La iniciativa municipal del auto pedagógico

La iniciativa municipal del auto pedagógico

La vida es el don más preciado, sin embargo, pareciera no tener mucho valor para los tucumanos, especialmente para quienes conducen. En 2016, murieron en episodios viales 386 tucumanos, algo más de uno por día, cifra superada por Buenos Aires con 2211, Santa Fe, con 736 y Córdoba, con 415 víctimas fatales, según la asociación civil “Luchemos por la vida”. Las infracciones más comunes son cruzar el semáforo en rojo, manejar hablando por celular, sin abrocharse el cinturón de seguridad o sin casco, en el caso de los motociclistas. Pero lo más problemático es que la ciudad parece estar diseñada en función de los vehículos y de los peatones. A diferencia de lo que sucede en otras ciudades, en lugar de que los conductores frenen para que el transeúnte pueda pasar, dándole la prioridad, ocurre todo lo contrario.

En el afán de contribuir a la educación, la Municipalidad capitalina anunció la puesta en marcha un auto pedagógico, que irá marcando las reglas viales a medida que circula por las calles. Este será abordado por dos agentes de la Dirección de Tránsito; el acompañante portará carteles indicadores. Por ejemplo, cuando se movilicen por el carril de 40 kilómetros por hora de la avenida Mate de Luna, sacará por la ventanilla un cartel que indique que por ese lugar se debe circular a esa velocidad.

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El subsecretario de Tránsito y Transporte Operativo dijo que el valor que los conductores deberían darles a las leyes y normas que regulan el tránsito, es superado por la omnipotencia, la impunidad de creer que son los dueños de la calle y eso los habilita a hacer lo que desean. “De este modo reflejamos lo que somos: seres caóticos que no respetamos las normas. Tiene que haber un cambio de conducta, es un problema de educación. De ahí surge la idea de implementar el auto pedagógico, para ir aprendiendo sobre su marcha”, afirmó.

Según “Luchemos por la Vida”, en todo el país, el 90% de los conductores no cede el paso a quienes van caminando. “El caos del tránsito tiene que ver también con nuestra forma de ser: no se respetan las normas tanto en una cancha de fútbol, como en la tribuna, como en la vereda, en una iglesia o en un sindicato”, dijo el funcionario municipal.

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Parece simpática e imaginativa la iniciativa y su puesta en marcha permitirá sacar conclusiones luego acerca de su efectividad. Sin embargo, creemos que independientemente de este proyecto, se debe ir a la raíz del problema. Debería unificarse la metodología para obtener el carnet en toda la provincia, así como implementar un curso riguroso que incluyera evaluaciones con puntaje y que la persona que reprobara tuviese que repetirlo. Del mismo modo podría procederse en la renovación, porque una buena parte de los que actualmente poseen la licencia no han cumplido con estos requisitos y conservan varios vicios viales. Todos los carnets actualmente en vigencia, deberían caducar en una determinada fecha, de modo que los conductores tuvieran efectuar el curso.

¿Cuál serán los temores de los funcionarios que en todos estos años no han animado a tomar medidas educativas de fondo? Si a un estudiante de medicina se lo promocionara fácilmente en las materias, es posible que una vez graduado mate a alguien por negligencia. Del mismo modo, si se larga a la calle en un vehículo a alguien con preparación precaria o básica se está poniendo en peligro a la sociedad y su vida.

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