Cartas de la “la mejor entrevistadora del poder”

Cartas de la “la mejor entrevistadora del poder”

Apremios, pasiones y obsesiones de Oriana Fallaci

30 Julio 2017

COMPILACIÓN

EL MIEDO ES UN PECADO

ORIANA FALLACI

(El Ateneo - Buenos Aires)  

El nuevo libro de Oriana Fallaci, aparecido once años después de la muerte de la escritora, permite a aquellos que han seguido de cerca el itinerario vital de “la mejor entrevistadora del poder”, como dijo de ella Roberto Herrscher, conocer aspectos de las relaciones personales y laborales que esta figura entabló con familiares, amigos, parejas, editores y variados personajes del mundo político o artístico, en diferentes momentos de su existencia. La obra reúne 119 epístolas de la autoría de Fallaci, seleccionadas y compiladas por el sobrino de la reconocida reportera, Edoardo Perazzi, con el fin de “documentar un itinerario de crecimiento intelectual” que, como el propio Perazzi consigna, llevó a Fallaci a “distinguirse, cuando aún era muy joven, en el mundo periodístico, y luego como escritora y figura de referencia no solo en Italia sino en el panorama internacional”.

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Presentadas en forma cronológica y organizadas en diez secciones, las cartas develan los apremios, las pasiones y las obsesiones que atraviesan a la autora de origen italiano, tensada entre su dedicación de tiempo completo al trabajo de escritura y a los viajes como corresponsal de guerra, que la sumergen en un relativo aislamiento, por un lado, y el afán de aproximación a sus seres queridos y de acompañamiento en los momentos difíciles de éstos, por otro. Dan cuenta al mismo tiempo de la constitución de una subjetividad atravesada por situaciones desgarradoras, como la que se presenta cuando en un episodio confuso, fallece Alexandros Panagulis, un político y poeta griego con quien Fallaci mantuvo una relación amorosa estrecha. En las series de correspondencias surgidas del intercambio que la periodista mantiene con personalidades de la política, como el secretario de Estado norteamericano entre 1969 y 1977, Henry Kissinger, o el líder cubano Fidel Castro, asoma, por otra parte, la posición polémica que adopta Fallaci en tanto “mujer incómoda, de pensamiento independiente” que, en palabras de la propia epistelógrafa, afronta el poder “sin temor y sin timidez para permitir que su trabajo entre en la historia”.

© LA GACETA

Mariana Bonano

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