El sueño de volver a ser el “Jardín de la República” se hace real en el Virla

El sueño de volver a ser el “Jardín de la República” se hace real en el Virla

Paisajistas y la Sociedad Amigos del Árbol exponen sus trabajos y proponen una toma de conciencia sobre la preservación de los espacios verdes.

PARA REFLEXIONAR. “Sería bueno que se transmita, con educación, que los espacios verdes están al servicio de todos”, dice Gustavo Rubinstein.LA GACETA / FOTOS DE DIEGO ARÁOZ.- PARA REFLEXIONAR. “Sería bueno que se transmita, con educación, que los espacios verdes están al servicio de todos”, dice Gustavo Rubinstein.LA GACETA / FOTOS DE DIEGO ARÁOZ.-
20 Julio 2016

No se sabe el origen exacto de la expresión “Jardín de la República” que se le atribuye a Tucumán. El historiador Carlos Páez de la Torre (h) apunta en una de sus columnas que en “la torrencial producción de escritor” de Domingo Faustino Sarmiento no se encuentra la frase textual como algunos señalan. Pero en su “Facundo”, Sarmiento describe a Tucumán como “Edén de América”. En la actualidad la opinión sobre nuestra provincia está dividida: por un lado no se discute la rica y densa vegetación natural, pero por otra parte la mano del hombre no ha sido respetuosa con esa porción verde, ni con la misma ciudad donde ahora gana el cemento. En el marco del 18º Julio Cultural Universitario, hoy a las 19 el Centro Cultural Virla reclamará por ese apodo devaluado: sus salas estarán transformadas en un “mini pulmón verde”, entre plantas reales, fotografías y dibujos.

“Tucumán, Jardín de la República” es una muestra que se divide en dos: “Tucumán, patrimonio verde”, producida por Rosina Campo y Gustavo Calleja; y “Primera muestra de paisajismo y diseño de jardines”, organizada por el colectivo de paisajistas integrado por Claudia Amado, Olga Espinosa, Rafael Kreibohm, Eugenia Moreno, Lolo Nagore, Adriana Raed, Gustavo Rubinstein, Gustavo Tomaspolky. Además, en las muestras participarán los artistas plásticos Silvina Apas, Emiliano Molina y Rodolfo Paz.



Dentro de la muestra se organiza una serie de charlas: el 25 y 26 de julio hablarán de paisajismo Oscar Chelela, Cristina Le Mehauté y Carlos Thays; el 26, a las 10, está prevista una mesa panel con Rosina Campos (“Árboles notables”), Mercedes Aguirre (“Paisajes y patrimonio cultural”) y Marcelo Beccari (“Plazas y espacios públicos”).

¿Cómo reconstruimos?

El nombre de la muestra “Jardín de la República” remite a una mirada nostálgica -confiesa el paisajista Gustavo Rubinstein- que tiende a recuperar un tiempo pasado. “Efectivamente Tucumán no traduce en su estética esa reconocida frase. Los últimos 40 años de gestión pública, en todos los niveles, se ha demostrado un desprecio o abandono paulatino por los espacios comunes. Pero no es sólo responsabilidad de la gestión política: la ciudadanía tampoco valora lo público”, razona Rubinstein, y plantea como una posible salida para volver a ser un jardín nacional la necesidad de construir o elaborar proyectos comunitarios a largo plazo, con la apropiación de la comunidad: representados y representantes que trabajen juntos.

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“Sería bueno que se transmita, con educación, que los espacios verdes no son un bien de nadie, sino un espacio al servicio de todos. Pensando en ello, se podría recuperar la figura del placero, a quien se respetaba bastante. Seguir apelando a la autodisciplina es una utopía”, agrega.

Lo que no está escrito

Desde el punto de vista colectivo, Gustavo Calleja, organizador de “Tucumán, patrimonio verde”, opina que el concepto de patrimonio se refiere a lo valioso para la sociedad y a lo que se tiene que preservar, pero que llevado al paisaje esto no se toma al pie de la letra como dicen algunas normas referidas a Patrimonio.

“Lo que se termina cuidando es lo que dice perfectamente la ley. Por ello en la práctica se cuida más el patrimonio monumental que el paisaje, por ejemplo, que es algo que tiene que ver más con cómo queremos vivir”, explica Calleja. Referido a esto último, con cómo queremos vivir, se destaca el trabajo que hace a diario Rosina Campo, prosecretaria de la Sociedad Amigos del Árbol, que ha dedicado toda su vida a hacer activismo verde y que hoy expone su trabajo a través de fotos propias, acompañadas con ilustraciones en las paredes de los artistas Emiliano Molina y Rodolfo Paz.

La muestra ilustra aspectos históricos, botánicos y estéticos de especies arbóreas nativas y exóticas del arbolado urbano y espacios públicos, que merecieron ocupar un sitio destacado en la valoración cultural local, constituyéndose de ese modo en representantes del patrimonio verde.

Entre esas imágenes de la muestra se develan también malas prácticas de vecinos con los árboles (“hay empresas constructoras que los usan de palancas”), los árboles notables y la intervención de Rosina Campo en el Museo Casa Histórica de la Independencia.

“Queremos -se confiesa Rosina- que con esta muestra puedan tomar conciencia del valor que tiene el árbol en todos sus aspectos. Es lo único que nos puede permitir vivir con aire puro. Lamentablemente donde antes había una casa con varios árboles, ahora hay un edificio de 16 pisos con lo mínimo de verde”.
    

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