Uber da un buen servicio y es económico pero a veces rebota el pago con tarjeta

A pesar de la cruzada en la que se han puesto los taxistas de la Ciudad de Buenos Aires, el servicio de transporte privado de pasajeros Uber sigue sumando adeptos. Y aunque la mayoría de los pasajeros todavía son los extranjeros acostumbrados a usarlo en sus países, de a poco los argentinos lo están incorporando como una alternativa. Y los tucumanos que hayan elegido la CABA como destino para este fin de semana largo tendrán la oportunidad de probarlo (si no hubieran hecho ya). Un cronista de LA GACETA estuvo en Capital Federal y tomó un Uber para testear el servicio y explicar cómo funciona. Es rápido, seguro, levemente más barato que un taxi, la atención es muy cordial y los autos están en óptimas condiciones; como contra, se presentan problemas para pagar con tarjeta de crédito, una de las principales cualidades del servicio. A continuación, los 10 puntos que destacamos.

1. Olvidate del “dónde me conviene tomarlo”

Cuando estás en la calle, sobre todo en Buenos Aires, antes de tomarte un taxi siempre te vas a preguntar dónde te conviene tomarlo para que el viaje sea más directo. Con Uber ese paso quedó en el tiempo. La aplicación te localiza a través del GPS y te pregunta a dónde vas. A continuación muestra una tarifa aproximada, teniendo en cuenta el recorrido más corto. Una vez que aceptás el móvil y cargás el pago con la tarjeta de crédito, el sistema te dice adónde desplazarte para esperar tu Uber. Cuando el conductor acepta el viaje, comienza la cuenta regresiva para el pasajero.

2. La cuenta regresiva

En todo momento vas a estar informado de cuántos minutos faltan para que llegue tu Uber y es realmente muy preciso. Para los que no tienen predilección por la incertidumbre de las esperas, esta característica es fundamental. El sistema te indica el tiempo exacto en el que va a llegar y cuando la cuenta regresiva se acerca a 0, tu Uber te está buscando. También te será informado el nombre del chofer.

3. Entre la paranoia y la cordialidad

Por estos tiempos de asperezas por la resistencia de los taxistas oficiales, los conductores de Uber pueden mostrarse algo desconfiados. Nunca saben si es un pasajero genuino o si puede ser una trampa del gremio amarillo y negro. De todos modos, la cordialidad y el buen servicio no se manchan. Los autos están impecables por dentro y por fuera, son modelos nuevos, de no antes de 2009 y está todo preparado para que el viaje sea lo más cómodo y familiar posible. De la calidad del servicio depende la calificación que el pasajero haga al terminar el viaje, entonces todos los detalles están cuidados. Algunos convidan caramelos.

4. El precio, un misterio

Con Uber nunca vas a saber cuánto cuesta el viaje hasta que termine. Depende de la distancia, de la demora y de la demanda de autos en el momento en que lo pidas. Antes de confirmar el viaje el sistema arroja un aproximado del precio, pero no lo que se debitará efectivamente. Por otro lado, una de las principales ventajas que se le atribuyen al servicio es su menor costo respecto del taxi tradicional, pero en el viaje que hizo LA GACETA no vimos una diferencia sustancial. Nos desplazamos desde Solís al 100 (Monserrat, cerca del Congreso de la Nación) hasta Armenia al 1.700 (Palermo) y el costo del viaje fue de $ 99; el mismo viaje en taxi, según el sitio www.viajoentaxi.com.ar hubiese sido de $ 109.

5. Sin posibilidades de “paseo”

Tanto al pasajero como al conductor el sistema les marca cuál es el recorrido más corto y directo. Esto permite al pasajero asegurarse, sobre todo en una ciudad que no conoce, que no lo estén “paseando” como se dice en la jerga porteña a la pillería de algunos taxistas de alejarse del destino para que el taxímetro trepe hasta las nubes. Si el chofer no cumple con el recorrido o se aleja, al finalizar el viaje se puede hacer el reclamo. Pero una vez que él pulsa el botón de que el viaje ha terminado, el cobro se produce de inmediato.

6. Sin especulaciones

En la aplicación que usan los conductores suena un timbre cuando hay un posible pasajero cerca y les indica en qué ubicación aproximada se encuentra, y el chofer acepta o rechaza el pedido. Si acepta va en busca del pasajero y pulsa el botón “iniciar viaje”. Recién ahí, con el pasajero arriba, sabrá adónde se dirige. Esta característica le resta posibilidades de especular si el viaje es o no conveniente para el conductor, lo que incrementaría el tiempo de espera.

7. “Llego en 5”

En Uber se viaja relajado y con precisiones. La pantalla del celular marca todo el tiempo por dónde vas y el recorrido propuesto, y también arroja un aproximado de la hora a la que llegarás a destino, en base al promedio de velocidad y del tiempo de recorrido.

8. Todo registrado

Desde el momento en el que estás esperando el auto hasta que llegás a destino, todo queda registrado: el auto, el nombre del conductor con sus calificaciones y su foto, el recorrido que hizo, la hora de salida y de llegada y el precio del viaje. Esto es particularmente útil si tenés algún inconveniente, como por ejemplo olvidarte algo arriba del auto. Apenas finaliza el viaje aparece la opción para denunciar objetos olvidados, que permite contactar al conductor. Si en el plazo de 24 horas no lográs hablar con él, se puede contactar a Uber para que intervenga.

9. Calificá el viaje

Como en casi todas las compras o servicios que se contratan por internet, la calificación de los usuarios es el mayor capital de los vendedores, y en este caso de los conductores de Uber. Cuando finaliza el viaje inmediatamente se puede calificarlo con una a cinco estrellas. Esa calificación puede cambiarse en todo momento desde la sección Mis viajes. También en todo momento se pueden denunciar problemas con el auto (si no coincide el modelo con el que decía la aplicación, calidad del vehículo), con el conductor (poco profesional, maneja mal, hizo paradas no pactadas...). Todo esto asegura al pasajero la posibilidad de elegir entre los que tengan mejores calificaciones y a los conductores cuidar al máximo los detalles del servicio.

10. Todo muy lindo pero...

Las tarjetas de crédito o débito expedidas en Argentina tienen complicaciones para validar los pagos a Uber. Este es el medio de pago fundamental para el servicio y uno de sus sellos distintivos, pero justamente no siempre funciona. El viaje de prueba que hizo LA GACETA, por ejemplo, pudo ser pagado sin inconvenientes, pero en un segundo intento ya no fue posible, lo que inhabilita a usar el servicio. Además y a diferencia de otros países, no está disponible la opción de pago en efectivo. Consultados por este diario, voceros de Uber admiten los problemas y no tienen una respuesta contundente acerca de cuándo se podría normalizar. En el servicio de atención al cliente de Visa, en tanto, un operador respondió por qué no autorizan los pagos a Uber: “no está adherido al sistema de Visa porque no tienen lugar físico registrado en Argentina”, explicó un teleoperador y aseguró que muchos clientes llaman para reclamar por lo mismo. En resumen: el servicio de Uber es excelente y un poco más económico que los taxis convencionales, pero al no poder pagar con tarjeta nada te asegura que te puedas tomar uno de sus autos.

Guillermo fue el conductor que llevó a LA GACETA en su viaje de prueba por la ciudad de Buenos Aires. Por cuestiones de seguridad prefirió no identificarse con apellido ni que le tomáramos una foto. Se entiende: todos los conductores de Uber están muy atentos a las posibles represalias de los taxistas, que están en pie de guerra contra el nuevo servicio de transporte de pasajeros.

Hace más o menos un mes que Guillermo decidió convertir su Ford Focus en un Uber y, hasta el momento, todo marcha sobre ruedas. “Antes trabajaba como remisero en los aeropuertos y hoteles, pero los viajes comenzaron a bajar mucho, así que me animé a Uber”, contó el conductor, que tiene experiencia en el transporte de pasajeros desde 2012. Ese año cerró un negocio de ropa que tenía en Devoto “porque no caminaba más”.

Guillermo pone en la balanza los beneficios y los contratiempos de Uber: “lo mejor es que podés trabajar tranquilo porque podés manejar tu tiempo, hacer tus trámites, comer en tu casa y decidir cuándo arrancar y cuándo parar, depende de la plata que necesités. Eso en un taxi es muy difícil, trabajás entre 12 y 14 horas por día. La contra es la paranoia con los tacheros, porque ya hubo compañeros a los que les rompieron el auto. Según comentan Uber les reconoció todos los gastos, pero es un momento que nadie quiere vivir”, asegura. El conductor agrega que la gran mayoría de los pasajeros todavía son extranjeros pero que, de a poco, los argentinos van incorporando el servicio.

Y sí, admite que tiene un amigo tachero con el que tiene muy buena onda; “pero no le conté todavía que estoy en esto”, confesó entre risas.

Problema con las tarjetas 
La respuesta oficial de la compañía 
LA GACETA consultó a Uber sobre los problemas para pagar los viajes con tarjeta de crédito y sobre cuándo se solucionarían. Esta fue la respuesta: “constantemente estamos buscando ofrecer más y mejores opciones de pago. Hoy en día en Argentina operamos con todas las tarjetas de crédito internacionales (Visa, MasterCard y American Express), y tarjetas prepagas como Entropay. Algunas tarjetas están rechazando los cargos de Uber, pero muchas continúan funcionando correctamente. Nuestro trabajo va a continuar siendo garantizar que cualquier persona pueda usar Uber con el método de pago que prefiera”.

Claves para comenzar

Descargá la aplicación en tu celular de la tienda de Apple o Android. Es gratis y liviana.

Creá una cuenta con nombre de usuario y contraseña. Recibirás un código por SMS para validar la identidad. Si te registrás por la web podés hacerlo mediante la cuenta de Facebook.

Comenzá a viajar. Indicá en el mapa o con una dirección a dónde querés ir y el sistema arroja un rango de precios aproximados del viaje. Cuando pedís un Uber por primera vez, te pide que registrés la tarjeta de crédito o de débito para pagar los viajes.