Un día Ramón Humberto Galarza volvió a San Martín

A los 45 años y luego de pasar 20 años viviendo en la ciudad de Córdoba, Ramón Galarza decidió pegar la vuelta. El central que en la década del 90 brilló luciendo la camiseta de San Martín, pensó que era el momento regresar y tratar de volcar en el “Jardín de la República” toda la experiencia que aquilató en sus años en el fútbol.

Aún recuerda aquella tarde del 13 de septiembre de 1990, en que Alberto Pompeo Tardivo, entonces técnico de los “Santos” lo hizo debutar en Primera. “Ese día enfrentamos a Atlanta. Ganamos 1-0 con un tanto de Ricardo Solbes. Ese día será imborrable en mi vida”, dijo el jugador, que en junio del 96, tras quedar libre en los “Santos”, se fue a jugar a Talleres de Córdoba. Luego de conseguir un título con los “tallarines” y dos con Instituto de Córdoba, Ramón decidió que era hora de volver al barrio El Parque donde aún hoy viven sus padres Félix (70 años) y Lidia (65) “Es que consideré que era el momento de volver a estar junto a ellos para tomar mates como en aquellas épocas cuando me esperaban a mi vuelta de las prácticas. De sólo acordarme, me emociona el tema”, dijo.

Viejos amigos

Cuando se estableció nuevamente en Tucumán junto a su familia, Galarza un día fue a visitar a sus amigos Jacinto Eusebio Roldán, Ricardo Troitiño y Omar Marchese, que están trabajando en las inferiores de San Martín. “Reencontrarme con ellos fue una inmensa alegría, máxime cuando me dijeron que había posibilidades de trabajar en el club. Al otro día, me entrevisté con Claudio Almaraz, que es coordinador de las inferiores y como me interesó el proyecto que tenía, no tardamos mucho en concretar mi vuelta al club”, dijo Galarza, que hoy dirige al plantel Sub13 que está participando en el Regional del NOA de clubes.

Desde aquel día de junio de 1996, que se fue del club de La Ciudadela, fue acunando el sueño de volver a la entidad que le permitió trascender a nivel nacional. “Lo que viví esos años en el club fue algo imborrable. Más allá que mis años en Córdoba fueron exitosos, nunca deseché la chance del regreso a San Martín. De allí, mi satisfacción porque de esta forma puedo concretarlo, en un momento donde el club parece estar en plena recuperación futbolística e institucional”, dijo.

Ramón considera que se está trabajando muy bien en las inferiores. “Prueba de ello es que hoy en el plantel profesional, hay varios chicos que se formaron en el club y con muchas posibilidades de trascender a otro nivel de competencia”, acotó.

Por su experiencia en la “Docta”, Galarza sabe lo importante que es poder competir en los torneos de inferiores de la AFA. “Es que allí, el pibe adquiere el roce competitivo que nunca obtendrá en los certámenes locales. El espejo más latente es la cantidad de jugadores que promovió Talleres, en los últimos tiempos, que a la larga puede significar una ayuda económica para la entidad, en caso de transferirlos. Estos torneos regionales del NOA, en que actualmente estamos participando, ayudan a paliar esas carencias, pero no son lo ideal”, dijo Ramón, antes de comenzar a trabajar en horario vespertino, con el plantel categoría 2003, que ya empezó a darle vuelo al esquema de juego que pregona el ex central.

Cuando LG Deportiva le pidió que recordara cómo vivió el ascenso de San Martín a la B Nacional, señaló: “con una tremenda alegría porque mi querido club volvería a un lugar donde nunca debió dejar de estar. No voy a descubrir nada si digo que San Martín se encuentra entre los clubes de mayor jerarquía del interior del país y que no se merecía estar militando en una categoría como el Federal A que es altamente deficitaria en todos los sentidos”.

Cuando le preguntamos sobre la posibilidad de regionalizar el certamen de la B Nacional, ex zaguero central señaló: “ya no se puede seguir jugando con la estructura que los campeonatos tenían hace dos décadas. Para ahorrar gastos, es necesario que los certámenes se jueguen en tres zonas y luego se disputen una ronda final, entre los mejores equipos”, dijo.