Detienen a una pareja por la muerte de una niña

Detienen a una pareja por la muerte de una niña

Los familiares de la nena de tres años fustigaron al padrastro, principal sospechoso por la muerte, y lo señalaron como muy agresivo.

BRONCA. Vecinos del barrio San Martín se presentaron en la casa del acusado y su pareja para quemarla. FOTO ENVIADA A LA GACETA A TRAVÉS DE WHATSAPP BRONCA. Vecinos del barrio San Martín se presentaron en la casa del acusado y su pareja para quemarla. FOTO ENVIADA A LA GACETA A TRAVÉS DE WHATSAPP
12 Abril 2017
Después del mediodía de ayer, una mujer traspasó la verja del CAPS Villalonga camino a su casa. “Nunca, en mis 72 años, había visto algo así”, murmuró. La habían elegido para ser testigo en el acta policial que se realizó por la muerte de una nena de tres años, que habría sido asesinada por su padrastro, según la acusación de la madre. Mientras se alejaba y limpiaba algunas lágrimas de su rostro, la mujer añadió que no había podido dejar de pensar en su nieto, de la misma edad.

Luz del Milagro Márquez llegó al centro asistencial ayer a las 9, con su mamá, Elizabeth del Valle, y su padrastro, Gonzalo Edgardo Bustamante, a quien se conoce como “El Tuerto Chupa”. La niña estaba sin vida, los médicos no pudieron hacer nada para salvarla. Al llegar, la madre dijo que su hija se había caído de una cama cucheta en la casa familiar, en el barrio Néstor Kirchner, mientras ella hacía unas compras en un negocio cercano. Los investigadores desmintieron esa versión porque en la vivienda no había una cama de ese tipo.

Sin embargo, cuando se enteró de la muerte, la mujer cambió de postura y acusó a su pareja de la muerte. Él quedó aprehendido y fue llevado de inmediato a la comisaría 13°. Ella se fue con los empleados de la fiscalía X° hacia Tribunales, donde se le informó que también estaba privada de su libertad.

Si bien todavía no se conocieron los resultados de la autopsia, se sospecha que la niña recibió un golpe mortal en la cabeza. Fuentes del caso admitieron que la causa de muerte aún es un dilema, ya que el cuerpo no tiene ni un rasguño. Por otro lado, los investigadores no descartaron hasta el cierre esta edición que la menor también haya sido víctima de un ataque sexual.

Lágrimas y acusaciones

El CAPS de San Luis al 1.700 fue un escenario donde se desataron el dolor y la bronca. En distintos lugares de las inmediaciones se ubicaron los familiares de la madre de la niña, los del padre y los del padrastro. Estos dos últimos grupos, incluso, se enfrentaron a los gritos desde distintas veredas. “¡Merece morir, tiene que sufrir como hizo sufrir a la niña!” gritaban los primeros, mientras los segundos exigían respeto.

Los alaridos se terminaron cuando los policías de la Motorizada del 911 que estaban allí se pararon en medio de la calle y les recordaron que allí había ocurrido una tragedia, que no era momento de zanjar sus diferencias.

En lo único que coincidieron todos, es que el acusado es una persona agresiva y que existían denuncias en su contra. “No es la primera vez que la golpeaba. Les pegaba a todos en esa casa. A la hermanita melliza de Luz le quebró el bracito y su esposa lo apañaba. Tenía miedo de que las violara, pero al final hizo algo mucho peor ese hombre. Es un drogadicto y un ladrón”, acusó María Antonia Ortiz, la abuela paterna. Su hijo, el padre de la niña, se enteró de la noticia cuando estaba trabajando en Salta.

Si bien entre las familias materna y paterna de la víctima no existe una buena relación, los parientes de la madre coincidieron. “Mi cuñada hizo como varias denuncias. Es que vivía drogado él. A su propia suegra le robó una garrafa una vez”, comentó Fernanda Orellana, su ex cuñada.

Silvia Márquez, la hermana de la abuela materna, añadió que estaban haciendo los trámites para quedarse con la custodia de las mellizas porque tenían miedo de que ocurriera una tragedia. “Era para tenerle miedo a ese hombre. A mi hermana le prometió quemarle la casa si le sacaba a las chiquitas”, relató la mujer, que era una de las más afectadas por la tragedia.

Precisamente, la abuela materna de la niña agredió a su propia hija en la entrada del CAPS cuando se enteró lo que había pasado, según contaron los presentes. Luego, los médicos le dieron un calmante.

En represalia por lo que había pasado, durante la siesta algunos vecinos se presentaron y prendieron fuego la casa de la pareja. Ese mismo lugar del que habría escapado hace dos semanas cuando personal del servicio 911 lo intentó detener por haber golpeado a su pareja.

Familiares distanciados

La propia familia del padrastro se alejó de él por estas situaciones de violencia. Cuando quisieron intervenir, él les puso un freno. “Nos distanciábamos porque no quería que nos metiéramos. Discutía mucho con su esposa. Él era agresivo, pero ella también. No sé qué pudo haber pasado para que la nena terminara así”, advirtió en diálogo con LA GACETA Lía Bustamante, su hermana.

Además, ella admitió que “El Tuerto Chupa” había estado preso por haber cometido robos. Luego corrió a socorrer a su madre, quien se desplomó a llorar en la vereda del centro asistencial mientras se tapaba la cara con la mano. Los restos de la pequeña fueron retirados sigilosamente. Los bomberos ingresaron a la parte trasera del CAPS y colocaron un biombo para que nadie pudiera ver el traslado. Luego sacaron la combi bajo una fuerte custodia, ya que sabían que el barrio estaba convulsionado por lo que había sucedido y temían que se desataran incidentes.

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