
FOTO GENTILEZA CAROLINA SEPÚLVEDA

Tienen cuarenta y pico. Toda una vida armada. Y están esperando un bebé. O lo acaban de tener. Desbordan de felicidad. Celebran el hecho de que la maternidad les llegó en años de estabilidad y madurez. Pero también tienen mucho miedo. A lo que están viviendo. A todo lo que se viene. Un remolino de sentimientos en el que también se mezclan los mandatos y el reloj biológico. Así se sienten ellas, las madres primerizas post 40, un fenómeno que ya dejó de ser anecdótico para convertirse en una tendencia en alza.
Cada vez más mujeres rompen con los límites de la naturaleza y retrasan la edad para ser madres. Según la Red Latinoamericana de Reproducción Asistida (Red LARA), en América Latina se ha duplicado la frecuencia de embarazos en esta etapa.
Los datos del Ministerio de Salud indican que en Tucumán, por ejemplo, el año pasado nacieron 750 bebés, hijos de mujeres que tienen más de 40 años. La cifra es un 7% más alta que hace cinco años. Además, a esa edad es más alto el porcentaje de progenitoras con estudios terciarios o universitarios, dato que explica lo que está motorizando esta tendencia: la mujer de hoy se quiere realizar profesionalmente, conseguir trabajo y después pensar en la maternidad.
¿Qué dicen los médicos?
Antes los hijos de madres mayores solían ser los últimos de la serie. Lo que llamaban un “descuido”. Ahora esos niños son casi siempre los primeros y los únicos, según constatan los ginecólogos en sus consultorios.
Los expertos en fertilidad dejan en claro que no es tan fácil ni muy común quedarse embarazada después de haber pasado las 4 décadas. De hecho, a pocas semanas de estrenarse el tercer film de Bridget Jones, en el que se convierte en madre sorpresivamente a los 43 años, ya se instaló la polémica: ¿es realista el argumento de esta nueva película? ¿podemos ser madres a cualquier edad?
Las mayores de 43 que buscan el embarazo lo logran por abrumadora mayoría, en un 95%, mediante tratamientos de reproducción asistida, detalla Natalia Vic especialista en fertilidad. Igualmente, quedarse embarazada a partir de los 40 años es más sencillo hoy de lo que lo era en décadas pasadas gracias los avances de la medicina
Según describe Vic, el cambio de rol de la mujer en la sociedad hizo que el momento de la maternidad sea, cada vez más, una elección. Muchas priorizan el estudio, la entrada al mundo laboral, la independencia económica y la estabilidad en la pareja, antes que la búsqueda de un hijo. Y como es evidente, todo eso es difícil de lograr antes de los 30 o 35 años.
“Es cada vez más frecuente que se postergue la maternidad. El problema es que cuando se dan cuenta de que quieren ser madres suele ser tarde”, señala especialista. Según el reloj biológico, después de los 35 años empiezan a declinar mucho de chances de lograr un embarazo. Y hay otro dato que no es menor: la edad materna al momento del embarazo es el principal factor del pronóstico del nacimiento de un niño sano, explica Vic. “No es un mito que los óvulos van envejeciendo y se alteran cromosómicamente”, precisa.
A Myriam Bulos, psicóloga experta en primera infancia y maternidad, le gusta ver las dos caras de la moneda. “Hasta hace poco sólo se hablaba de los riesgos de la maternidad tardía. Ahora también se destacan muchos beneficios. Cuando las primerizas son más grandes, tienen mayor seguridad personal, son estables económicamente y suelen ser mujeres muy independientes. Suelen involucrarse mucho con la maternidad. Las veo, por mi experiencia profesional, como mamás serenas y con una enorme capacidad de entrega hacia sus hijos. No hay que olvidar que estos niños son muy deseados y muy buscados, y que la mujer pone todo su empeño en lograr un embarazo”, resalta.
No obstante, señala que aparecen algunos síntomas clásicos de las “madres añosas”. A los 20, uno no se hace tantos planteos como a los 40. Cuanto más grande, más temerosas. Generalmente, ellas piensan que todo puede sucederles”, describe. Otro problema es que, al albergar tantas expectativas en la maternidad, las suele llevar directamente a estas mujeres a sentirse culpables si las cosas no salen como esperaban.

Felicidad inmensa
Natalia Romero tiene 42 años y está embarazada de su primer hijo. Está feliz, desborda de alegría por la llegada de Benjamín Ignacio, que nacerá en apenas tres meses. “Estudié mi carrera, me recibí de contadora y empecé a enseñar, que es lo que más me gusta. Mi mamá se casó a los 23 años. Yo a esa edad ni pensaba en ser madre. La vida me fue pasando y a los 40 me empecé a preguntar si quería tener hijos. Ya había cumplido muchas metas en mi vida. Y justo ahora me siento lista para esto. Todo llegó de sorpresa y, aunque estoy sola, nunca me sentí tan plena como ahora”, comenta.
Admite que está ansiosa y que por momentos la invaden los miedos: “me da temor no poder ser una buena madre, o no estar para acompañarlo en todo lo que me necesite, algo que seguramente no sucede cuando tenés veintipico. En fin, lo más importante es que estoy lista para entregarme por completo a la maternidad”.

“Llegan muy tarde a la consulta”
En poco tiempo se atrasó 10 años la edad de inicio en la maternidad, especialmente entre mujeres preocupadas por estudiar y especializarse en su profesión. Sergio Mirkin, que desde hace más de 20 años trabaja en fertilidad asistida, comentó que cada vez se atienden más casos de pacientes que empezaron a planificar su maternidad pasados los 30 y que, por ese motivo, tuvieron dificultades para quedar embarazadas.

“La capacidad reproductiva empieza a declinar a los 30 años. Hay una caída muy importante de las reservas ováricas y de la calidad de óvulos después de los 37. Por eso sugerimos que si una mujer quiere postergar la maternidad que no espere tanto. A los 38 o 39 años todo es más complicado. Peor es a los 42 o 43 años. Las estadísticas muestran que la chance de embarazo espontáneo es del 4%. A partir de esa edad, lo que se sugiere para lograr un embarazo es la ovodonación, algo que incluso muchas obras sociales ya están avalando”, dijo.
Natalia Vic, experta en fertilidad, se expresó en el mismo sentido. La ovodonación es el proceso en el cual una mujer recurre a óvulos de una donante para poder conseguir el deseo de ser madre. Esta donación es una práctica que establece entre las partes el compromiso de anonimato respecto de la identidad del donante.
“Otra posibilidad que analizan quienes postergan la maternidad es el congelamiento de óvulos. El problema es que empiezan a pensar en esto pasados los 35 años. Y llegan a la consulta a los 40 años, cuando ya la calidad y cantidad de óvulos es muy baja. Hay que plantearse estas cosas a los 30. Si a esa edad estoy empezando a realizarme profesionalmente, lo ideal es ir al ginecólogo y consultar cómo puedo hacer para planificar bien una maternidad tardía”, sugirió.
“La posibilidad de la mujer para tener hijos tiene un límite. Si los planes van a pasar esos límites, 38 o 40 años, hay que pensar en la donación de gametos. Para los hombres también hay problemas. Es un mito que pueden ser fértiles hasta cualquier edad. A partir de los 48 años los riesgos aumentan”, apuntó Mirkin.
Ventajas de la maternidad tardía
Entre los 20 y los 29 años es cuando más tienen hijos las tucumanas. No obstante, la edad para tener el primer bebé se retrasa cada vez más en Tucumán. Actualmente, el 30% de mujeres se convierten en mamás después de los 30 años, cifra que aumentó un 10% en 10 años.
Según los datos de la Dirección de Estadísticas y Censos, la cantidad de hijos por mujer tuvo un marcado descenso en los últimos años. Antes (en 1991) había unos 3,25 hijos por cada tucumana en edad fértil, en 2001 bajó a 2,8 y ahora el promedio ronda los 2,2.
Todos estos datos son permanentemente estudiados por el Observatorio de la Maternidad. Carina Lupica, miembro del Consejo de Asesores del Observatorio de la organización, confirmó que la cantidad de madres mayores de 40 va en incremento. “Son las mamás de nivel socioeconómicos medio y alto las que más están retrasando su maternidad. Esto pasa porque es más probable que estas mujeres puedan decidir si ser madres o no y a qué edad. También probablemente retrasen la maternidad para poder terminar sus estudios terciarios o universitarios e insertarse en el mercado de trabajo. O puede ser porque la edad de entrada a una relación más estable también se está retrasando”, analiza la especialista.
“Entre las principales ventajas de una maternidad más tardía encontramos que estas mujeres, de sectores socioeconómicos más aventajados y con mayor nivel educativo, están en mejores condiciones para encontrar apoyo para el cuidado de sus hijos mientras trabajan. Las desventajas están más relacionadas con temas de salud, por los riesgos que implica tener bebés a edades avanzadas”, precisa.
De acuerdo a los estudios del Observatorio, 24 años es la edad de las argentinas para ser mamás primerizas. Es el promedio nacional, aunque existe una gran brecha: en los sectores más vulnerables hay madres mucho más jóvenes. Otro dato: las que no terminan la primaria tienen su primer hijo antes de los 20. Las universitarias, recién son madres a los 28.

Madres famosas
Salma Hayek.- Valentina, la primogénita de esta famosa actriz, nació cuando su madre tenía 41 años.
Susan Sarandon.- Tenía 43 años cuando nació Jack, su primer hijo. El segundo lo tuvo ya cumplidos los 46.
Halle Berry.- Con 41 años, se convirtió en mamá de la pequeña Nahla, en 2008.
Uma Thurman.- Fue mamá a los 42. Este embarazo fue tan importante para ella que hizo un gran esfuerzo para pensar el nombre de la niña. Le puso Rosalind Arusha Arkadina Altalune Florence Thurman Busson. ¡Sí, todo eso!
Mariah Carey.- La cantante fue mamá de mellizos a los 42 años en 2011. Mariah declaró que no fue fácil ni quedar embarazada ni el embarazo.
Jennifer López. - Fue mamá cerca de los 40, a los 38. Quedó embarazada de mellizos luego de un tratamiento de fertilidad, después de varios intentos por lograrlo de manera natural.







