27 Noviembre 2016
“Ese día me preguntó si me iba a despedir y me explotaron los ojos de lágrimas. Le dije ‘no, maestro’”. Así recordó Diego Maradona la última vez- hace tres años- que vio a Fidel Castro, cuyo rostro lleva tatuado en la pantorrilla izquierda. “Lo tengo tatuado también en el corazón”, añadió el ex futbolista.
Se mostró conmocionado por la muerte del líder cubano a quien calificó como su segundo padre. Con un listón negro en el brazo en señal de duelo, el ídolo recordó que estrechó su relación con el cubano cuando, en 2000, se internó en la isla por su adicción a las drogas. Pasó cuatro años allí. “Me abrió las puertas cuando en la Argentina había muchas clínicas que me las cerraban. Me llamaba a las dos de la mañana para hablar de política, béisbol o de cualquier deporte… Tuve una relación que no sé si muchos deportistas cubanos la tuvieron”, relató el astro.
“Él me habló muchísimo de la droga, de las recuperaciones; me habló de que se podía y pude. Después de la muerte de mis viejos, este es el dolor más grande”, se lamentó.
Maradona adelantó que viajará a la isla porque quiere participar de los funerales. Maradona no fue la única figura argentina cercana al ex mandatario. El pianista y director de orquesta Osvaldo Pugliese, por ejemplo, compuso y grabó, a comienzos de la década de los 60 “Milonga para Fidel”. El músico entregó las partituras al cubano en uno de sus viajes a la isla. En esos encuentros mantenían largas conversaciones.
El actor Guillermo Francella también llegó a dialogar con Castro cuando el programa “Poné a Francella”, fue suceso en Cuba.
El ex diputado Miguel Bonasso, escritor y periodista, fue amigo y el único dirigente latinoamericano que se reunió con el mandatario durante su convalecencia en 2006, después de Hugo Chávez y del presidente de Bolivia, Evo Morales.
Se mostró conmocionado por la muerte del líder cubano a quien calificó como su segundo padre. Con un listón negro en el brazo en señal de duelo, el ídolo recordó que estrechó su relación con el cubano cuando, en 2000, se internó en la isla por su adicción a las drogas. Pasó cuatro años allí. “Me abrió las puertas cuando en la Argentina había muchas clínicas que me las cerraban. Me llamaba a las dos de la mañana para hablar de política, béisbol o de cualquier deporte… Tuve una relación que no sé si muchos deportistas cubanos la tuvieron”, relató el astro.
“Él me habló muchísimo de la droga, de las recuperaciones; me habló de que se podía y pude. Después de la muerte de mis viejos, este es el dolor más grande”, se lamentó.
Maradona adelantó que viajará a la isla porque quiere participar de los funerales. Maradona no fue la única figura argentina cercana al ex mandatario. El pianista y director de orquesta Osvaldo Pugliese, por ejemplo, compuso y grabó, a comienzos de la década de los 60 “Milonga para Fidel”. El músico entregó las partituras al cubano en uno de sus viajes a la isla. En esos encuentros mantenían largas conversaciones.
El actor Guillermo Francella también llegó a dialogar con Castro cuando el programa “Poné a Francella”, fue suceso en Cuba.
El ex diputado Miguel Bonasso, escritor y periodista, fue amigo y el único dirigente latinoamericano que se reunió con el mandatario durante su convalecencia en 2006, después de Hugo Chávez y del presidente de Bolivia, Evo Morales.
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