Los bienes no pueden escriturarse y se devalúan

Los bienes no pueden escriturarse y se devalúan

Los propietarios de edificios sin el apto son los principales perjudicados

23 Febrero 2017
“¿Comprarías un auto o una moto sin papeles? Lo mismo debería pasar con los departamentos o cualquier unidad”. Así resumió Guillermo Sobrino, presidente de la Cámara de Empresarios de la Construcción Privada de Tucumán (Cecoprit), la importancia de que los compradores busquen inmuebles que se puedan escriturar.

A raíz del informe de la Dirección de Catastro y Edificación de la Municipalidad, en el que se relevó que 93 edificios no cuentan con el certificado de final de obra y tienen instalados los servicios -violando las ordenanzas-, el titular de la cámara empresaria advirtió sobre los riesgos de adquirir propiedades de firmas que incumplen con las disposiciones del Código de Planeamiento Urbano.

Si el edificio no cuenta con el “final de obra”, las propiedades no pueden escriturarse y pierden hasta el 40% de su valor de mercado. Los propietarios sólo pueden adquirir títulos precarios. Como la instalación de servicios es precaria, muchos vecinos que habitan en edificios en estas condiciones tienen acceso a gas por garrafas, la presión de agua es reducida y la red eléctrica no es apta para muchos electrodomésticos conectados en simultáneo.

“La gente no es consciente de lo que implica tener una escritura. Una persona compra un departamento a una empresa equis, pero a ellos nunca le entregarán la escritura porque nunca pasaron un final de obra, que es lo que te habilita para continuar con los trámites catastrales. Sin habilitación no se puede hacer nada. Es como si compraras un auto sin papeles: no lo podrías usar en la ciudad porque no pasarías ningún control. Si los usuarios pidieran ver los finales de obra de los últimos edificios (de esa empresa), los propietarios no serían rehenes”, resumió Sobrino.

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