabajos. Curiosamente, un conjunto de esas constructoras repiten nombres en los cartas constitutivas y, casualmente, fueron esas mismas firmas las que realizaron los trabajos que hoy están siendo cuestionados por el municipio.

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Más allá de cualquier tipo de intencionalidad política que pueda tener la actual administración para cuestionar a sus antecesores, los estudios académicos hasta aquí muestran que habría irregularidades y que se habría perjudicado a los yerbabuenenses con obras de baja calidad y que fueron pagadas por otra.

Es menester que los organismos públicos de control, como los concejos deliberantes o los inspectores de obras de los respectivos municipios, monitoreen de manera adecuada y pongan énfasis en la necesidad de que los contratos de obras públicas sean transparentes. Sin esa necesaria claridad, y sin que funcionen los resortes de control, los vecinos y la comunidad toda termina siendo perjudicada.

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