SANTIAGO DEL ESTERO.- En su primer día como interventor federal, Pablo Lanusse tomó decisiones drásticas. Cambió la cúpula policial; disolvió la Subsecretaría de Informaciones, que estuvo a cargo de Musa Azar y definió profundos cambios en la integración del Superior Tribunal de Justicia.
Dejó entrever que desarticulará el Departamento de Informaciones D-2, una dependencia interna de la Policía sospechada de realizar tareas de espionaje. De los cinco miembros de la Corte sólo quedaría Carlos Olivera y serían depuestos Omar Cipolatti, Graciela Neirot de Jarma, Lucía Amín de Lavaisse y Mirta Bruchmann de Beltrán. El comandante general de Gendarmería, Oscar Londra, asumió como jefe de la Policía.
El gremio UPCN denunció que en las últimas horas de gobierno, Nina Aragonés de Juárez y su esposo Carlos Juárez habrían designado a 1.600 empleados.
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