Una indígena nahua se postula para ser presidenta de México

Una indígena nahua se postula para ser presidenta de México

Decenas de pueblos nativos eligieron a “Marichuy” para que los represente en 2018 María de Jesús Patricio ejerce la medicina tradicional. Lucha por las comunidades y contra el machismo

MÍSTICA. El zapatismo respalda la iniciativa de que presenta a “Marichuy” para visibilizar la lucha indígena.  pintarest MÍSTICA. El zapatismo respalda la iniciativa de que presenta a “Marichuy” para visibilizar la lucha indígena. pintarest
01 Julio 2017

SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, México.- Se llama María de Jesús Patricio, pero la conocen como “Marichuy”. Es la mujer. indígena y médica tradicional que representará a decenas de pueblos nativos en México como candidata a la presidencia, en las elecciones de 2018. La iniciativa, respaldada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), fue votada el 28 de mayo, tras 25 horas de discusión, tras lo cual “Marichuy”, fue nombrada como la vocera y candidata del Consejo Indígena de Gobierno (CIG) para la Presidencia de República en 2018.

María de Jesús nació en la comunidad nahua de Tuxpan, Jalisco el 23 de diciembre de 1963. Su educación formal alcanza hasta el secundario, sin embargo desde pequeña comenzó a aprender sobre medicina tradicional, observando a sus tías y a su abuela durar enfermedades con plantas y ungüentos.

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Desde joven, la ahora candidata del CNI ha dedicado su vida a impartir talleres y a perfeccionar su conocimiento, explica el portal “Tercera Vía”, de México.

En 1994 su comunidad fue invitada a participar en el foro nacional indígena en San Cristóbal de las Casas, donde fue elegida representante. Su lucha siempre ha sido en contra del machismo y la reconstrucción de las comunidades, temas que trató en su discurso el 29 de marzo de 2001 ante el Congreso de la Unión, cuando habló en nombre de las mujeres indígenas de México.

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Hasta ahora dirigía la Casa de Salud Calli tecolhuacateca tochan. Desde ese lugar ha refrendado la defensa de la medicina tradicional, del territorio indígena y de la madre tierra desde la perspectiva anticapitalista y libertaria.

Las posibilidades de ganar la presidencia son lejanas, reconocen en el CNI. ¿Cuál es, entonces, el sentido de la postulación? La esperanza, dice Magdalena García, indígena mazahua, seis hijos y un año y medio presa.

“Nadie nos quiere ver, nadie quiere escuchar de nosotros”, dice en una entrevista que publica el diario español “El País”. “Nunca pensé que íbamos a ver esta semilla”, se esperanza.

Han pasado más de 23 años desde que el EZLN declaró la guerra al Estado mexicano, el 1 de enero de 1994, cuando entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Canadá y México, el mismo que ahora quieren renegociar.

El congreso que eligió a Marichuy reunió a más de 840 delegados, de cerca de 60 pueblos, acompañados por más de 2.000 invitados y simpatizantes.

“No es que nos interese el proceso electoral, los votos, ganar la presidencia. Eso nos vale una chingada. Queremos volver a visibilizar la lucha indígena, como lo logró el EZLN en 1994”, asegura Carlos González, uno de los portavoces del CNI. “Nos queremos colar en la fiesta de los ricos -dice-. Queremos meternos en esa fiesta para echarla a perder, queremos ese espacio porque no tenemos otro”.

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