La gran batalla del Hemisferio Sur

Federico Espósito - LG Deportiva

Imaginemos que, gracias a una astucia dirigencial, alguno de los “grandes” del fútbol argentino logra colarse en un hipotético y fastuoso triangular que Real Madrid, Barcelona y Bayern Munich llevan disputando una vez al año desde hace década y media. No hay que ser muy bicho para darse cuenta de que se trataría de un torneo bastante desigual: en ostensible inferioridad de condiciones respecto del presupuesto, estructura, cantidad y calidad de jugadores, kilómetros a recorrer y otras cuestiones, ese eventual club argentino a lo sumo aspiraría -al menos por unos cuantos años- a no terminar último o al menos a tratar de no pasar papelones.

Bien, así de desventajosa -e incluso más- es la realidad que viven Los Pumas desde 2012, cuando gracias a las gestiones de Agustín Pichot ingresaron al Tres Naciones integrado por Nueva Zelanda, Sudáfrica y Australia, y que desde entonces fue rebautizado como Rugby Championship.

Cinco ediciones después, y en las puertas de la sexta, Argentina sigue estando en clara desventaja: finalizó última en todas, salvo en la versión abreviada premundialista de 2015, cuando se clasificó tercera tras obtener su primer triunfo en el historial contra Sudáfrica. Sin embargo, también es cierto que la brecha entre Los Pumas y los titanes del Hemisferio Sur se ha ido acortando gracias a esta periodicidad de enfrentamientos. Hoy, los Wallabies y los Springboks deben esforzarse mucho más para vencer al seleccionado argentino, y hasta los mismísimos All Blacks tienen que sudar bastante para derrotarlo. Sí, todavía falta mucho para que Los Pumas estén a la misma altura y dejen de sufrir el estigma de la derrota digna, pero crecer tiene esas cosas. Perder con frecuencia es el precio de medirse con los mejores.

Con la cabeza en alto

Una vez más, el debut argentino será en la tierra de los Springboks. ¿Cómo llegan los muchachos de Daniel Hourcade a la edición 2017 del Championship? El propio Hourcade lo resumió semanas atrás en diálogo con LG Deportiva: “mejor el que año pasado”. Y es que era difícil estar peor. La primera temporada en el Súper Rugby resultó físicamente extenuante y mentalmente devastadora para los Jaguares, y era imposible que ello no repercutiera en Los Pumas, cuando los jugadores eran -todavía son- prácticamente los mismos.

Sin ser del todo óptima, la sensación en esta oportunidad es, sin dudas, mejor. El buen rendimiento frente a Inglaterra durante la ventana de junio (a pesar de perder ambos partidos) y el viento anímico de cola que dejó la gira de cierre por Australia en el Súper Rugby, sumados al mayor rodaje del plantel gracias a las dos temporadas en el certamen de franquicias, animan a pensar que Los Pumas pueden dar uno que otro zarpazo en este sexto Championship, o al menos seguir reduciendo la brecha. El aspecto ofensivo sigue mejorando, y generan más quiebres y oportunidades que antes. No obstante, deben recuperar la solidez del scrum y limar los errores individuales que conspiran contra la sintonía colectiva necesaria para tumbar a los gigantes.

Sudáfrica, el rival más físico

Para el duelo de hoy a las 12 (por ESPN 2), el entrenador Daniel Hourcade introducirá tres cambios en relación al conjunto que venció a Georgia en Jujuy, en el cierre de la ventana de junio: Tomás Lavanini por Matías Alemanno, Pablo Matera por Rodrigo Báez y Emiliano Boffelli por Matías Moroni. Argentina tendrá un duro desafío físico frente a los Springboks, cuyo entrenador, Allister Coetzee, advirtió: “son una nación muy orgullosa, tienen muchos jugadores de clase mundial, son duros en el contacto y pueden marcarte tries de primera fase”.