05 Marzo 2017
EL MODELO. El Gobierno necesita que la industria nacional apuntale para volver a la senda del crecimiento. Ford Argentina,-
La predicción en economía es un arte que se basa en el conocimiento de una buena teoría económica, pero también de anticipar políticas que tomará el Gobierno, y el modo en que la opinión pública actuará ante ellas. El economista Adrián Ravier, docente en la Universidad Nacional de La Pampa y miembro de la Fundación Federalismo y Libertad, sostuvo que aún persisten debates profundos al momento de predecir variables.
Consultado por DINERO, sobre las posibilidades reales de que el Gobierno concrete las metas de inflación, de crecimiento económico y de déficit fiscal, entre otros objetivos previstos para este año, el especialista afirmó que “en el arte de predecir variables se vuelve fundamental la confiabilidad de los anuncios del Gobierno”. “Después de 2016, la opinión pública sabe que estamos en un juego de engaño, quizás lógico, donde se busca conseguir ajustes reales y no nominales, de las variables económicas fundamentales”, remarcó.
Para sostener su argumento, el especialista puso un ejemplo: el ex ministro de Economía, Ricardo López Murphy, tuvo que dejar su cargo durante la crisis de 2001, por sugerir un ajuste del 10 % en los salarios de los empleados públicos. “Aquello fue inadmisible, pero poco después la devaluación de Eduardo Duhalde y de Roberto Lavagna recortó los salarios en proporciones mayores, y esto recibió menos cuestionamientos. La normalización de la economía, de algún modo, necesita de este juego de engaño. Aquí tiene un rol fundamental la ilusión monetaria”, insistió.
Entonces, ¿de cuánto es la brecha entre lo que se dice y lo que reflejan las estadísticas? Ravier observó que en 2016 el ex ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, sugirió que la inflación sería del 25 %. Según el Indec, cerró en 41 %. “A medida que avanzaban los meses, la brecha era lógica para todos los analistas, pero Prat Gay insistía en aquel valor. El ex ministro sabía que no podía cumplirse su proyección, pero estaba inmerso en este juego de engaño. En términos del ajuste que necesita la economía argentina para su normalización, el juego de Prat Gay fue exitoso porque logró que las paritarias se cierren entre el 25% y el 33 %, y la inflación mayor pudo ajustar los salarios reales. La salida de Prat Gay, en cierto modo, fue lógica, porque sufrió el costo de perder credibilidad”, señaló.
Ravier proyectó que, este año, la economía crecerá entre 2% y 4%. Aunque aclaró: “esto no será crecimiento, sino recuperación de la pérdida de actividad del año anterior”. Sobre la cotización del dólar, manifestó que es más difícil de pronosticar. “Como el Gobierno adelantó necesidades de financiamiento, el dólar bajó, pero a medida que salgan esos desembolsos, bajará la oferta, y el dólar debería recuperarse. Según analistas, el dólar estará estable en 2017. Yo no lo creo. En cierto modo, es una decisión política, pero si el Gobierno no interviene, el dólar no puede cerrar el año abajo de $ 16. Incluso podría superar los $ 17”, concluyó.
Consultado por DINERO, sobre las posibilidades reales de que el Gobierno concrete las metas de inflación, de crecimiento económico y de déficit fiscal, entre otros objetivos previstos para este año, el especialista afirmó que “en el arte de predecir variables se vuelve fundamental la confiabilidad de los anuncios del Gobierno”. “Después de 2016, la opinión pública sabe que estamos en un juego de engaño, quizás lógico, donde se busca conseguir ajustes reales y no nominales, de las variables económicas fundamentales”, remarcó.
Para sostener su argumento, el especialista puso un ejemplo: el ex ministro de Economía, Ricardo López Murphy, tuvo que dejar su cargo durante la crisis de 2001, por sugerir un ajuste del 10 % en los salarios de los empleados públicos. “Aquello fue inadmisible, pero poco después la devaluación de Eduardo Duhalde y de Roberto Lavagna recortó los salarios en proporciones mayores, y esto recibió menos cuestionamientos. La normalización de la economía, de algún modo, necesita de este juego de engaño. Aquí tiene un rol fundamental la ilusión monetaria”, insistió.
Entonces, ¿de cuánto es la brecha entre lo que se dice y lo que reflejan las estadísticas? Ravier observó que en 2016 el ex ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, sugirió que la inflación sería del 25 %. Según el Indec, cerró en 41 %. “A medida que avanzaban los meses, la brecha era lógica para todos los analistas, pero Prat Gay insistía en aquel valor. El ex ministro sabía que no podía cumplirse su proyección, pero estaba inmerso en este juego de engaño. En términos del ajuste que necesita la economía argentina para su normalización, el juego de Prat Gay fue exitoso porque logró que las paritarias se cierren entre el 25% y el 33 %, y la inflación mayor pudo ajustar los salarios reales. La salida de Prat Gay, en cierto modo, fue lógica, porque sufrió el costo de perder credibilidad”, señaló.
Ravier proyectó que, este año, la economía crecerá entre 2% y 4%. Aunque aclaró: “esto no será crecimiento, sino recuperación de la pérdida de actividad del año anterior”. Sobre la cotización del dólar, manifestó que es más difícil de pronosticar. “Como el Gobierno adelantó necesidades de financiamiento, el dólar bajó, pero a medida que salgan esos desembolsos, bajará la oferta, y el dólar debería recuperarse. Según analistas, el dólar estará estable en 2017. Yo no lo creo. En cierto modo, es una decisión política, pero si el Gobierno no interviene, el dólar no puede cerrar el año abajo de $ 16. Incluso podría superar los $ 17”, concluyó.
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