En Tucumán hay buena madera para desarrollar nuevos negocios

En Tucumán hay buena madera para desarrollar nuevos negocios

Tucumán es una tierra de emprendedores, en el que la pasión muchas veces se impone a la rentabilidad. Así maduran los negocios, con proyectos innovadores y hasta excéntricos para una provincia del interior del país. Juan José Sacco y José María Alabarce son una clara muestra de que hay buena madera para desarrollar marcas “made in Tucumán”. Sacco elabora tablas de skate, en una de las empresas pioneras en el rubro. Y sueña con imponerse como marca para la actividad. Alabarce, en tanto, ha diseñado muebles que ya obtuvieron menciones especiales a nivel nacional. Uno de sus productos ya cuenta con el sello de buen diseño argentino.

EN SU TALLER. Sacco elabora tablas para skate, en una empresa pionera para la región. LA GACETA / FOTO DE JUAN PABLO SÁNCHEZ NOLI.- EN SU TALLER. Sacco elabora tablas para skate, en una empresa pionera para la región. LA GACETA / FOTO DE JUAN PABLO SÁNCHEZ NOLI.-
03 Diciembre 2017

JUAN JOSÉ SACCO: "mi sueño es vivir de lo que me gusta hacer"

“Mi sueño es vivir produciendo lo que me gusta. Y en ese camino estoy”. “J” no baja los brazos para desarrollar su emprendimiento. Desde hace tres años viene remando con la misma madera que hoy construye las tablas de skate. Sí, son “made in Tucumán”, hechos en Tucma Skate Boards, la única fábrica de esta naturaleza en el NOA. “J” es Juan José Sacco, un estudiante de Administración de Empresas en la UNT, que hace siete años acompaña a su padre en la administración de un bar céntrico. 

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“Uno siempre busca progresar, que el negocio funcione. ¡Qué más quisiera yo que imponer una marca propia, que se reconozca en otros lados!”, exclama el joven, que montó su taller en el barrio Sur de esta ciudad.

“J” sonríe en todo momento, pese a que reveló que pasó por situaciones complicadas. Su pequeña empresa es una muestra clara del uso de la tecnología de punta con herramientas elaboradas a lo argentino, es decir, adaptadas para la producción de un artículo poco usual en esta parte del país. “Formo parte de la Asociación Tucumana de Skate; allí, muchos chicos se acercan para motorizar un deporte que aún no encuentra el espacio que se merece. Todos ellos sueñan con ser parte de una marca reconocida”, relata.

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Tucma, que encuentra su origen en el nombre de un cacique de los Valles Calchaquíes, ha recibido asistencia del Ministerio de la Producción de la Nación para la adquisición de maquinarias. Recientemente ha certificado como una de las empresas de Marca Tucumán, un sello de distinción que se otorga a empresas, productos, instituciones y asociaciones cuya actividad está vinculada a los negocios, la cultura o el turismo de la provincia. “La producción, por ahora, es a escala. Por mes hacemos entre 50 y 60 tablas y esperamos que, en algún momento, la demanda explote”, indica el emprendedor. Cada tabla tiene un costo estimado de entre $ 400 y $ 500. Una completa, es decir, con el material rodante, puede llegar a costar tres veces más ese valor. Tiene una vida útil de entre uno o dos meses, de acuerdo con el uso que hace el skater. “Hemos recibido pedidos desde La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero y Córdoba, entre otras provincias, y eso ya es un logro importante”, confiesa.

La materia prima la adquiere en Buenos Aires, especialmente el pegamento que se usa para la consolidación de la tabla. La madera, en tanto, llega desde Misiones. “Me impulsa la pasión que tengo por esta actividad; mi gran apuesta es llegar a consolidar la marca y que sea exhibida en la vidriera del mercado global. Lleva tiempo, pero se puede. Es cuestión de poner todas las pilas”, puntualiza.

> JOSÉ MARÍA ALABARCE: buen diseño y tecnología, el "maridaje" perfecto

Apenas husmear por las persianas que albergan la propiedad de la esquina de Crisóstomo Alvarez y Próspero Mena preanuncia una suerte de “transgresión” en el tradicional barrio de la Ciudadela, a una cuadra apenas de una Mate de Luna en plena expansión. Al viejo almacén de barrio lo ha reemplazado un restobar - El Galpón- en el que sobresalen el mobiliario de diseños mezclados y mesones largos, de esos que invitan a compartir con parroquianos a los que hasta hace un minuto no conocíamos. Entre las mesas, sillas y sillones, tres objetos llaman la atención: una mesita de luz, un rack estilo vintage y un mueble estilo retro en madera clara, con perillas y joystick coloridos. A este último, José María Alabarce lo definirá como “una consola de juegos que contiene en su interior 4.000 títulos clásicos, y cuyas características esenciales son su estética, su portabilidad y que es muy fácil de usar”. Esos son tres de los productos estrella de la firma Mental Design, de los hermanos José María (35) y Ramiro Alabarce (25). Uno de los productos es la mesa de luz estilo escandinavo que obtuvo el premio “Puro Diseño” de este año y que exhibe sello del Buen Diseño Argentino. La mesa “Ara” (así se llama) fue diseñada con un programa especial en 3D , construida en una madera compuesta de varias capas de placas. Es desarmable-, hasta quedar convertida en un paquete chato de fácil portabilidad y envío- y se arma en tres pasos, debidamente explicados en un instructivo para el usuario. Otro producto estelar de “Mental design” es una lámpara Led con brazo articulado en la que se conjugan la madera clara que ya parece un sello de la firma con un menú de opciones lumínicas que la convierten en una mezcla de objeto funcional y lúdico. La lampara “Steps” cuenta con cinco programas, para que el usuario pueda disfrutar de diversas opciones lumínicas, desde la luz calma para lectura hasta haces multicolor que crean climas especiales.

José María es diseñador gráfico (UNSTA) y en 2014 saltó al diseño industrial. En su hermano menor, Ramiro, encontró el socio ideal para lograr lo que hoy produce Mental Design: objetos construidos en materiales diversos para un consumidor moderno que busca diseño, tecnología y funcionalidad. Para sus productos instalaron en un taller aledaño al restobar una impresora 3D y una máquina fresadora de CNC que les permite producir “a demanda”. Dicen que no les interesa producir en escala; que han apostado a un “cliente customizado”. Por ahora venden sus productos a clientes individuales o para ser comercializable (series de 10), y no descartan la opción de comercializar la licencia de uso de algunos de sus diseños. Mientras tanto, apuestan a que la mesa sea aceptada en el salón del Mueble de Milán 2018.

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