Pidió que su esposa lo visitara en el penal, la mató y luego se quitó la vida

Pidió que su esposa lo visitara en el penal, la mató y luego se quitó la vida

Su anterior víctima había sido Leydi Meneses, con quien también habría tenido una relación amorosa paralela.

PERICIAS. La Policía Científica ingresa al penal para analizar los cuerpos. la gaceta / foto de inés quinteros orio PERICIAS. La Policía Científica ingresa al penal para analizar los cuerpos. la gaceta / foto de inés quinteros orio
22 Diciembre 2016
Un hombre que se encontraba preso desde el año pasado en el penal de Villa Urquiza por femicidio asesinó a su esposa durante una visita higiénica y luego se suicidó, colgándose de una sábana.

El femicidio ocurrió cerca de las 18. Elizabeth Yanina Aguirre había llegado un rato con sus dos hijos, de 14 y seis años, para visitar a su esposo, Henry Coronado. Cuando se terminó el tiempo de las visitas íntimas, los guardiacárceles les ordenaron a los presos que se formaran en el patio para realizar un conteo. Al notar que faltaba Coronado, lo fueron a buscar a su celda y encontraron a la pareja sin vida.

Según se cree, Coronado aprovechó que no había ningún efectivo cerca y la ahorcó con ambas manos. Se cree que ni siquiera le permitió gritar a su víctima, ya que el femicidio resultó sorpresivo para todos en Villa Urquiza. Luego de asesinar a la mujer de 34 años, el hombre de 37 tomó una sábana, la enrolló en una ventana y se ahorcó.

La investigación quedó en manos de la división Homicidios -a cargo de los comisarios Hugo Cabezas y Sergio Cuellar- y de la fiscalía X°, que se encuentra subrogada por Adriana Reinoso Cuello. Un equipo de Criminalística y forenses estuvo en el lugar estudiando la escena del crimen pero no realizó declaraciones. Tampoco las brindó Guillermo Snaider, el director de Institutos Penales. Fuentes judiciales indicaron que los hijos de Coronado y Aguirre quedarán a cargo de los abuelos maternos por el momento.

La otra historia

Coronado, de nacionalidad boliviana al igual que su esposa, llevaba poco más de un año y medio tras las rejas. Se encontraba con prisión preventiva por un femicidio y estaba esperando ser juzgado por la Sala II en Tribunales.

Su anterior víctima había sido Leydi Meneses, con quien también habría tenido una relación amorosa paralela. La mujer de 42 años -que tenía tres hijos y trabajaba cuidando adultos mayores- se subió al Fiat Uno de Coronado el domingo 1 de marzo de 2015 a la siesta. La idea de ambos era asistir al tradicional baile de carnaval del club San Antonio de Ranchillos. Ella prometió volver temprano porque al otro día tenía que trabajar, pero jamás la volvieron a ver con vida.

Al ver que no regresaba, la familia de Meneses se presentó en la Policía a denunciar la desaparición. Algunas horas después, un efectivo les tocó la puerta para decirles que la habían encontrado muerta adentro del vehículo de Coronado. El Fiat estaba estacionado sobre las vías del tren, a 21 kilómetros de Ranchillos. El cuerpo tenía hematomas y los médicos concluyeron que había fallecido por un golpe en la cabeza. El fiscal Diego López Ávila ordenó buscar al dueño del auto. Tras los 10 días de detención, el funcionario pidió para Coronado la prisión preventiva.

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