Investigan el robo de 1.200 plantines de limón de una finca

Investigan el robo de 1.200 plantines de limón de una finca

Sánchez Loria, titular de la ATC, se mostró preocupado por el hecho. La empresa San Miguel denunció que lo hurtado tiene un valor de al menos $ 800.000.

ALLANAMIENTO. La Policía secuestró en Tafí Viejo un camión que tenía en el asiento polainas de plantines. ALLANAMIENTO. La Policía secuestró en Tafí Viejo un camión que tenía en el asiento polainas de plantines.
21 Diciembre 2016
“Nos preocupa muchísimo. Ya hemos conversado con todos los jefes de la Policía. Estamos pidiendo a la Provincia y a la Justicia una intervención Directa. A este hecho, yo lo califico como inédito”, advirtió Roberto Sánchez Loria -el presidente de la Asociación Tucumana del Citrus (ATC)- en referencia al robo de 1.200 plantines de limón de la empresa San Miguel.

Se estima que el valor del botín es de unos $ 800.000, pero trepa 10 veces más si se tiene en cuenta lo que la compañía damnificada dejará de producir ante esta falta. Sin embargo, lo que más inquieta al sector no es el monto, sino el modus operandi que utilizaron los ladrones, y el hecho de que la Justicia esté investigando si otras citrícolas están involucradas en el atraco.

Según la denuncia que presentó el jefe de Seguridad y Patrimoniales de San Miguel, Raúl Rodolfo Ocaranza, el hurto ocurrió durante la noche del 30 de noviembre en una finca en la zona de Lules. “No deben haber sido menos de 40 personas con palas y un camión con acoplado para llevarse las plantas”, calculó Sánchez Loria en diálogo con LA GACETA. Desde la empresa, confirmaron que los plantines robados -de la especie Genoveva Fray Luis Dragón- no llevaban mucho tiempo plantados, por lo que no les debe haber costado a los ladrones quitarlos.

Los allanamientos

Durante los primeros pasos de la investigación -a cargo de la fiscala Adriana Giannoni y la división de Investigación de Delitos Rurales- surgió un dato clave. Según la información, algunos de los plantines habrían pasado por Tafí Viejo antes de ser llevados hasta la localidad de El Tajamar. Con estos indicios, el juez Francisco Pisa autorizó una serie de allanamientos.

La primera medida se realizó en el barrio La Picada, ubicado en la zona oeste de Tafí Viejo. Allí se secuestraron recibos de sueldo de tres personas, constancias de AFIP, facturas, formularios, una libreta con 80 hojas que tenía anotaciones de venta y cosecha de limón, un pen drive, tres tickets de extracción de dinero por un total de $ 140.000 y una boleta de un depósito bancario de $ 200.000.

Algunos minutos después, los efectivos irrumpieron en una empresa de empaque y embalaje de frutas ubicada en la avenida Constitución de la misma ciudad. Allí encontraron un camión Gosspal de color bordó y negro, que atrás del asiento del conductor tenía 11 polainas para plantines similares a los robados. Además de llevarse el camión, se decomisaron al menos ocho celulares y una libreta en la que encontraron anotaciones sobre transporte y logística.

El último operativo tuvo lugar en la localidad de El Tajamar, en el pedemonte de las Sierras de Medina. Allí ingresaron a un predio ubicado entre las fincas de las empresas Citromax y Citrusvil. Según fuentes policiales, tras rastrillar el enorme campo, se descubrió que 90 de los 1.684 plantines tenían un sticker naranja, similar al que identifica a las plantas de San Miguel. LA GACETA intentó infructuosamente comunicarse con la empresa Citromax pero no hubo respuesta. En cuanto a Citrusvil, los responsables de Comunicación -Soledad Solohaga- y Seguridad -Miguel Abbas- prefirieron no realizar declaraciones.

“Organización delictiva”

“Fue una operación absolutamente organizada, esto es muy delicado. No es un hecho fortuito en que alguien tira una o dos plantas para hacer daño o se lleva una bolsa de limones. Esto requiere infraestructura y logística”, añadió Sánchez Loria.

Cuando se le preguntó al presidente de la ATC si sabía de la presunta vinculación de otras empresas con el robo, respondió: “ese detalle no conozco, pero lo robado sólo le puede servir a un citricultor. ¿Para qué voy a robar una planta de estas si no es para venderla a alguien que tenga cítricos? Eso lo hace mucho más grave al asunto”.

Por otro lado, Lucas Méndez, el director de Relaciones Institucionales de San Miguel, informó que generalmente lo que solían sufrir era el robo de frutas. “No hay antecedentes de hurto de plantas”.

Consultado por las novedades de la investigación, Méndez dijo que desconocía los detalles. “Vimos muy buena predisposición de la Policía y la Justicia. El problema acá es el mismo que existe con el robo de equipos de audio de autos, hay alguien que compra esos elementos”.

Por último, Méndez advirtió que trasladar lo robado no es simple. “Las plantas tienen verificaciones del origen, no se las puede mover por un tema sanitario. Tampoco pueden estar en cualquier lugar. En la actualidad, Tucumán está libre de HLB -una bacteria que ataca al citrus- y estos movimientos pueden llegar afectar esa tranquilidad”, concluyó.

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