Moreira, un central con alma de goleador en San Martín

Cuando a los pocos días de haber conseguido el ansiado ascenso a la B Nacional, el técnico Diego Cagna se reunió con los directivos de San Martín para empezar a planificar el futuro, rápidamente surgió su nombre como candidato. Eso, llenó de satisfacción a Rodrigo Moreira, el pibe de Villa Constitución (Santa Fe) que dejó el plantel de Independiente de Avellaneda para tratar de tener la continuidad que pretendía a los 20 años. Pero más allá de la confianza que tenía en sus condiciones técnicas, el corpulento zaguero de 1.87 metro, nunca se imaginó que tras jugarse seis partidos en la segunda categoría del fútbol argentino, iba a ser uno de los goleadores del equipo junto a Gonzalo Rodríguez con dos tantos.

“Los técnicos que tuve en Independiente -Gabriel Milito, Jorge Almirón y Mauricio Pellegrino-, siempre me dieron la licencia para irme al ataque cuando lo viera conveniente. A ellos les gusta que los centrales siempre salgan jugando y que puedan aparecer por sorpresa. Esto me dio la chance de convertir varios goles en ese club. Por suerte, acá Diego (Cagna) también me lo permite. Por suerte, se me dio en dos partidos. El primero sirvió para igualar 2-2 con Argentinos y el más importante de los dos, el que anoté en el triunfo ante Atlético Paraná”, señaló. Y luego agregó “como era el más alto de todos, en las inferiores, no fueron pocos los torneos que terminé como goleador. El año pasado jugué 10 partidos en Reserva y anoté seis goles”.

Reconoce que hay veces que un error tapa cualquier virtud, en referencia a la equivocación que terminó con un gol de Villa Dálmine en plena Ciudadela. “Esa jugada del inicio del complemento opacó todo lo que realicé en los 90 minutos. Pero como el fútbol te da revancha rápidamente, por suerte, cambié esa imagen con el gol que nos dio la primera victoria del certamen”, dijo quien le dedicó ese gol a su familia de Villa Constitución y a su novia Magalí, que son sus primeros hinchas y siempre lo apoyan.