PARIS.- Hace 20 años moría Romy Schneider, a los 43 años de edad, de un paro cardíaco, mientras dormía en su departamento de París. Según uno de sus biógrafos, la muerte accidental un año antes de su hijo de 14 años de edad la "fulminó".
La actriz, nacida en Viena (Austria) en una familia de actores, empezó su carrera a los 15 años de edad y ganó celebridad internacional a raíz de su papel de emperatriz de Austria en la serie de películas "Sissi".
Rápidamente se fue a Francia, donde Alain Delon le presentó a Luchino Visconti, quien los dirigió juntos en el teatro. Schneider trabajó después en "El Proceso", la adaptación cinematográfica que Orson Welles hizo de la obra de Kafka, y en "La Piscina" de Jacques Deray, y su carrera adquirió un sesgo muy distinto.
Trabajó a las órdenes de Costa-Gavras, de Losey, de Tavernier o Sautet, de quien era actriz favorita. Fue galardonada dos veces con un César (el Oscar del cine francés) a la mejor actriz, y un reciente sondeo en Francia la consagró como "la actriz del siglo". (AFP)