“En el futuro puede haber niños con déficit de imaginación”

“En el futuro puede haber niños con déficit de imaginación”

Un libro explica cómo orientar a los chicos en la práctica del mindfulness

21 Noviembre 2017

“El secreto de Emilia”, el libro de la psicóloga Marina Lisenberg, no es sólo un cuento para chicos sino también un texto que orienta a los adultos para que puedan, a través de técnicas sencillas, realizar ejercicios con los pequeños con el objetivo de relajar cuerpo y mente, consigna la agencia Télam, que entrevistó a la autora.

“El mindfulness es una manera de ejercitar nuestra capacidad de enfocar la atención hacia adentro y hacia el entorno físico y vincular. Nos invita a ser conscientes, no es un tratamiento o un remedio. Es una práctica, se entrena”, sostiene Lisenberg. El ejercicio cotidiano del mindfulness serviría, así, para incrementar la atención, controlar el estrés y la ansiedad, entender las emociones, mejorar la conexión con los demás y desarrollar capacidades.

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Lisenberg aprendió distintas técnicas de trabajo corporal y cuando conoció el mindfulness pudo integrar todo lo aprendido en ámbitos variados, y destaca: “en ese momento aún no tenía la difusión y validación científica que trajo la década de las neurociencias”.

La psicóloga afirma que la tecnología puede ser un recurso tanto para concentrar la atención como para la distracción. “Me parece que si elegimos cuándo, cuánto y cómo la usamos podemos avanzar. La tecnología ha enriquecido nuestra calidad de vida, pero las redes, el delivery y la inmediatez al presionar una tecla nos confunden. La tecnología es atractiva pero necesitamos experiencias vividas realmente”, resalta.

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Respecto de los niños, asegura que podemos enseñarles a conocer su capacidad de estar atentos a lo que van viendo, sintiendo, pensando. A registrar la postura física y las señales de tensión. “En algún tiempo quizás tengamos niños con ‘transtorno de déficit de imaginación’. Desde el punto de vista de la práctica de mindfulness, el cansancio por exceso de actividades, una alimentación poco saludable y la exigencia de rendimiento son contraproducentes y poco naturales en esta etapa de la vida”, advierte.

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