El sitio web Folclore del Norte cumple dos décadas

El sitio web Folclore del Norte cumple dos décadas

La página de Nono Ocaranza Zavalía cuenta con un cancionero de alrededor de 6.000 letras.

UN APASIONADO. El Nono Ocaranza Zavalía, cultor del folclore.  UN APASIONADO. El Nono Ocaranza Zavalía, cultor del folclore.
01 Agosto 2017

“Nació cuando en internet sólo existían tres páginas de folclore. Tenía la necesidad de compartir lo que fui aprendiendo a lo largo de los años: viajes al cerro a caballo, canto con amigos, bailes folclóricos, comida tradicional, leyendas y un amplio bagaje que comencé a juntar desde los 15 años. Mi amor por el folclore comenzó en los zanjones de Tafí del Valle, con la familia Armella y con un disco de Yupanqui y otro de los Chalchas que me regaló mi madre allá por el 81”, recuerda Eduardo “Nono” Ocaranza Zavalía, que tiene un buen motivo para celebrar. Su sitio Folklore del Norte (www.folkloredelnorte.com.ar) cumple hoy dos décadas.

Guitarrero y bombisto en Los Arrieros y Los Vallistos, entre otros conjuntos, el Nono sostiene que la parte más llamativa y visitada del sitio es el cancionero, que comenzó con un aporte de un amigo español. “Cucho Márquez me proveyó de casi 1.000 letras. Luego comencé a transcribir mis cuadernos y la gente se fue prendiendo, de todos los rincones del país y del planeta. Fue creciendo y actualmente tenemos casi 6.000 letras. Muchas pueden tener errores, puesto que el léxico norteño es muy particular: tiene muchas palabras derivadas del quichua y no en todos lados se conocen”, afirma.

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Miembro correspondiente de la Academia Nacional de Folklore de la Argentina, Ocaranza Zavalía cuenta que autores como Teresa Parodi, Los Chalchaleros, Roberto Ternán, Juan Carlos Carabajal y Martín Alemán le fueron pasando sus cancioneros completos, y luego se contagiaron los creadores locales que contribuyeron con cientos de letras.

La página web fue la base para crear una revista que tuvo 12 números y un manual de folclore que fue tomado en cuenta para tratar la ley de enseñanza del folklore en la escuela.

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“El pilar que me apoyó, indudablemente, fue mi mujer, Lourdes, una santiagueña de graciosa estampa para el baile y yunta infaltable en todos los emprendimientos”, dice Nono.

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