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Los compañeros que Emma Watson tenía en la escuela Headington de Oxford, en Reino Unido, tenían que cumplir reglas estrictas para proteger a la actriz que en ese momento filmaba la saga de Harry Potter.
La chica que protagonizó a Hermione ya era una de las más famosas del mundo, y en la institución a la que asistía le dieron un cuidado especial. Aquellos que osaban romper las reglas, recibían una advertencia. Y tras tres advertencias, podían ser penalizados.

Un ex alumno de la escuela le comentó al diario estudiantil "The Tarb" cómo eran los días con Watson: "si eras su amiga podías hablar con ella, pero nadie tenía permitido acercarse y pedirle un autógrafo".
“Recuerdo que nos advirtieron formalmente, y estábamos bastante asustados en poder tener un punto de castigo. En ese momento habría sido demasiado embarazoso”, contó.








