El éxito de ARCO no acabó con la polémica

El éxito de ARCO no acabó con la polémica

01 Marzo 2017
La polémica por el favoritismo en la selección de galerías; por el ninguneo a las del interior; y por el abultado presupuesto destinado por el Gobierno nacional (más de un millón de euros) no ha cesado. Y no se espera que esta grieta se cierre pronto. No obstante, los representantes argentinos en la feria ARCO, de Madrid, regresan más que satisfechos.

“El balance es muy bueno, muy positivo. Todos vendieron y vendieron bien. Y desde el punto de vista político, este aval de la Nación fue un exitazo”, le dijo a Télam Orly Benzacar, en su doble rol de galerista y presidenta de Meridiano, la Cámara Argentina de Galerías de Arte Contemporáneo.

La feria, en la que participaron dos artistas tucumanas en diferentes exposiciones, Mariana Ferrari (foto de obra) y Lucrecia Lionti, cerró el domingo a la noche.

Entre muchos otros, cambiaron de dueño obras de los argentinos Julio Le Parc, Guillermo Kuitca, Nicolás García Uriburu, Mirtha Dermisache, Fabio Kacero, Alejandra Seeber, Martha Boto, Hernán Soriano, Leopoldo Estol, Adriana Bustos, Juan Tessi, Elda Cerrato, Mondongo, Marcelo Pombo, Luis Frangella, Diego Bianchi, Elba Bairon, Juan José Cambre y Luciana Lamothe, en su gran mayoría parte del envío seleccionado por la curadora Inés Katzenstein.

Para dar algunos precios y tener una idea del volumen de las operaciones sirven los ejemplos:

- La gran “Esfera blanca” de Le Parc (artista histórico y consagrado), de más de dos metros de alto, se vendió en una cifra superior a los 250.000 dólares, y fue uno de los atractivos principales para los visitantes.

- “Burning books I”, obra de la artista Adriana Bustos (1965) compuesta por libros que han sido censurados, fue comprada para su colección permanente por el Museo Reina Sofía, por 20.000 euros.

- El coleccionista Eduardo Costantini compró para su colección personal, en línea con la estrategia de adquisición del Malba, “El cuarto de las cantantes”, pieza conjunta de Jorge Macchi y Edgardo Rudnitzky; una obra de Alejandra Seeber (por 12.000 dólares); y una pintura de Juan Tessi en 10.000 dólares, entre otras.

- Pocos stands causaron tanta atracción como el de Barro. La galería con sede en La Boca vendió dos obras de Marcelo Pombo -una en 40.000 dólares y otro en 25.000, dos de Diego Bianchi en 12.000 dólares cada una; y una pieza de Nicanor Aráoz en 8.000 dólares.

“Las ventas superaron las expectativas”, sostuvo Mauro Herlitzka, de la galería Henrique Faria, especializada en el arte de las vanguardias. “El mapa invertido de América del sur” (1982), de Nicolás García Uriburu, se vendió por 85.000 euros.

El invierno madrileño fue así escenario de la efusiva y eufórica participación argentina en la feria como país invitado, que no estuvo exenta de polémica por la ausencia de galerías de provincias y que continúa en las redes sociales.

En cuanto al balance global de ARCO, fue todo un éxito: su director, Carlos Urroz. anunció que se superaron las ventas, se recuperó el mercado y hubo récord de visitantes: más de 100.000.

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