La discusión sobre el eterno femenino

La discusión sobre el eterno femenino

 -SIMONE DE BEAUVOIR.- -SIMONE DE BEAUVOIR.-
08 Marzo 2017

Simone de Beauvoir - Figura esencial del feminismo del siglo XX, su libro “El segundo sexo” sigue siendo referencia ineludible en los estudios de género.


“La discusión sobre el feminismo ha hecho correr bastante tinta; actualmente está punto menos que cerrada. Sin embargo, todavía se habla. (...) Por otra parte, ¿es que existe un problema? ¿Hay siquiera mujeres? Cierto que la teoría del eterno femenino cuenta todavía con adeptos. (...) Pero otras gentes bien informadas suspiran: ‘la mujer se pierde, la mujer está perdida’. Ya no se sabe si aún existen mujeres, si existirán siempre, si hay que desearlo o no, qué lugar ocupan en el mundo, qué lugar deberían ocupar. ‘¿Dónde están las mujeres?’, preguntaba una revista.
Pero,¿qué es una mujer?  “Toda la mujer consiste en el útero”, dice uno. Sin embargo, hablando de ciertas mujeres, los conocedores decretan: “no son mujeres”, pese a que tengan útero como las otras. Todos acuerdan en que en la especie humana hay hembras; constituyen hoy la mitad, aproximadamente, de la Humanidad; sin embargo, se nos dice que la feminidad está en peligro; se nos exhorta: ‘seguid siendo mujeres, convertíos en mujeres’. Esta feminidad ¿la secretan los ovarios? ¿O está fijada en el fondo de un cielo platónico? ¿Basta el frou-frou de una falda para hacer que descienda a la Tierra?” (De la introducción de “El segundo sexo”, 1949)
“La discusión sobre el feminismo ha hecho correr bastante tinta; actualmente está punto menos que cerrada. Sin embargo, todavía se habla. (...) Por otra parte, ¿es que existe un problema? ¿Hay siquiera mujeres? Cierto que la teoría del eterno femenino cuenta todavía con adeptos. (...) Pero otras gentes bien informadas suspiran: ‘la mujer se pierde, la mujer está perdida’. Ya no se sabe si aún existen mujeres, si existirán siempre, si hay que desearlo o no, qué lugar ocupan en el mundo, qué lugar deberían ocupar. ‘¿Dónde están las mujeres?’, preguntaba una revista.
Pero,¿qué es una mujer?  “Toda la mujer consiste en el útero”, dice uno. Sin embargo, hablando de ciertas mujeres, los conocedores decretan: “no son mujeres”, pese a que tengan útero como las otras. Todos acuerdan en que en la especie humana hay hembras; constituyen hoy la mitad, aproximadamente, de la Humanidad; sin embargo, se nos dice que la feminidad está en peligro; se nos exhorta: ‘seguid siendo mujeres, convertíos en mujeres’. Esta feminidad ¿la secretan los ovarios? ¿O está fijada en el fondo de un cielo platónico? ¿Basta el frou-frou de una falda para hacer que descienda a la Tierra?” (De la introducción de “El segundo sexo”, 1949)


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