El dirigente que nunca descansa

El dirigente que nunca descansa

Tras cumplir tres años al frente de la FIBA encara nuevos desafíos.

 la gaceta / foto de hector peralta la gaceta / foto de hector peralta

Con tres años de mandato recién cumplidos resulta prematuro calificar la gestión de Horacio Muratore como presidente de la Federación Internacional de Basquetbol (FIBA). Sí puede afirmarse, sin embargo, que debió desempeñar la función durante un período clave en la historia del organismo, cuando empezaron a ponerse en vigencia modificaciones muy importantes en ese deporte.

Según contó el tucumano a LG Deportiva, las semillas de esos cambios se plantaron cuatro años antes de que él asuma la presidencia. “Hago permanentes balances, y puedo decir que no es una presidencia tranquila (sonríe). Ya en el congreso de Estambul, en 2010, el entonces presidente, Yvan Mainini, y el secretario general, Patrick Baumann, propusieron varios cambios”, recordó. Entre otros, enumeró: la “Casa del basquetbol”; el nuevo sistema de gobernanza de la FIBA; el “3x3”, como otra modalidad de juego, y el flamante formato de clasificación para mundiales y olimpíadas, que comenzará a implementarse a partir de noviembre.

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Muratore resultó electo, por unanimidad, en el congreso que se realizó en Sevilla, el 29 de agosto de 2014. “De todos los objetivos que se habían propuesto antes, el único que estaba concluido era la ‘Casa del basquetbol’, que queda en Mies, un pueblito a 10 minutos del aeropuerto de Ginebra (Suiza). Todo lo otro estaba por hacerse”, recordó. Una de las modificaciones que más lo entusiasma es el “3x3”.

“Las estadísticas nos mostraban que los aficionados jugaban más de esta manera que en el formato tradicional de cinco contra cinco. El ‘3x3’ llega a más público: se juega en la calle, en escuelas, en clubes. Y empezamos a trabajar; queríamos que sea deporte olímpico. En Tokio 2020 estará el básquet tradicional y el ‘3x3’”, señaló.

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Pero acaso el cambio de mayor impacto, porque lo que implicará para la gran mayoría de las 215 federaciones que conforman la FIBA, sea el nuevo sistema de clasificación para las máximas competencias del básquet en el mundo. Hasta las últimas ediciones del mundial y de los Juegos Olímpicos, para que una selección pueda participar de estos torneos debía disputar campeonatos ad hoc, que se jugaban en un determinado país, durante algunos días. “Pero en la última parte de la pirámide, siempre terminan las mismas 45 federaciones. En Sudamérica, por ejemplo, durante los últimos 40 años siempre clasificaron Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela. El resto nunca pudo jugar un torneo de alto nivel. Decidimos cambiar para desarrollar más el básquet”, explicó.

El nuevo sistema clasificatorio resulta muy similar al del fútbol: en momentos determinados del año se abrirán unas “ventanas deportivas”, durante las cuales todas las selecciones disputarán dos partidos, en condición de local y de visitante. En América se jugarán seis ventanas. Durante la primera ronda -tres ventanas, del 20 de noviembre al 25 de junio del año que viene- se enfrentarán 16 equipos: Argentina, Panamá, Paraguay Uruguay (grupo A); Brasil, Chile, Colombia, Venezuela (B), Cuba, EEUU, México, Puerto Rico (C), Bahamas, Canadá, Dominicana e Islas Vírgenes (D). Los tres mejores de cada grupo pasarán a la siguiente ronda en la cual, divididos en dos zonas, jugarán las restantes tres ventanas -del 3 de setiembre del año que viene al 18 de febrero de 2019-. Irán al mundial de China los tres mejores de cada zona, y el mejor cuarto. Argentina debutará en casa ante Paraguay, el 23 de noviembre; tres días después, viajará a Panamá, para enfrentar al local.

Muratore considera que este formato beneficiará a las federaciones. “Surgirán nuevos valores, porque las listas de buena fe podrán cambiar de ventana a ventana. Por otro lado, cuando un equipo juega de local genera empatía con el público. Y las federaciones tendrán posibilidades de hacer dinero”, señaló. Sobre esto, explicó: “antes la FIBA tenía los sponsors; ahora las federaciones tendrán el 100%. Además, nosotros haremos la producción televisiva, y salvados los gastos, les repartiremos el dinero que ingrese. Finalmente, nosotros pagaremos árbitros, oficiales y el hospedaje de funcionarios. Lo único que pagarán las federaciones será el hotel de su equipo; les minimizamos gastos para que tengan la posibilidad de lograr recursos”.

Relevamiento y ayuda

A todos los cambios Muratore sumó otro proyecto, que tiene que ver con una obsesión suya. “Yo siempre trabajé en el desarrollo; en Tucumán, en la Confederación, en Sudamérica. Entonces pensé en cómo hacer para que una federación, que nunca organizó un partido de local, pueda trabajar en el nuevo sistema. Y lancé un nuevo objetivo: trabajar por el desarrollo de cada federación”, contó. En ese sentido precisó que con ese fin se conformó un working group, que preside, que ya evaluó la situación de 180 federaciones. “No visitamos algunas por problemas de Estado; y otras, las líderes, porque están haciendo todo bien. Tenemos un informe detallado de cada una de las que relevamos. Desde el 1 de enero pondremos expertos en los ítems que cada federación necesite; veremos de qué manera ayudarles”, manifestó.

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