La educación como herramienta de realización

La educación como herramienta de realización

Escritos de uno de los mayores educadores latinoamericanos

OBRA MAGNA. Pedagogía del oprimido fue publicada en 1969. Pronto, el trabajo de Freire sería premiado y traducido.  OBRA MAGNA. Pedagogía del oprimido fue publicada en 1969. Pronto, el trabajo de Freire sería premiado y traducido.
19 Marzo 2017

EDUCACIÓN

EL MAESTRO SIN RECETAS

PAULO FREIRE

(Siglo XXI - Buenos Aires) 

“Hay un solo bien, el conocimiento, y un solo mal, la ignorancia”, dijo Sócrates. Siglos después, Jesús diría “La verdad os hará libres”. Los grandes pensadores rara vez soslayan el tema de la educación: saben que todo cuerpo social necesita afianzar sus logros formando a las generaciones venideras. Entre los que vieron al hecho educativo como instrumento esencial para la realización plena de los individuos y de la sociedad, se destaca el brasileño Paulo Freire (1921-1997).

En los años 30, Freire padeció la crisis, con el agravante de la muerte de su padre. Ya abogado, vio la raíz del mal en tanta vida truncada que lo rodeaba: la ignorancia. Sería educador. Y, como director de educación del Servicio Social de Pernambuco, impulsó un método alfabetizador para zafreros, logrando su meta en 45 días. Era 1962. Hubo régimen militar, hubo cárcel, pero su primer libro salió en 1967, y su “opus magna”, Pedagogía del oprimido, en 1969. Pronto se traduciría al inglés y al español, mientras la FAO y Harvard distinguían su trabajo. Luego, Europa y África.

Lamento que la “corrección política” afecte a veces la prosa ágil y clara de esta selección de “varios de sus trabajos, que, como siempre, denuncian los sufrimientos de los/las oprimidos/as, los/las perseguidos/as, los/las explotados/as, los/las excluidos/as, los/las desarrapados/as del mundo”. Tal vez, cumplida la anhelada paridad de los géneros, vuelva al idioma el poder de síntesis que evitaría, en otro ámbito, que un presidente hable de “los libros y las libras”.

Lecciones

La inteligente selección de textos, obra de su viuda, recorre diversos formatos: entrevista, conferencia, fragmentos de libros, transcripción de una clase, en diálogo con alumnos. Cada texto exuda la pasión de Freire por transmitir sus percepciones, a menudo forjadas en frases memorables: “La postura ética del educador es no utilizar jamás a sus alumnos(as) para maximizar su propia gloria y sus propias aspiraciones”. Habla de “la comprensión de la historia como posibilidad, el rechazo a cualquier comprensión fatalista o visión determinista de la historia.”

Y la luminosa frase: “Creo que el gran valor de la educación radica en que, si bien no lo tiene todo, puede muchas cosas”. Así es, maestro.

© LA GACETA

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Eugenia Flores de Molinillo

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