San Martín se hace fuerte lejos de casa

San Martín se hace fuerte lejos de casa

Sólido y contundente, derrotó con autoridad a Almagro, en José Ingenieros. Los goles.

LA MEJOR IMAGEN. Matías Catalán y Juan Galeano (8) armaron un sociedad que funcionó casi a la perfección por el sector derecho. San Martín fue muy superior. la gaceta / foto de matias napoli escalero LA MEJOR IMAGEN. Matías Catalán y Juan Galeano (8) armaron un sociedad que funcionó casi a la perfección por el sector derecho. San Martín fue muy superior. la gaceta / foto de matias napoli escalero

En día de elecciones, San Martín presentó dos fórmulas ganadoras. Con Ramón Lentini y Mauro Quiroga para liquidar en el área rival, y con Matías Catalán y Juan Galeano para desequilibrar por derecha, el “Santo” se llevó una goleada 3-0 en su visita a Almagro que vale para subir en la tabla, pero sobre todo para mirar el futuro con otros ojos.

Después de despistarse ante Ferro de la ruta que conducía al ascenso, Diego Cagna llevó a boxes a su prototipo, algo maltrecho por tantas irregularidades en un torneo eterno. Y la chapa y pintura le vino bien: Matías García y Diego Bucci, sin descollar, se mostraron activos e hicieron lo necesario para que se viera un equipo corto, tanto en ataque como en defensa. Y particularmente, el entrenador acertó en el ingreso de Quiroga desde el arranque: la dupla de “tanques” pagó altos dividendos.

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Para fortuna del “Santo”, ante cierta endeblez en la zona izquierda de su defensa en el arranque, el “Tricolor” se mostró indulgente. Nicolás Reniero falló dos claras que podrían haber cambiado la historia. En contraposición, el “Santo” hizo gala de una contundencia poco habitual. Cuando a los 28 minutos Catalán desbordó, descargó en Quiroga quien asistió a Lentini para marcar el 1-0, el partido se quebró.

Almagro nunca se recuperó del golpe. A partir de entonces se pareció a una caricatura de aquel que hasta hace una semana daba pelea por el segundo ascenso. Carlos Mayor, su ex DT, se fue a Japón y el equipo se desinfló primero ante Chacarita, luego frente a Atlético Rafaela por Copa Argentina, y ahora ante San Martín, que no mostró lagunas.

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Por eso no sorprendió que duplicara su ventaja antes del intervalo, con una devolución de gentilezas de Lentini para su socio en ataque: taco de lujo para desairar a sus marcadores y habilitar a Quiroga, que estuvo certero en la definición.

La segunda mitad casi que estuvo de más. Almagro nunca inquietó. Y San Martín siguió siendo un equipo serio, solidario, concentrado en todas sus líneas. Tampoco había llegado mucho para cuando festejó el tercero, un ajustado tiro libre de Galeano para que Rodrigo Moreira siguiera con su sana costumbre por arriba, reivindicándose del que falló por abajo cuando el marcador estaba 0 a 0.

El cabezazo del zaguero en el primer palo, que contó con la complicidad del arquero Christian Limusin, despejó los fantasmas. Con más de 20 minutos de juego por delante, la sensación era inequívoca: en las apuestas pagaba mucho más que Almagro lograra descontar que San Martín estirara las cifras de la goleada. Y si no lo hizo en las numerosas contras que tuvo fue porque volvió a ser el equipo poco contundente. Pero en este caso, qué importaba. Otra vez a domicilio encontró el bálsamo que se le viene negando de local.


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