El PBI puede subir con la equidad de género laboral

El PBI puede subir con la equidad de género laboral

Las mujeres, que el miércoles serán homenajeadas, piden mayor protagonismo en el mundo del trabajo. De acuerdo con un estudio realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 30% de las mujeres es dueña o administra una pequeña y mediana empresa (PyME).

05 Marzo 2017
El PBI argentino se puede incrementar hasta en 10 puntos si la sociedad lograra equiparar la participación de la mujer al mismo nivel que los hombres en las áreas de liderazgo en los ámbitos laboral y profesional, tanto público como privado, según un informe difundido por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

El aumento de hasta 10 puntos del PBI está supeditado a las iniciativas que los argentinos identifican necesarias para alcanzar al equidad de género en la actividad económica, como el apoyo durante la maternidad, la política salarial igualitaria, la representación de la mujer en cargos públicos y privados y las políticas de ascensos, según un informe sobre la Situación económica y social de la mujer en la Argentina elaborado por la consultora Focus Market para la Came.

El trabajo, difundido previo a la jornada del Paro Internacional de Mujeres, que se realizará en la Argentina y en otros 45 países el miércoles próximo, fue elaborado a partir de una encuesta con más de 2.100 personas de todo el país, en la que el 73% afirmó que las mujeres no tienen las mismas oportunidades laborales que los hombres, que la brecha salarial estimada es en promedio del 27%, y que la participación de la mujer es muy baja en el sector público y el privado.

Sobre las iniciativas para priorizar la equidad de género, los encuestados advirtieron serias restricciones que la mujer encuentra en el mercado profesional interno.

Para el 31%, estas restricciones radican en el apoyo durante la maternidad ante la realidad de que las mujeres tienen menos posibilidad de ser tomadas en un empleo o conservarlo desde el período prenatal hasta los primeros años de crianza. También se destaca como segunda causa que relega a la mujer en ámbitos laborales a la política salarial inequitativa, que fue mencionada por 23% de los encuestados; mientras que la falta de representación de la mujer en cargos públicos y privados fue aludida por el 19%; la falta de posibilidad de capacitación, por un 9%, y una desigual política de ascensos, por un 7%.

“Si se tuviera que considerar en cuánto podría incrementarse el PBI de la Argentina incorporando a la mujer en áreas de liderazgo al mismo nivel del hombre se puede estimar de acuerdo con parámetros internacionales que sería del orden del 10% mayor”, afirmó Damián Di Pace, el director de la consultora y asesor de CAME.

Para el analista, en la Argentina se observa que “hay una pérdida de potencialidad muy grande desde el punto de vista de la actividad económica por la falta de equidad de oportunidades entre el hombre y la mujer”. “Esta pérdida de potencialidad se hace más evidente cuando se analiza, por ejemplo, al observar que la cantidad de mujeres que asisten y egresan de las universidades es mayor al 50%, lo mismo que la cantidad de científicas, pero su participación en puestos directivos es del 16%, aun debajo del 18% promedio de la región”, explicó.

El informe también cita que el último reporte del World Economic Forum sobre la paridad de géneros a nivel mundial ubicó a la Argentina en el puesto 33 “con una muy buena calificación en el acceso a la salud, a los logros educativos pero con una baja performance en oportunidad económica y acceso al poder político”.

Por último, el trabajo también refleja que de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 30 por ciento de las mujeres es dueña o administra una pyme, mientras que el Global Entrepeunership Monitor marca que la tasa emprendedora masculina es del 22% y la de la mujer del 15%.

“Todas estas situaciones que se reflejan en el mundo y el Argentina en distintas dimensiones ratifican que hay una potencialidad del sexo femenino infrautilizado en el sector público y privado y que en consecuencia afectan negativamente el desarollo económico de las distintas sociedades”, reseñó Di Pace. (Télam)

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