Sigue la movida para la maratón solidaria Don Orione

Sigue la movida para la maratón solidaria Don Orione

Chicos, grandes y familias enteras venden las pecheras

VOLUNTARIOS. Un grupo de casi 60 personas colaboran con el Pequeño Cottolengo ofreciendo pecheras por valor de $80. fotos de iván silva VOLUNTARIOS. Un grupo de casi 60 personas colaboran con el Pequeño Cottolengo ofreciendo pecheras por valor de $80. fotos de iván silva
01 Octubre 2017

Chicos, grandes, familias enteras. Todos quieren darle una mano al Pequeño Cottolengo, en la organización de la tradicional maratón solidaria Don Orione, que se realizará el sábado. La prueba se largará desde plazoleta Mitre, a las 15.30, y finalizará en el parque 9 de Julio, en Espacios Verdes.

Un grupo de jóvenes hicieron un recorrido por el microcentro y otro lugares para vender las pecheras, cuyo precio se fijó en $80. Algunos participan de esta fiesta deportiva desde hace muchos años, como María Belén Ayala. “Hace 23 años que soy voluntaria de la maratón. Desde entonces y hasta ahora, me sigue sorprendiendo la cantidad de personas que se solidarizan y las que se suman para colaborar. Primero me integré sola, después se agregaron mi novio (ahora su esposo), y mi hija. Ahora ayudamos todos”, contó.

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María Belén no sólo vendió las pecheras en todas las ediciones. También participó en todas las carreras. “Recuerdo que llevaba a mi hija Agustina en su coche. Ella todavía no tenía un año”, resaltó orgullosa.

Otro caso similar lo protagoniza Vanessa Sánchez, otra voluntaria que es madre de una nena. “Hace siete años más o menos que participo como voluntaria. No corro la maratón. Sólo colaboro con el Pequeño Cottolengo en la venta de pecheras. Siempre voy con mi nena”, le contó a LG Deportiva” con su pequeña hija en brazos.

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La recorrida

Un grupo de aproximadamente 60 personas recorrieron ayer los diferentes locales del supermercado VEA ofreciendo las pecheras que habilitan a participar de la maratón. La actividad continuará hoy.

Los chicos siguen con la movida de la fiesta atlética más grande que tiene nuestra provincia con un sólo fin: tenderle una mano al Pequeño Cottolengo.

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