Cartas de lectores
12 Agosto 2017

El Martín Fierro sigue enseñando

En los versos del Martín Fierro encontré “La ley es telaraña y en mi ignorancia lo explico, no la tema el hombre rico, no la tema el que manda, pues la rompe el bicho grande y sólo enreda a los chicos”; “Hay muchos que son doctores y de su ciencia no dudo, mas yo que soy hombre rudo, y aunque de esto poco entiendo, diariamente estoy viendo que aplican la del embudo”. Palabras que no dejan dudas de que lo que estamos viviendo viene de lejos. ¿Debemos perder las esperanzas? No, algún día vendrán los anticuerpos de manos de hombres y mujeres decentes a poner orden, porque no hay mal que dure cien años ni quien lo pueda aguantar. Porque sabemos que a pesar de lo rico que es nuestro país ya estamos tocando fondo.

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Carlos Álvarez

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Respeto electoral

A los argentinos que mañana eligen a sus representantes les pido: hagan primar el respeto por el otro que no coincide con su elección, que no piensa como uno con todos sus argumentos, que no es parte de su propio espacio ideológico y que tal vez no siente interés o simplemente no cree en los políticos. Deben saber que la gran mayoría, sobre todo los niños, son los receptores de los errores que cometen aquellos que obtienen una representación parlamentaria. Los irresponsables nos han dividido, pero la división no es de izquierda con la derecha, de peronistas con radicales; existe una fractura social que nos llevó a la intolerancia, al intercambiar golpe por golpe, a guardar propuestas de cara al bien común para el bienestar de la gente poniéndonos al extremo de la violencia; privando del debate, se perdió la reflexión, método indispensable de perdón que debería permitirnos retomar las buenas sendas. La política debe reflexionar acerca de lo que realmente transmite hoy; y los ciudadanos, recuperar el derecho adquirido de vivir en democracia, unidos como hermanos que somos. Los verdaderos ganadores de las elecciones deberían ser los argentinos, siempre.

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Williams Fanlo

Pasaje Pedro Valdivia 2.951

San Miguel de Tucumán


Escepticismo

Leímos ayer en el editorial de LA GACETA sobre el escepticismo de los ciudadanos ante las elecciones que se realizarán mañana. Esto habla del hastío y de la falta de credibilidad en la palabra de los candidatos. En total acuerdo, me gustaría anexar que nos está resultando impactante escuchar, de boca de los candidatos, todas las brillantes ideas de bien común y de solidaridad social, esas que durante años durmieron en el cofre de los cachivaches archivados. Es como si, de pronto, hubieran comprendido el significado de la palabra “patria”. Eso nos hace tomar conciencia de que no es que les falten ideas sino que, en algunos casos, les sobran disvalores y una buena dosis de amor a la patria. A unos días de conmemorar un nuevo aniversario de la muerte del gran General José de San Martín, viviremos este domingo un nuevo espectáculo con dudosas matrices cívicas. Este anticipado circo electoral, que nos tiene a los ciudadanos, una vez más, desconcertados, abúlicos y políticamente mutilados, quizás pueda ilustrarse parafraseando a los discípulos de Emaús: “Señor, ¿a quién iremos?”

Graciela Jatib

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Desilusión empresaria

Una reflexión con respecto a la carta “Desilusión empresaria” (8/8), de Catalina Lonac. Según conozco (por libros, porque muchísimos argentinos no tenemos la posibilidad de viajar), sabemos que los países escandinavos -que tienen 10 siglos de historia- tienen resueltos sus problemas sociales, económicos y políticos. En Noruega, como ella dice, más del 50% de las ganancias lo absorben los impuestos. Pero tienen, como la lectora dice, todos sus problemas resueltos. Más allá de que todos ganan bien, cada habitante presta ayuda comunitaria fuera de sus trabajos (el 60%). Se dice que en ese país se ha conformado una suerte de “ministerio moral”. ¡Qué bien! Nos vendría bien a nosotros contar con un ministerio de esas características. Aunque el mayor problema que afronta el mundo está ligado a lo moral, las pavorosas asimetrías sociales y económicas en nuestro planeta son consecuencia de la inexistencia o degradación de los valores éticos. Leí con sumo interés la carta que la lectora Lonac publicó: no acuerdo con ella en que los empresarios sean rehenes del Estado, ya que sería muy difícil explicar cómo hicieron para lograr los capitales que hoy tienen. Evidentemente es ella una persona muy capaz. Sin duda sería un ejemplo si buscara una mejor forma de decir “les confieso que me costó mucho volver... mucho... como nunca antes, pero aquí tengo mi vida, mis afectos, y lamentablemente mis inversiones y mis sueños”. En cuanto a estas, sus dos últimas palabras, “inversiones y sueños”, creo que a la primera se la puede cuantificar. En cambio, a los sueños que alimentan la llama viva de lo que somos capaces de soñar, no creo que podamos valorarlos, ya que no tienen precio. Una manera triste de expresar sus muy importantes logros. Le aseguro a la lactora que tenemos problemas humanos de toda índole, pero que nunca he visto a un empresario preocuparse u ocuparse por estas “nimiedades argentinas”. Repito, como ella dice, “rehenes de los indiferentes” de este país, y a los que no tenemos que interpretar por lo que nos dicen, sino por todo lo que callan. Con todo respeto, señora.

Héctor Bravo

Marcos Paz 340

San Miguel de Tucumán


La SAT no responde

Llamamos a la reflexión al titular de Sociedad Aguas del Tucumán, que a la fecha se convirtió en el centro de duras críticas por parte de todos los tucumanos por el pésimo servicio que presta esta empresa. Cientos, miles de reclamos de tucumanos circulan por oficinas de entes del Estado, tanto en la Capital como en el interior, falta de agua potable, líquidos cloacales que pasean por las calles, vecinos desesperados deambulando por un tacho con agua; esto viene de años sin solución a la fecha. No hay día en que en los medios de comunicación masiva se hagan eco de manifestaciones pidiendo un buen servicio. Suponemos que esta empresa debe estar liderando el ranking de reclamos y mal servicio. Ya a esta altura, quizás el titular de la SAT se insensibilizó, se acostumbró o se resignó a la realidad, que es aplastante, como se dice en la jerga callejera “no le entra ninguna crítica”, “piel de dinosaurio” y mientras tanto, la Provincia está nadando en materia fecal. El cambio climático ya está mostrando su potencial; Europa es el mejor reflejo, calores insoportables y se prioriza el agua; ese cambio nos toca también a nosotros y pronto al verano y con un pronóstico de sequías; sinceramente lo que nos tocará vivir será… sólo Dios sabe. Ya lo que nos queda es ponernos en manos del Altísimo y pedirle que aclare la mente de este señor y que lo haga ver la realidad por la que pasa esta empresa, reflexione y busque alguien capaz de llevar adelante esta rueda cuadrada que es la SAT.

Pedro Martínez

Víctor H. Guardia

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Concientizar acerca del HLB

La citricultura de nuestro país se encuentra bajo la amenaza de la mortal enfermedad que ataca al citrus en general, conocida con el nombre de HLB. Hasta el presente, tengo entendido, que no tiene cura y que la única manera de detenerla es arrancando las plantas enfermas.Para las provincias productoras de cítricos esto es gravísimo. En el caso de Tucumán, la citricultura ocupa el segundo lugar como actividad agroindustrial, detrás de la caña de azúcar es el primer exportador de fruta fresca a nivel nacional y el primer exportador de los subproductos de la industria del limón: cáscara deshidratada, jugo concentrado y aceites esenciales. La superficie cultivada con limón rondaría en el orden de unas 40.000 hectáreas, otorgando trabajo a miles de personas. Como ciudadano tucumano, soy de la opinión de que debemos concientizarnos sobre esta enfermedad. Y que los principales responsables de esa concientización deberían ser los organismos públicos y privados como el INTA, Senasa, Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, Subsecretaría de Agricultura, Asociación Tucumana de Citrus, entre otros, a fin de estar alertas para impedir el ingreso a las plantaciones y denunciando cualquier situación irregular inherente a esta temible enfermedad.

Jacinto Barrionuevo

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El elogio del locro “pulsudo”

En mi barrio se realizó el primer Festival del Locro “pulsudo”. Hubo aproximadamente 4.000 comensales, se prepararon cerca de 12 ollas de 100 kilos cada una, de maíz, poroto remojado, mondongo, tripa gorda, pata, duro, patitas y cuero de chancho, colita y chorizo colorado, un buen zapallo y cebolla para el “ajífreido”, cocinado en grasa, condimentos y ají “hijo de tres mil...”. Esto es lo que lleva un auténtico locro criollo tucumano. Cuando LA GACETA, con lujo de detalles, describe los pormenores del 5° Festival Nacional del Locro, en la ciudad de Concepción, empezamos mal, al decir “se consumieron mil litros” de locro. Ya nos da a pensar que no tenían tanto “ripio”, o que era “aguachento” (quizás hayan frizado de otra locreada a la que no fueron muchos comensales). Me contaron que el imitador del gran califa y multicampeón Nasif Estéfano y hoy intendente de Concepción compró una gran cantidad de ¡acelga, apio y cilantro! ¿Se ven ustedes comiendo este locro de vegetales? Esperemos que los mellizos Orellana no se les dé por hacer empanadas de pepinos y rabanitos; o que el intendente de Trancas impulse que a la humita la pongan en bolsitas de plástico y la rellenen con dulce de leche o yogur. Consejo: respetemos las tradiciones.

Francisco Amable Díaz

Pedro G. Sal 1.180 Barrio 11 de junio

San Miguel de Tucumán

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