La desaparición de Eva Mondino

La desaparición de Eva Mondino

Relato impersonal de una faceta del horror de los 70

FILTRO IMPERSONAL. La autora presenta los hechos en un informe “ajustado a la realidad”, a modo de expediente salido de una máquina de escribir. FILTRO IMPERSONAL. La autora presenta los hechos en un informe “ajustado a la realidad”, a modo de expediente salido de una máquina de escribir.
02 Julio 2017

CRÓNICA

LA MUJER EN CUESTIÓN

MARÍA TERESA ANDRUETTO (Random House - Buenos Aires) 

A esta altura, uno se cuestiona cómo darle cohesión y consistencia al relato sobre nuestros desaparecidos, y sobrevivir al intento. En un tiempo, como dice Hamlet, “descoyuntado”, difícil de entender, cada cual narra su versión del horror, o decide creer aquello que responde a sus propios interrogantes.

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El artista se cuestiona cómo hacer para que, por un lado, el producto tenga control y dignidad estética y, por el otro, no traicione tamañas verdades. ¿Cómo hilar correspondencias en el dolor y la desmesura, y no caer… en la desmesura?

María Teresa Andruetto se juega por el filtro de la impersonalidad y presenta los hechos en un informe “ajustado a la realidad” a modo de expediente judicial, sobre “la mujer en cuestión”, Eva Mondino, desaparecida durante el gobierno militar. La mujer, que afortunadamente sobrevivió a esa experiencia, se convierte en tantas Evas como testimonios sobre ella se recogen: versiones que se amplían, contradicen, ramifican, desdibujan. De ella se habla, se opina y especula. La impersonalidad del informante queda bajo sospecha cuando insiste en preguntas relacionadas más con la subjetividad de los protagonistas que con los hechos; por ejemplo, si el segundo marido de Eva escribía poemas, o si la amaba.

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La aparente objetividad del escrito, y la alienación de “el informante” frente al registro de los acontecimientos, va dando paso, de a poco, a una reivindicación de Eva y a una empatía del lector y el personaje. Quedarán áreas grises e indescifrables. Esa incertidumbre y ese silencio, en definitiva, son la metáfora de lo insondable de un ser humano que ha tenido que enfrentarse con (para utilizar una frase de Conrad) “el corazón de las tinieblas”.

En una suerte de justicia poética (que muchos otros no encontraron en la realidad), Eva vuelve a vivir, y a su modo pequeño y profundo, a ser feliz.

María Teresa Andruetto nació en Córdoba y es una reconocida y premiada autora de literatura infanto juvenil. Entre sus novelas para adultos figuran Lengua madre, Los manchados y el libro de relatos Cacería.

MARÍA EUGENIA BESTANI

© LA GACETA

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