“No somos estrellas, somos instructores de fitness”

“No somos estrellas, somos instructores de fitness”

-LUCAS BARRANCA. Tiene 30 años, nació en Córdoba y hace más de una década que está en Tucumán.  Es uno de los profes favoritos de Zumba. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ.- -LUCAS BARRANCA. Tiene 30 años, nació en Córdoba y hace más de una década que está en Tucumán. Es uno de los profes favoritos de Zumba. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ.-
09 Septiembre 2017

Él se ríe. Pero le gusta, por supuesto que le gusta que le digan que es una de las estrellas del Zumba en Tucumán. Su imagen estuvo durante varios meses en una gigantografía, en la puerta de uno de los gimnasios más visibles de barrio Norte, pero su imagen se hizo verdaderamente gigante cuando participó de la apertura del “Bailando por un Sueño”, lo que acabó con una selfie con Marcelo Tinelli. En esa ocasión, Lucas Barainca compartió pantalla con otra de las estrellas del Zumba en Tucumán: Hugo Mendieta.

Con todo eso, Lucas se pone serio luego de los halagos para afirmar: “no somos estrellas de nada, ni famosos. Somos instructores de fitness. Es genial que la gente se identifique con nosotros, que se quiera sacar un foto después de la clase, pero un instructor no debe subirse a ningún estrellato. Tenemos que ser conscientes de que nuestro trabajo implica una gran responsabilidad porque se trata del cuerpo en movimiento”, insiste.

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Zumba, “el sistema perfecto”    

Lucas Barainca es cordobés, pero está en Tucumán hace más de 10 años. Siempre fue entrenador de fitness: dio clases de aeróbicos, de localizada, de las diferentes versiones del fitness de combate hasta que llegó a lo que le apasiona ahora, el Zumba, a lo que está dedicado 100% y tal vez más. “Creo que es el sistema perfecto, y se comprueba por la cantidad de gente que convoca y todo lo que genera en quienes lo practican. Mucha gente que nunca hizo nada en su vida ahora no se pierde una clase de Zumba por nada, y te agradece, y te charla... pero los protagonistas son ellos, más allá de la buena onda que le ponga el profe”, asevera.

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Según la lectura de Barainca, la gran revolución del Zumba ha sido lograr disfrazar la actividad física como ningún sistema de entrenamiento lo había logrado. “Todos los otros sistemas son más estructurados, hay un profesor que muestra una serie de ejercicios que sí o sí hay que imitar y si te equivocás lo estás haciendo mal. En Zumba no hay margen de error, nunca estás haciendo mal, porque es una cosa mucho más libre”, compara. “Es como ir a un cumpleaños, pero estás entrenando. Quemás calorías, tonificás, aliviás el estrés, mejorás tu resistencia cardiovascular y la coordinación... es muy completo”, destaca.

Barainca es consciente de que el Zumba está en la cresta de la ola y que en nuestro país todavía está en la fase de crecimiento. “Espero que no se termine nunca, porque en verdad le está haciendo muy bien a la gente que lo practica”, finaliza.

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