La creación del servicio de payamédicos en hospitales

La creación del servicio de payamédicos en hospitales

Sin ella, la vida sería probablemente muy aburrida. En ocasiones, suele ser el postre de las reuniones. Es un buen punto de partida para iniciar una relación afectiva. “El hombre sufre tan terriblemente en el mundo que se ha visto obligado a inventar la risa”, sostenía el filósofo alemán Friedrich Nietzsche (1844-1900), mientras que el escritor francés Victor Hugo decía: “la risa es el sol que ahuyenta el invierno del rostro humano”. Es además beneficiosa para a la salud. Los payaterapeutas o payamédicos irrumpieron en los hospitales hace un tiempo, no sólo para desacartonar el sistema de salud, sino también para ayudar a los pacientes que padecen una larga internación, especialmente a los niños.

En su sesión del 8 se septiembre, la Legislatura aprobó una ley que incorpora al Sistema Provincial de Salud (Siprosa) la labor del payaso de hospital y establece que cada institución de salud pública que albergue a niños, a pacientes en internaciones prolongadas con enfermedades crónicas, a personas con discapacidad y a adultos mayores deberá contar con un Servicio de Payasos Terapeutas. Se creará también el Registro Provincial de Payasos Terapeutas y de ONG dedicadas a esta tarea y será el Siprosa el que determinará los requisitos y condiciones que deberán reunir las personas para actuar como payasos terapeutas, estableciendo un proceso formativo amplio que brinde todas las herramientas necesarias para llevar adelante esta actividad.

A fines de noviembre de 2014, visitó nuestra ciudad Hunter Doherty “Patch” Adams, un médico que propone la risa como una herramientas para ayudar a ser feliz a la gente. Adquirió celebridad gracias a una película que protagonizó el extinto actor Robin Williams. En 1971, Adams había fundado un hospital piloto en Virginia. Al paciente se le debía efectuar una entrevista inicial de tres horas y promovía entre otras cosas, la integración de la medicina, con las disciplinas artísticas, la agricultura, la educación, la recreación y el servicio social.

“Siempre digo que debería ser una materia en la formación de los médicos y que el que no apruebe no debería recibirse... Si en un hospital hay médicos mal educados (sucede en todos a los que fui), yo recomiendo una multa financiera a ese médico o que lleve un cartel que diga: ‘soy un médico mal educado’. Creo que preferirían la multa”, dijo en su visita al Hospital de Niños.

Se afirma que entre otras bondades, la risa reduce el estrés, mejora el ritmo cardíaco y provoca beneficios en la presión arterial, mejora la capacidad respiratoria, produce una placentera sensación de relajación muscular, fortalece el funcionamiento del sistema inmunitario y produce endorfinas y serotonina.

La iniciativa sancionada es, por cierto, positiva, aunque como bien señala la coordinadora del voluntariado Doctor Payaso, Debora Prchal, sería interesante saber cómo se definirá la idoneidad de los miembros de los servicios, los mecanismos de transparencia y de control, así como los recursos que se invertirán. “Esperamos que la reglamentación busque la transparencia y el profesionalismo y que los que estamos en esto no dejemos de ser artistas para convertirnos en empleados públicos”, dijo.

Una buena carcajada puede desarmar una pena y hacer olvidar por un instante la queja., tal vez porque como dice el doctor Adams, “el humor es una forma de acercarse a la gente con amor”.

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